En el punto cero
Art铆culo de opini贸n - International Herald Tribune , 28 de abril de 2010
Por Ban Ki-moon
Hace unas semanas, de viaje por Kazajst谩n, tuve la conmovedora experiencia de poner pie en el punto cero, el infame pol铆gono de ensayos de Semipalatinsk, donde la Uni贸n Sovi茅tica hizo estallar 456 armas nucleares entre 1947 y 1989.
Aparte de un c铆rculo de s贸lidos plintos de hormig贸n, instalados para medir el poder destructor de las explosiones, poco hab铆a en esta estepa vasta y mon贸tona que permitiera distinguir este lugar, que fue durante decenios el epicentro de la guerra fr铆a y, como lugares similares en los Estados Unidos, una amenaza a la vida misma en la Tierra. Su triste legado perdura: r铆os y lagos emponzo帽ados, ni帽os afectados de c谩ncer y defectos gen茅ticos.
Hoy, Semipalatinsk se ha convertido en un s铆mbolo elocuente de la esperanza. El 29 de agosto de 1991, poco despu茅s de la independencia, el Presidente Nursultan Nazarbayev clausur贸 el sitio y prohibi贸 las armas nucleares en Kazajst谩n, con lo que dio una expresi贸n tangible a un sue帽o que no hemos podido hacer realidad, el de un mundo libre de armas nucleares. Ahora, por primera vez en toda una generaci贸n, hay razones para abrigar optimismo.
El mismo d铆a en que acud铆 al punto cero, el Presidente Barack Obama anunci贸 una revisi贸n de la posici贸n nuclear de los Estados Unidos. Predicando con el ejemplo, los Estados Unidos renunciaron como se prev茅 en el Tratado sobre la no proliferaci贸n o TNP, al desarrollo de nuevas armas nucleares y a ser el primero en utilizarlas contra las naciones. Dos d铆as m谩s tarde, el Presidente Obama y el Presidente de la Federaci贸n de Rusia, Dimitri Medvedev, firmaron en Praga un nuevo Tratado sobre la reducci贸n de las armas estrat茅gicas (START), con lo que se inici贸 una nueva etapa en el camino hacia la realizaci贸n de una aspiraci贸n verdaderamente noble.
En todo el mundo se observa un nuevo impulso. Los Gobiernos y los grupos de la sociedad civil, que a menudo discrepan, han empezado a trabajar juntos por una causa com煤n. En la reciente cumbre sobre seguridad nuclear celebrada en Washington, 47 dirigentes del mundo acordaron hacer todo lo necesario para proteger la seguridad de las armas y materiales nucleares. Coincidieron en que era necesario actuar con urgencia, lo que refleja una realidad aceptada por todos. El terrorismo nuclear no es una fantas铆a del cine. Puede ocurrir.
Las Naciones Unidas est谩n destinadas a desempe帽ar un papel fundamental en esas actividades. Recientemente, la Asamblea General de las Naciones Unidas celebr贸 un debate especial sobre el desarme nuclear y la seguridad. Esto se deriv贸 de un plan de acci贸n de cincos puntos en la esfera nuclear que propuse a fines de 2008 y de la cumbre hist贸rica del Consejo de Seguridad celebrada en septiembre pasado.
Esta semana (el 3 de mayo) los dirigentes se re煤nen en las Naciones Unidas para la Conferencia de examen peri贸dica del Tratado sobre la no proliferaci贸n. La 煤ltima reuni贸n, celebrada hace cinco a帽os, fue un fracaso reconocido. En cambio, este a帽o podemos prever avances respecto de diversos asuntos. No debemos concebir expectativas alejadas de la realidad, pero tampoco podemos desperdiciar esta oportunidad de progresar en el desarme, el cumplimiento de los compromisos sobre la no proliferaci贸n, incluido el establecimiento de una zona libre de armas nucleares en el Oriente Medio, y la utilizaci贸n de la energ铆a nuclear con fines pac铆ficos.
Para el futuro, he propuesto que m谩s tarde en el a帽o se celebre una conferencia en las Naciones Unidas para examinar la aplicaci贸n del Convenio internacional para la represi贸n de los actos de terrorismo nuclear. Seremos los anfitriones de una reuni贸n a nivel ministerial para acelerar la entrada en vigor del Tratado de prohibici贸n completa de los ensayos nucleares y he instado a los dirigentes a emprender negociaciones con miras a la concertaci贸n de un tratado vinculante sobre el material fisionable. En octubre, la Asamblea General examinar谩 m谩s de 50 resoluciones sobre diversos asuntos en la esfera nuclear. Nuestro objetivo es empezar hoy, con medidas modestas, a preparar el terreno para el avance mayor de ma帽ana.
Toda esta labor refleja las prioridades de los Estados Miembros, que a su vez son plasmadas por la opini贸n p煤blica. Todo el mundo reconoce el peligro catastr贸fico que entra帽an las armas nucleares. Tambi茅n vemos con igual claridad que la amenaza perdurar谩 mientras existan esas armas. El futuro mismo de la Tierra no nos deja m谩s alternativa que procurar el desarme, y las perspectivas de que esto se logre sin cooperaci贸n a nivel mundial son escasas.
Fuera de las Naciones Unidas 驴d贸nde podemos encontrar esa cooperaci贸n? Las negociaciones bilaterales y regionales pueden ser sumamente 煤tiles, pero la cooperaci贸n duradera y eficaz a escala mundial requiere algo m谩s. Las Naciones Unidas constituyen el foro necesario, junto con la Conferencia de Desarme con sede en Ginebra.
Las Naciones Unidas son el 煤nico escenario aceptado universalmente para las deliberaciones y la concordia, tanto entre las naciones como para la sociedad en general. Sirve de depositario no s贸lo de los tratados, sino tambi茅n de la informaci贸n que documenta la aplicaci贸n de 茅stos. Es una fuente de conocimientos especializados independientes que se coordina estrechamente con el Organismo Internacional de Energ铆a At贸mica.
Las Naciones Unidas se encuentran hoy en un nuevo punto cero, el punto cero del desarme mundial, no un lugar temible sino un lugar esperanzador. Los que nos acompa帽an comparten la visi贸n de un mundo libre de armas nucleares. Hoy, como nunca antes, los pueblos del mundo deben exigir cambios, exigir actos que vayan m谩s all谩 de las medidas tibias del pasado.
El autor es el Secretario General de las Naciones Unidas.
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