Rendici贸n de cuentas para el 茅xito
Art铆culo de opini贸n - 芦Neweurope禄, 20 de junio de 2010
Por Ban Ki-moon
La pr贸xima semana, los l铆deres de las principales econom铆as del mundo se reunir谩n en el Canad谩. Muchas de las cuestiones que la cumbre tiene ante s铆 reflejan preocupaciones de los hogares de todo el mundo.
驴Causar谩n los problemas de la eurozona una reca铆da en la recesi贸n mundial? 驴Puede la mejora de los mercados emergentes disminuir el empeoramiento en otros lugares?
驴Estamos finalmente saliendo de la crisis, como los supervivientes de un hurac谩n, para evaluar la amplitud de los da帽os y las necesidades de nuestros vecinos? 驴O estamos en el ojo del hurac谩n?
En realidad, la respuesta a todas esas preguntas depende de nosotros, y de la manera en que gestionemos la econom铆a mundial en el pr贸ximo per铆odo.
Un signo alentador es que los l铆deres reconocen cada vez m谩s la necesidad de que aumente la rendici贸n de cuentas.
Ahora, m谩s que nunca, debemos rendir cuentas ante los m谩s vulnerables.
La base moral est谩 clara. Despu茅s de todo, los menos responsables de la crisis econ贸mica mundial son los que han pagado el m谩s alto precio, en empleos perdidos, un mayor costo de la vida, y crecientes tensiones comunitarias porque las familias tienen dificultades para llegar a fin de mes.
Pero el argumento econ贸mico es igualmente v谩lido. M谩s que nunca, la recuperaci贸n econ贸mica mundial depende del crecimiento de los pa铆ses en desarrollo. Los que m谩s han sufrido son tambi茅n nuestra mayor esperanza para impulsar la prosperidad en el futuro.
A pesar de las sustanciales medidas de est铆mulo en muchos pa铆ses, las pruebas demuestran que no siempre han tenido un 鈥渆fecto de filtraci贸n鈥� para atender las necesidades inmediatas de los m谩s pobres y m谩s vulnerables.
Estamos observando un enorme dinamismo en las econom铆as emergentes, pero tambi茅n grandes sufrimientos. Demasiadas personas est谩n quedando marginadas.
En las regiones en desarrollo, muchos trabajadores se han visto obligados a trabajar en empleos vulnerables. El n煤mero de desempleados en todo el mundo ha llegado a los 34 millones, y otros 215 millones de mujeres y hombres se han convertido en trabajadores pobres. Por primera vez en la historia, m谩s de 1.000 millones de personas pasan hambre en todo el mundo.
Una recuperaci贸n no es significativa si las personas s贸lo se enteran de ella por los peri贸dicos. Los trabajadores necesitan comprobarla en sus propias vidas y medios de subsistencia.
En pocas palabras: una recuperaci贸n real debe llegar a la econom铆a real.
De cara al futuro, 驴qu茅 significa la rendici贸n de cuentas en t茅rminos pr谩cticos para las personas?
En primer lugar, debemos rendir cuentas sobre la creaci贸n de empleo de calidad. La crisis mundial del empleo est谩 enlenteciendo la recuperaci贸n y los progresos en la lucha contra la pobreza en los pa铆ses en desarrollo. Es hora de centrarse en el desarrollo humano y el trabajo decente, en particular en inversiones de sentido com煤n en empleos ecol贸gicos. Por decirlo simplemente, la recuperaci贸n econ贸mica no podr谩 ser sostenible sin la recuperaci贸n del empleo.
En segundo lugar, debemos responsabilizarnos ante los m谩s afectados por la crisis, en especial las mujeres. En todo el mundo, las mujeres son el aglutinante social que mantiene unidas a las familias y las comunidades. Una de las inversiones m谩s efectivas que podemos hacer es en la salud materna e infantil. La reuni贸n de los l铆deres en el Canad谩 puede apoyar nuestros esfuerzos globales por adoptar un plan de acci贸n mundial sobre la salud de las mujeres y los ni帽os y aportarle recursos.
En tercer lugar, debemos rendir cuentas de nuestras promesas. Las principales econom铆as del mundo se han comprometido a duplicar la asistencia para el desarrollo de 脕frica y reforzar los progresos en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015. M谩s recursos pueden transformar vidas y sociedades enteras.
Sabemos lo que funciona: invertir en el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria; cumplir los compromisos asumidos el pasado a帽o para garantizar la seguridad alimentaria y ayudar a los peque帽os agricultores a aumentar la productividad y el acceso a los mercados mediante el apoyo a planes nacionales; y garantizar que todos los ni帽os tienen acceso a la educaci贸n primaria.
Recientemente visit茅 una de las aldeas del Proyecto Aldeas del Milenio en Malawi y pude comprobar por m铆 mismo c贸mo las inversiones bien orientadas e integradas en salud, educaci贸n y tecnolog铆a pueden promover un crecimiento espectacular. Hace s贸lo tres a帽os, muchos de los habitantes de la aldea estaban al borde de la inanici贸n. Hoy est谩n vendiendo el grano sobrante en mercados de toda la regi贸n.
Las inversiones bien dirigidas crean empleo y oportunidades de amplio alcance.
La incertidumbre econ贸mica no puede ser una excusa para aminorar esos esfuerzos, sino un motivo para acelerarlos.
En una era de austeridad, debemos utilizar sabiamente recursos limitados. La rendici贸n de cuentas no es caridad. Es fundamental para un plan mundial coordinado de recuperaci贸n.
La atenci贸n centrada en las necesidades de los m谩s vulnerables puede promover el conocimiento econ贸mico hoy d铆a y sentar las bases para un futuro m谩s sostenible y pr贸spero.
En nuestra econom铆a mundial interconectada, rendir cuentas en todo el mundo es tambi茅n una manera sabia de rendir cuentas en casa.
El autor es el Secretario General de las Naciones Unidas.
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