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Secretario General Ban Ki-Moon

El nacimiento de una nueva naci贸n

Art铆culo de opini贸n - 芦International Herald Tribune禄, 7 de julio de 2011

Por Ban Ki-moon

Este s谩bado 9 de julio, la Rep煤blica del Sud谩n del Sur se unir谩 a la comunidad de naciones. Dignatarios extranjeros se encontrar谩n en su capital, Juba, para presenciar el izamiento de la bandera del nuevo pa铆s y la juramentaci贸n de su primer presidente, Salva Kiir Mayardit.

Para los m谩s de ocho millones de ciudadanos del Sud谩n del Sur, ese ser谩 un d铆a memorable y emotivo. En un referendo hist贸rico celebrado en enero, votaron a favor de separarse del resto del Sud谩n. El hecho de que lo hicieran de manera pac铆fica es un m茅rito de los dirigentes sudaneses del Norte y del Sur. Sin embargo, la condici贸n de naci贸n se ha logrado a un costo elevado: un n煤mero impresionante de vidas perdidas y de personas desplazadas en una guerra civil que dur贸 21 a帽os y que vino a terminar en 2005. Cuando los presidentes y primeros ministros reunidos aborden sus aeronaves oficiales para regresar a sus pa铆ses, los desaf铆os que habr谩 que encarar ser谩n enormes.

El d铆a de su nacimiento, el Sud谩n del Sur ocupar谩 uno de los 煤ltimos lugares en relaci贸n con todos los 铆ndices de desarrollo humano reconocidos. Las estad铆sticas son verdaderamente humillantes. El pa铆s tiene la tasa de mortalidad materna m谩s elevada del mundo. Seg煤n las estimaciones, el analfabetismo entre las mujeres sobrepasa el 80%. M谩s de la mitad de su poblaci贸n tiene que alimentarse, vestirse y guarecerse con menos de un d贸lar al d铆a. Las cuestiones cr铆ticas de la pobreza, la inseguridad y la falta de infraestructura tienen que ser abordadas por un gobierno relativamente nuevo, con poca experiencia e instituciones embrionarias.

Llegu茅 a apreciar por m铆 mismo la magnitud de estos desaf铆os cuando visit茅 el Sud谩n del Sur en 2007 鈥攗na superficie de 620.000 kil贸metros cuadrados con menos de 100 kil贸metros de carretera pavimentada. En este contexto m谩s amplio, el riesgo de que se incremente la violencia, se cause da帽o a las poblaciones civiles y aumenten los sufrimientos humanos es muy real.

Al mismo tiempo, el Sud谩n del Sur tiene un potencial considerable. Con sus enormes reservas de petr贸leo, sus grandes extensiones de tierras de cultivo y el r铆o Nilo que fluye por su centro, el Sud谩n del Sur podr铆a llegar a ser una naci贸n pr贸spera y autosostenida capaz de proporcionar seguridad, servicios y empleo a su poblaci贸n.

Por s铆 solo, el Sud谩n del Sur no puede hacer frente a esos desaf铆os ni hacer realidad sus posibilidades. Para ello necesita establecer asociaciones 鈥攗n compromiso pleno (y continuo) con la comunidad internacional y m谩s concretamente con sus vecinos.

Ante todo, los nuevos l铆deres del Sud谩n del Sur deber谩n comunicarse e interactuar con sus hom贸logos de Jartum. Es esencial establecer relaciones fuertes y pac铆ficas con el Norte. Una cuesti贸n prioritaria para ambos pa铆ses es lograr un acuerdo en relaci贸n con su frontera com煤n y establecer relaciones sostenibles para asegurar que ambos Estados puedan beneficiarse de los ingresos del petr贸leo en la regi贸n, y acuerdos transfronterizos para continuar sus fuertes lazos hist贸ricos, econ贸micos y culturales. La situaci贸n de inestabilidad que se ha observado 煤ltimamente en el Kordof谩n meridional y en Abyei ha tensado las relaciones entre el Norte y el Sur e intensificado la ret贸rica pol铆tica. Ha llegado el momento de que tanto el Norte como el Sur piensen en los beneficios a largo plazo del trabajo conjunto y no en el r茅dito pol铆tico a corto plazo a expensas de la otra parte.

El Sud谩n del Sur tambi茅n tiene que interactuar con sus dem谩s vecinos. En todo el mundo 鈥攜 en 脕frica en particular鈥� existe una tendencia a forjar asociaciones regionales. El Sud谩n del Sur se fortalecer谩 si llega a participar activamente en las organizaciones regionales del 脕frica oriental y a crear v铆nculos comerciales y pol铆ticos duraderos en todo el continente.

Por 煤ltimo, el Sud谩n del Sur debe llegar a su propio pueblo. Tiene que encontrar fuerza en la diversidad y crear instituciones que representen a toda la constelaci贸n de sus amplias comunidades geogr谩ficas y 茅tnicas. Se deben garantizar los elementos b谩sicos de todo Estado moderno y democr谩tico: libertad de expresi贸n, plenos derechos pol铆ticos, instituciones inclusivas que extiendan los beneficios a los ciudadanos de las zonas rurales, as铆 como a las regiones afectadas por el conflicto.

En el siglo XXI, la comunidad internacional ha llegado a reconocer cada vez m谩s las responsabilidades de los gobiernos respecto de sus ciudadanos, incluida la protecci贸n de un espacio pol铆tico y los derechos democr谩ticos. Los levantamientos populares en el 脕frica septentrional y el Oriente Medio han mostrado lo que puede suceder cuando los gobiernos no prestan atenci贸n a las necesidades de sus pueblos respectivos.

Las Naciones Unidas se han comprometido a ayudar al Gobierno del Sud谩n del Sur a cumplir sus muchas responsabilidades. Por eso he propuesto una nueva misi贸n de las Naciones Unidas en el Sud谩n del Sur: para ayudar a construir las instituciones que el pa铆s necesita para valerse por s铆 mismo. Al hacerlo, recordemos que las Naciones Unidas solo son una parte de un conjunto m谩s amplio de asociaciones que el Gobierno debe crear 鈥攃on el Norte, con sus vecinos de la regi贸n y sobre todo con su propio pueblo, lo que es m谩s importante.

El 9 de julio me unir茅 a otros l铆deres que viajan a Juba con ocasi贸n del nacimiento del Sud谩n del Sur. Lo 煤ltimo que una nueva naci贸n necesita es que se celebre su nacimiento y que despu茅s se le olvide hasta que surja la pr贸xima crisis. Nos proponemos hacer algo m谩s que celebrar este hito. Nuestro prop贸sito es destacar la obligaci贸n internacional de apoyar al pueblo del Sud谩n del Sur en sus esfuerzos por construir una naci贸n estable, fuerte y en 煤ltima instancia pr贸spera.

El autor es el Secretario General de las Naciones Unidas.