PROFUSIÓN DE AVANCES DIPLOMÁTICOS EN LAS NACIONES UNIDAS
Artículo de opinión - «Al-Hayat», 10 de octubre de 2013
Por Ban Ki-moon
Pocas cosas miden mejor el pulso de la situación mundial que el singular poder de convocatoria de las Naciones Unidas. Durante las últimas dos semanas, en el torbellino de reuniones y discursos que caracteriza la apertura del período de sesiones anual de la Asamblea General, me reuní con los dirigentes o los ministros de relaciones exteriores de países y grupos que representan al 99% de la población mundial.
¿Qué anima el corazón de la familia humana? Ante todo el anhelo de vivir sin conflictos, sin prejuicios, sin desigualdad, sin el calentamiento del planeta y sin la desesperanza de no poder hallar un empleo. En segundo lugar, el entusiasmo de vivir en una época de enormes oportunidades y de ser la primera generación que puede poner fin a la pobreza extrema. Sobre la base de la diplomacia que tuvo lugar en estos días en las Naciones Unidas, y plenamente consciente de los profundos desafíos que tenemos por delante, me siento alentado por nuestras posibilidades.
Esta semana el Consejo de Seguridad aprobó una resolución sobre la República Árabe Siria que supone un avance significativo: es la primera noticia esperanzadora sobre la crisis tras años de estancamiento e inercia. Las Naciones Unidas y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas llevarán a cabo ahora una misión conjunta urgente para salvaguardar y eliminar las existencias y los programas de armas químicas de la República Árabe Siria. Esto constituye un logro para la paz y la seguridad internacionales y da impulso a las iniciativas encaminadas a poner fin al conflicto.
El Consejo también aprobó una enérgica declaración sobre la difícil situación humanitaria en la República Árabe Siria, y seguimos insistiendo en el acceso, en que cesen los flujos de armas y las violaciones de los derechos humanos y, sobre todo, en que se celebre una conferencia internacional que tenga como objetivo poner fin a este terrible conflicto. No podemos conformarnos con destruir las armas químicas mientras la guerra generalizada destruye el país. La victoria militar es una ilusión; la única respuesta es una transición negociada que dé paso a la nueva República Árabe Siria que la población necesita y merece. Estamos decididos a llevar a las partes a la mesa a mediados de noviembre..
No solo con respecto a la República Árabe Siria hubo avances. El entorno de las Naciones Unidas propició un acercamiento entre la República Islámica del Irán y los Estados Unidos de América con miras a poner fin a decenios de tensión. Las reuniones de alto nivel lograron progresos en las transiciones democráticas en Myanmar y el Yemen, la compleja crisis en el Sahel y la aplicación del marco para la paz en la República Democrática del Congo y la región de los Grandes Lagos. Los Estados Miembros se comprometieron a prestar un firme apoyo a los países vecinos de la República Árabe Siria, que han acogido a dos millones de refugiados, y el Cuarteto del Oriente Medio se reunió por primera vez en más de un año para apoyar la reciente reanudación de las negociaciones israelo-palestinas.
Asimismo, los logros de las primeras semanas de la Asamblea no se circunscribieron a cuestiones inmediatas relacionadas con la paz y la seguridad. Las Naciones Unidas también impulsaron el tema del desarrollo sostenible, que es nuestro desafío más importante a largo plazo.
El año 2015 constituirá una oportunidad histórica: se cumplirán simultáneamente los plazos fijados para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la aprobación de una nueva agenda para el desarrollo después de 2015 y la conclusión de un nuevo acuerdo sobre el cambio climático. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio han inspirado gran entusiasmo, han centrado nuestros esfuerzos y han salvado millones de vidas. Son prueba de que la ayuda para el desarrollo y la colaboración entre múltiples agentes pueden contribuir a construir un mundo mejor. Sin embargo, en algunos objetivos nos hemos quedado muy a la zaga y demasiadas personas siguen excluidas o son objeto de explotación, en las minas, en el campo, en las fábricas. Al tiempo que nos esforzamos por concluir la labor en un conjunto de objetivos y definir otros para el período posterior a 2015, existe ya un consenso amplio en el sentido de que los derechos de la mujer, la gobernanza y la adopción de medidas en relación con la amenaza general del cambio climático deben figurar en un lugar prominente de la agenda. El próximo mes de septiembre celebraré una Cumbre sobre el Clima en Nueva York y muchos dirigentes han manifestado ya su intención de participar..
Las Naciones Unidas responden con rapidez en la fase inicial de un desastre y a menudo se ocupan en última instancia de problemas que otros consideran excesivamente complicados. En ocasiones la Organización asume el liderazgo y en otras colabora como parte de una constelación de agentes. A veces cumplimos nuestros objetivos, otras veces nos quedamos cortos. Pero la Organización trabaja constantemente en todo el mundo, las 24 horas del día y los siete días de la semana, para promover los objetivos de la humanidad en las circunstancias más difíciles. La diplomacia y las medidas multilaterales siguen demostrando su valor como primera y mejor opción para hacer frente tanto a las crisis actuales como a los complejos desafíos que plantea nuestro futuro común. La función central que desempeñan las Naciones Unidas en la actualidad refleja la lógica global de nuestro tiempo: con nuestros destinos cada vez más entrelazados, nuestro futuro depende de una cooperación cada vez más profunda y amplia.