In Memoriam: Argel, 11 de diciembre de 2007
Palabras dirigidas a los funcionarios de la Sede a su vuelta de Argel
Nueva York, 19 de diciembre de 2007
Estimados colegas, se?oras y se?ores, y Excelent赤simo Se?or Embajador Youcef Yousfi de Argel.
Les doy las gracias por la oportunidad de reunirme con todos ustedes esta ma?ana. Es para m赤 una gran satisfacci車n estar de nuevo entre ustedes. Como saben, vengo directamente del aeropuerto tras mi visita de ayer a Argel.
Como ya he dicho, durante esa visita me conmovi車 y horroriz車 profundamente lo que tuve ocasi車n de ver.
La explosi車n que destroz車 el complejo de las Naciones Unidas en Argel el martes pasado tuvo un impacto devastador. Una parte del edificio del PNUD qued車 completamente arrasada. Hay escombros esparcidos por todas partes, y tambi谷n hay esparcidos objetos de nuestra vida cotidiana: archivadores, computadoras, marcadores. Me conmovi車 enormemente ver todos esos objetos que nuestros colegas estaban utilizando en el momento de la explosi車n. Es evidente que en la Casa de las Naciones Unidas en Argel, la vida se detuvo a las 9.30 de la ma?ana el 11 de diciembre de 2007.
Tuve ocasi車n de reunirme con los sobrevivientes y las familias de las v赤ctimas, muchos de ellos ni?os. Esos encuentros fueron sumamente emotivos y desgarradores. En m芍s de una oportunidad me sent赤 tan abrumado por la emoci車n que no pude seguir hablando, especialmente al ver ni?os peque?os que hab赤an perdido sus padres, padres que hab赤an perdido un hijo o una hija querida, esposos y esposas que hab赤an perdido tan brutalmente un ser querido.
Me conmovieron profundamente el coraje y la dignidad de todos estos colegas y de las familias de las v赤ctimas. Conoc赤 al padre de un valiente guardia de seguridad que result車 muerto cuando se arroj車 literalmente contra el cami車n suicida que se acercaba. Conoc赤 a un joven y valiente funcionario del UNFPA que, tras haber sido arrojado al suelo por el impacto de la explosi車n, pas車 horas escarbando los escombros en busca de sobrevivientes, corriendo as赤 谷l mismo grave peligro.
Muchos familiares de las v赤ctimas me rogaron que las Naciones Unidas hicieran m芍s para luchar contra el terrorismo. He redoblado mi determinaci車n de insistir en la aplicaci車n de la Estrategia global de las Naciones Unidas contra el terrorismo, aprobada por los 192 Estados Miembros de las Naciones Unidas el a?o pasado.
Por sobre todo, la experiencia fortaleci車 mi determinaci車n de hacer todo lo que est芍 a mi alcance para mejorar la seguridad de nuestro personal. Me propongo presentar pronto una propuesta relativa a un examen de la seguridad de las Naciones Unidas en todo el mundo.
Pedir谷 a los gobiernos que tomen medidas para cumplir sus obligaciones con arreglo a la resoluci車n 59/276 de la Asamblea General, en que se establece que la responsabilidad primordial de garantizar la seguridad y la protecci車n del personal y los locales de las Naciones Unidas recae en el pa赤s anfitri車n. Har谷 tambi谷n varias sugerencias concretas a los gobiernos de los pa赤ses en que est芍n presentes las Naciones Unidas sobre formas de mejorar la seguridad y sobre medidas de seguridad, en aspectos que van desde la ubicaci車n a las comunicaciones.
Haremos tambi谷n todo lo que est谷 a nuestro alcance para establecer en los lugares de destino sistemas de comunicaciones que funcionen adecuadamente cuando se produce una situaci車n de emergencia. La familia de las Naciones Unidas en Argel enfrent車 graves problemas log赤sticos de comunicaciones la semana pasada, y eso hizo que su tragedia fuera a迆n m芍s terrible. Debemos solucionar esta situaci車n en los lugares de destino de todo el mundo, y as赤 lo haremos.
Hacemos frente tambi谷n a un problema de comunicaci車n m芍s general. Tenemos que explicar mejor al p迆blico y a los medios de informaci車n la funci車n que desempe?an las Naciones Unidas en todas partes: por qu谷 estamos all赤, qu谷 hacemos, qu谷 representamos y qu谷 no hacemos. Debemos indicar claramente que no representamos los intereses de ning迆n grupo de naciones por sobre otro. Debemos explicar claramente que nuestra misi車n es retirar minas, construir escuelas, administrar cl赤nicas, promover el estado de derecho, contribuir a proteger el medio ambiente y ayudar a proteger los derechos humanos. Es decir, mejorar las vidas de los hombres, las mujeres y los ni?os a cuyo servicio estamos.
Inmediatamente despu谷s de esta tragedia, nuestra primera obligaci車n es garantizar que la familia de las Naciones Unidas atienda a sus propios miembros. Muchos de los funcionarios nacionales que fallecieron en la explosi車n eran el 迆nico sost谷n de su familia. Es crucial que hagamos llegar a esas familias alg迆n tipo de pago de solidaridad para ayudarles hasta que puedan cobrar las indemnizaciones del seguro.
Varios organismos han propuesto que se haga este tipo de pago para ayudar a los afectados a hacer frente a las dificultades iniciales, y no como un intento de compensar a los que sacrificaron sus vidas. He pedido al Coordinador Residente en Argel que distribuya los pagos de solidaridad a las familias de los ca赤dos y a los heridos.
Estimados colegas y amigos,
Al final de mi visita a Argel, el Coordinador Residente me entreg車 la bandera que ondeaba sobre la Casa de las Naciones Unidas en el momento del ataque. La he tra赤do hoy conmigo y me propongo desplegarla siempre que sea apropiado, para recordemos siempre a nuestros colegas ca赤dos y luchemos resueltamente contra el terrorismo.
Aunque desgarrada y deste?ida, esta bandera sigue orgullosa y resuelta, y simboliza el sacrificio de nuestros colegas y nuestra determinaci車n de perseverar.
Honremos esta bandera, y la memoria de nuestros compa?eros ca赤dos, redoblando nuestros esfuerzos en pro de la paz y la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos en todo el mundo. Es nuestro deber esforzarnos por ser dignos custodios de su legado.
Les agradezco sinceramente su firme apoyo. Es para m赤 un gran honor servir junto con ustedes a esta Organizaci車n, y me siento profundamente conmovido por esta demostraci車n de solidaridad en este momento tan dif赤cil. Muchas gracias.