5 marzo 2021

Seg¨²n el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la tasa mundial de alfabetizaci¨®n en adultos con discapacidad es tan solo del 3%, y apenas del 1% para las mujeres con discapacidad. Los 1.000 millones de personas con discapacidad son la minor¨ªa m¨¢s grande del mundo, y representan alrededor del 15% de la poblaci¨®n mundial. Por lo tanto, es urgente que se les integre de manera plena en la sociedad, lo que implica tener acceso igualitario a una educaci¨®n de calidad.

Sin embargo, los estudiantes, acad¨¦micos e investigadores con discapacidad en la ense?anza superior siguen estando infrarrepresentados, adem¨¢s se encuentran entre los grupos m¨¢s marginados, vulnerables y excluidos del campus. Tienen dificultades para acceder a las instalaciones de aprendizaje y se enfrentan a diversas formas de estigmatizaci¨®n y discriminaci¨®n, as¨ª como a barreras para ejercer sus derechos. La educaci¨®n inclusiva es importante no solo para los estudiantes, acad¨¦micos y universitarios con discapacidad, sino tambi¨¦n para las sociedades en las que viven, ya que ayuda a combatir la discriminaci¨®n y a promover tanto la diversidad como la participaci¨®n.

En la serie de entrevistas de Impacto Acad¨¦mico de las Naciones Unidas (UNAI) sobre discapacidad y educaci¨®n superior, se destacan las contribuciones de los intelectuales con discapacidad en el mundo acad¨¦mico y se exploran formas para construir un entorno de aprendizaje verdaderamente inclusivo.?El primer art¨ªculo analiza la relaci¨®n entre la discapacidad y la tecnolog¨ªa en lo que respecta a la academia, que es especialmente relevante en el contexto de la pandemia de COVID-19 en curso que ha cambiado la ense?anza y el aprendizaje en l¨ªnea.

S¨®focles dijo que "nada vasto entra en el mundo de los mortales sin una maldici¨®n". Esto se puede aplicar a los avances tecnol¨®gicos, cuando se lanzan nuevas innovaciones para mejorar vidas, pero se presta menos atenci¨®n a sus limitaciones inadvertidas oa quienes quedan fuera. Rosemarie Garland-Thomson, profesora em¨¦rita de ingl¨¦s y bio¨¦tica en la Universidad de Emory en los Estados Unidos, puede dar fe de las formas en que los requisitos laborales para los profesores cambian a medida que la tecnolog¨ªa evoluciona, a menudo sin adaptarse a las necesidades de las personas con discapacidades, por lo que necesitan su ejercicio de ingenio y creatividad para satisfacer sus demandas profesionales y mantenerse al d¨ªa con este mundo que cambia r¨¢pidamente.

El profesor Garland-Thomson trabaja como acad¨¦mico, educador, investigador y defensor en una nueva ¨¢rea de la educaci¨®n que se conoce como estudios cr¨ªticos de discapacidad, que tiene como objetivo promover el acceso, la inclusi¨®n y la identidad de las personas con discapacidad en una amplia gama de instituciones y comunidades. Un libro del que fue coautora, 51³Ô¹Ï, es una colecci¨®n de ensayos escritos por personas con discapacidades sobre c¨®mo navegan por el mundo. Ella dice que el trabajo m¨¢s significativo que ha realizado como profesora es "mostrar a todos en un entorno institucional educativo cu¨¢n fundamental es la experiencia de la discapacidad para la condici¨®n humana y el hecho de que las personas con discapacidad pueden tener una vida digna y productiva".

Como profesora con una discapacidad cong¨¦nita, se describe a s¨ª misma como una persona con restricci¨®n en la parte superior del cuerpo, y hacer su trabajo acad¨¦mico en un mundo cada vez m¨¢s inclinado a la tecnolog¨ªa ha hecho que su trabajo sea m¨¢s f¨¢cil en muchos casos, pero menos en otros. ¡°La mayor¨ªa de la gente usa la tecnolog¨ªa para comunicarse, hacer cosas y trabajar, pero para las personas con discapacidad, tenemos el desaf¨ªo por delante de usar tecnolog¨ªa que no ha sido construida para nosotros¡±, dijo al hablar de la relaci¨®n entre tecnolog¨ªa. y discapacidades.

Como ejemplo de c¨®mo la tecnolog¨ªa puede ser tanto inclusiva como exclusiva, la profesora Garland-Thomson dice que usa la tecnolog¨ªa talk-to-text para escribir y tomar notas, ya que los teclados tradicionales no son compatibles con su discapacidad. En ese sentido, la tecnolog¨ªa ayuda a facilitar su trabajo. Sin embargo, como el aprendizaje se movi¨® r¨¢pidamente en l¨ªnea debido a la pandemia de COVID-19 en curso, la tecnolog¨ªa represent¨® una barrera para una experiencia de ense?anza virtual fluida para ella. Mientras asist¨ªa a las videoconferencias, no pudo usar la funci¨®n de chat ni tomar notas en la mayor¨ªa de las plataformas de videoconferencia. Cit¨® esto como uno de los casos en los que tiene que trabajar con tecnolog¨ªa que no fue dise?ada para personas con discapacidades.

Como resultado, la impuls¨® a colaborar con un colega que tiene problemas de audici¨®n. Al usar la iluminaci¨®n adecuada y anunciar sus palabras, puede facilitarle a su colega la lectura de labios, y esto le permite a su colega ayudarla a escribir notas. Las funciones de dictado y subt¨ªtulos autom¨¢ticos de las herramientas de videoconferencia como Skype tambi¨¦n les ayudan a comunicarse eficazmente entre s¨ª en l¨ªnea. Para el profesor, la colaboraci¨®n creativa entre profesores con discapacidad les permite apoyarse entre s¨ª y mantenerse al d¨ªa con las cambiantes demandas de su trabajo, aunque sus tecnolog¨ªas preferidas no siempre sean compatibles o est¨¦n dise?adas para ser utilizadas en conjunto.

La profesora Garland-Thomson dijo que el proceso de navegar en un entorno de ense?anza e investigaci¨®n que no se construy¨® teniendo en cuenta a las personas con discapacidades ha enriquecido su enfoque del trabajo acad¨¦mico sobre la discapacidad al brindarle la oportunidad de volverse m¨¢s anal¨ªtica. Su experiencia es "un claro ejemplo de c¨®mo el uso de la tecnolog¨ªa para todas las personas ha cambiado con el tiempo y c¨®mo la tecnolog¨ªa aument¨® nuestro acceso [de personas con discapacidades] al mundo y actu¨® como una barrera para nuestro acceso al mundo al mismo tiempo".

Cuando se le pregunt¨® acerca de las implicaciones de la relaci¨®n entre tecnolog¨ªa y academia para el futuro de la educaci¨®n, el profesor hizo un llamado a todas las instituciones educativas para que lleven un paso m¨¢s all¨¢ su compromiso con la diversidad y la inclusi¨®n. ¡°Para lograr verdaderamente una cultura institucional de inclusi¨®n, deben reclutar a m¨¢s personas con discapacidad y brindar no solo acceso a tecnolog¨ªas, sino tambi¨¦n apoyo¡±, explic¨®. ¡°Esta es la ¨²nica forma en que los estudiantes, profesores y administradores con discapacidades pueden sentirse c¨®modos para identificarse como personas con discapacidades y solicitar las adaptaciones que necesitan sin temor a ser entendidos como un gasto o una carga¡±.

La profesora Garland-Thomson espera un futuro en el mundo acad¨¦mico donde la discapacidad como asignatura est¨¦ incorporada en los planes de estudio y los cursos universitarios y "est¨¦ escrita en prosa que sea accesible para todos, sin importar la disciplina acad¨¦mica". Tambi¨¦n espera que la historia y la cultura de la discapacidad puedan estudiarse, entenderse e integrarse ampliamente, "as¨ª como hemos integrado a las mujeres y las minor¨ªas raciales en los planes de estudio y en la instituci¨®n de educaci¨®n superior".

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