Cuando una persona se convierte en refugiada?¨Ces decir, una persona que ha escapado de su pa¨ªs por motivos pol¨ªticos, religiosos o econ¨®micos o huyendo de una guerra¨C, no solo se queda sin su hogar. Siente?que ha?perdido tu identidad, y tambi¨¦n se han perdido por el camino los fuertes v¨ªnculos que le un¨ªan a sus amigos y familiares que se han quedado en su pa¨ªs. De repente se encuentra?en un entorno nuevo en el que no puede?contar con nadie. Hay que imaginarse el valor que se necesita para rehacer la?vida partiendo de cero.

Para conmemorar el D¨ªa Mundial de los Refugiados, que se celebra el 20 de junio, la iniciativa Impacto Acad¨¦mico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en ingl¨¦s) ha producido una serie de podcasts y art¨ªculos en los que se narran historias de refugiados de?Afganist¨¢n, Myanmar/Tailandia, Nepal/But¨¢n, Hait¨ª y Rwanda.

Seg¨²n el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), al menos 79,5 millones de personas en todo el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares. Entre ellas hay 26 millones de refugiados y refugiadas, la mitad de los cuales son menores de 18 a?os. Casi el 50% de todos los ni?os y ni?as refugiados(as) en edad escolar no est¨¢n escolarizados(as) y solo un 3% de estudiantes refugiados(as)?cursan actualmente estudios superiores. Los motivos de esta situaci¨®n est¨¢n estrechamente relacionados con la falta de asistencia psicol¨®gica?y econ¨®mica y a menudo con la deficiente calidad de las pol¨ªticas gubernamentales de los pa¨ªses de acogida.

La educaci¨®n superior brinda a los refugiados(as)?oportunidades de introducir un cambio radical en sus vidas, lo cual puede resultar beneficioso no solo para los refugiados(as)?sino tambi¨¦n a largo plazo para sus comunidades de acogida. En esta serie, la UNAI presenta las historias de Neh Meh, Dawood, Aliny, Lok Darjee y Donaldo, que se han matriculado en clases de educaci¨®n superior como un medio para mejorar sus vidas.

Dawood Moni era un ni?o de 13 a?os que viv¨ªa en Afganist¨¢n cuando su vida dio un vuelco. ¡°En el a?o 2002, justo cuando el r¨¦gimen de los Talibanes se estaba desmoronando, lleg¨® de repente un se?or de la guerra y se apoder¨® de nuestro pueblo y nos vimos obligados a salir de Afganist¨¢n e irnos a?Pakist¨¢n¡±.

Despu¨¦s de migrar a?Pakist¨¢n en calidad de refugiados, los diez miembros de su familia tuvieron que compartir una peque?a habitaci¨®n en Quetta, ciudad situada cerca de la frontera con Afganist¨¢n y comenzar una nueva vida. No ten¨ªan suficiente comida para alimentarse ni dinero para comprar ropa. Para ayudar a su padre a mantener a su familia, Dawood empez¨® a trabajar en un?taller de metalurgia, donde le pagaban solo cuatro d¨®lares al mes. ¡°No puedo vivir as¨ª el resto de mi vida. Limpiando las tuber¨ªas y la oficina, sirviendo t¨¦ al personal y a los clientes todo el d¨ªa.¡± Esta experiencia indujo a Dawood a intentar estudiar. ¡°La educaci¨®n me permitir¨ªa cambiar las condiciones de vida de toda mi familia.¡±

Pero para un refugiado la educaci¨®n era un lujo. Dawood no pod¨ªa asistir a la escuela p¨²blica en Pakist¨¢n, as¨ª que su ¨²nica opci¨®n era una escuela para refugiados, donde tambi¨¦n lo rechazaron porque ya asist¨ªan a ella demasiados refugiados. ¡°?Oiga! ?Conoce usted al director de esta escuela? Por favor d¨ªgale que me permita asistir.¡± Cada ma?ana se colocaba delante de la instituci¨®n y ped¨ªa ayuda a los estudiantes y al personal, sin resultado alguno. Un d¨ªa, cuando el propio director se acerc¨® a ¨¦l con una vara en la mano, Dawood supo que hab¨ªa llegado el momento de renunciar a estudiar en esta escuela.

Aunque afortunadamente fue admitido en otra escuela, tardaba dos horas en ir y volver. Todos los d¨ªas acababa agotado, ya que ten¨ªa que recorrer una gran distancia para ir a la escuela, cuidar a sus hermanos peque?os en casa y trabajar en el taller de metalurgia. Pero nunca perdi¨® el inter¨¦s por aprender; adem¨¢s estaba contento de haber tenido por fin una oportunidad de estudiar, lo que le brindar¨ªa a su vez oportunidades mucho mejores que la de trabajar en un sitio peque?o. Al graduarse, Dawood sac¨® las mejores notas de la escuela, con una puntuaci¨®n global del 98%.

Y hab¨ªa llegado el momento de avanzar. Dawood obtuvo una beca para asistir a la Universidad Isl¨¢mica de Tecnolog¨ªa en Bangladesh, donde se especializ¨® en ingenier¨ªa el¨¦ctrica y en educaci¨®n?vocacional. Tras su graduaci¨®n, aplic¨® sus conocimientos de ingenier¨ªa y sus habilidades en materia formativa para dar clases durante ocho a?os a ¡°miles de t¨¦cnicos e ingenieros¡± de organizaciones p¨²blicas y privadas de?Afganist¨¢n.? ?

Y su b¨²squeda de educaci¨®n no ha terminado. En 2020, Dawood obtuvo otra beca y ahora est¨¢ estudiando una maestr¨ªa en gesti¨®n de la educaci¨®n en el marco de un programa conjunto de la Universidad de Ludwigsburg, en Alemania, y la Universidad de Helwan, en Egipto. ¡°Afganist¨¢n no cuenta con los trabajadores y t¨¦cnicos especializados que necesita para reconstruir el pa¨ªs. Espero que si contin¨²o estudiando podr¨¦ servir mejor a mi pa¨ªs y seguir trabajando (como experto en formaci¨®n vocacional) el resto de mi carrera profesional.¡± Gracias a la educaci¨®n superior, Dawood pudo averiguar cu¨¢l era su misi¨®n en la vida.

Dawood cree que se puede empoderar a j¨®venes estudiantes de todo el mundo?mediante la educaci¨®n acad¨¦mica y afirma que, una vez que han estudiado, las personas pueden elegir su propia carrera profesional, so?ar con un nuevo futuro y cambiar sus vidas. ¡°Fue la educaci¨®n lo que cambi¨® mi vida. Sin la educaci¨®n superior todav¨ªa estar¨ªa trabajando en el taller de metalurgia en Pakist¨¢n. Quiero ayudar a empoderar a los j¨®venes para que elijan su propia vida como hice yo. Espero que ellos tambi¨¦n puedan contribuir al desarrollo de nuestro pa¨ªs.¡±

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