Imani Khumalo, una estudiante reci¨¦n graduada en una Universidad de Johannesburgo (Sud¨¢frica), todav¨ªa recuerda la terrible sensaci¨®n que experiment¨® durante una clase de filosof¨ªa en el segundo curso de carrera.

El profesor pregunt¨® a los alumnos si, en su opini¨®n, la ley de inmigraci¨®n en Sud¨¢frica deber¨ªa ser m¨¢s restrictiva. Imani sinti¨® que los latidos de su coraz¨®n se aceleraban cuando uno de sus compa?eros de clase afirm¨® que estas leyes deber¨ªan ser m¨¢s estrictas para impedir que todos los extranjeros que entraban ilegalmente al pa¨ªs quitaran los puestos de trabajo a sus nacionales. Imani, quien, por razones personales pidi¨® que utiliz¨¢ramos un seud¨®nimo, no se sinti¨® con fuerzas para rebatir estas afirmaciones por miedo a que los dem¨¢s se pusieran en su contra si lo hac¨ªa.¡±

En su calidad de ¡°extranjera¡± nacida y criada en Tanzan¨ªa, era natural que Imani se sintiera as¨ª. Y no era la primera vez que escuchaba manifestaciones de odio racista y xen¨®fono. Recuerda que, una vez, un compa?ero de instituto le grit¨® ¡°As¨ª que eres de Tanzan¨ªa. ?Pues vuelve a tu pa¨ªs!¡± Sin embargo, el caso de Imani es solo la punta del iceberg; es tan solo un ejemplo que nos sirve para ilustrar la creciente tendencia que registran los sentimientos xen¨®fobos en Sud¨¢frica, pa¨ªs que, en 1994, logro vencer el r¨¦gimen de discriminaci¨®n racial legalizada conocido como apartheid.

Seg¨²n la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la xenofobia, la violencia y la discriminaci¨®n han aumentado en Sud¨¢frica, y entre sus manifestaciones cabe se?alar la ¡°Operaci¨®n Dudula¡±, que empez¨® siendo una campa?a en Internet y ahora se ha convertido en una iniciativa para la movilizaci¨®n de protestas violentas, violencia paramilitar, incendios provocados contra las viviendas y las empresas de migrantes e incluso el asesinato de nacionales de origen extranjero.

A mediados de julio de este a?o, un grupo de expertos de las Naciones Unidas, del que formaba parte E. Tendayi Achiume, Relatora Especial sobre las formas contempor¨¢neas de racismo, discriminaci¨®n racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, advirti¨® de la impunidad con la que act¨²an las personas que cometen delitos relacionados con la ret¨®rica y la violencia xen¨®fobas, lo que ha dado lugar a una falta de rendici¨®n de cuentas por violaciones graves de los derechos humanos y a la proliferaci¨®n de plataformas pol¨ªticas racistas y xen¨®fobas.¡±

Cabe se?alar a este respecto que la reciente oleada de xenofobia no va dirigida principalmente a la poblaci¨®n ¡°blanca¡±, que, durante el r¨¦gimen del apartheid, hab¨ªa gozado de privilegios sobre la poblaci¨®n negra sudafricana. Ahora, el odio se centra en las personas de origen extranjero y los migrantes y las migrantes procedentes de otros pa¨ªses del continente africano. Seg¨²n la ONG Human Rights Watch, cuando la violencia xen¨®foba estall¨® en Johannesburgo en 2008, se propag¨® con rapidez a otras provincias, provocando 62 v¨ªctimas mortales, entre ellas 21 nacionales de Sud¨¢frica, 11

de Mozambique, 5 de Zimbabwe y 3 de Somalia. Las personas procedentes de estos pa¨ªses vecinos son vigiladas cada vez m¨¢s de cerca, alegando sin justificaci¨®n alguna que han venido a quitar los puestos de trabajo a los sudafricanos y las sudafricanas.

En un pa¨ªs en el que escasean las leyes contra la xenofobia el mundo acad¨¦mico ha desempe?ado un papel fundamental por su respuesta a los casos de xenofobia, violencia y discriminaci¨®n. Una de sus iniciativas en este ¨¢mbito es Xenowatch, una plataforma en l¨ªnea gestionada por University of the Witwatersrand, una instituci¨®n de Johannesburgo miembro de la Iniciativa Impacto Acad¨¦mico de las Naciones Unidas. La labor de Xenowatch, que se inici¨® en 2018, consiste en vigilar las amenazas y los ataques xen¨®fobos sobre las personas y la propiedad en todo el territorio de Sud¨¢frica.

Uno de sus proyectos emblem¨¢ticos es en el que se indica el n¨²mero de casos y muertes registrados en el pa¨ªs debido a la violencia xen¨®foba, y d¨®nde se han producido. Seg¨²n los datos de dicho panel informativo, desde 1994 se han registrado en el pa¨ªs 952 casos que han dado lugar a 123.760 desplazamientos, 4.849 tiendas saqueadas y un total de 644 v¨ªctimas mortales a 4 de agosto de 2022.

Este tipo de estad¨ªsticas es especialmente ¨²til en Sud¨¢frica, pa¨ªs en el que los legisladores no recopilan ni publican datos oficiales sobre el n¨²mero de casos de xenofobia. Adem¨¢s de los informes que publican los medios, Xenowatch recibe informaci¨®n directa de las v¨ªctimas o sus familias que utiliza para verificar las cifras. La plataforma gestiona una l¨ªnea de atenci¨®n directa en WhatsApp, una red social muy popular, donde las v¨ªctimas pueden denunciar los casos.

Silindile Nanzile Mlilo, gestora de proyectos de la plataforma Xenowatch e investigadora en la instituci¨®n University of the Witwatersrand, explica que la mayor¨ªa de las personas de origen extranjero, en particular las que habitan en zonas densamente pobladas, se han acostumbrado a la violencia y la discriminaci¨®n xen¨®fobas. Para sobrevivir y evitar los ataques, estas personas buscan la manera de adaptarse a esta situaci¨®n, dado que esta es una realidad que, en la mayor¨ªa de los casos, no pueden evitar. El objetivo de Xenowatch es actuar como plataforma de alarma, compartiendo datos con las fuerzas del orden y la sociedad civil para facilitar su labor de lucha contra la xenofobia en Sud¨¢frica.

Aunque todav¨ªa no se han observado efectos concretos, los esfuerzos de la iniciativa pronto podr¨ªan dar resultados. En los ¨²ltimos a?os se han registrado varios casos en los que los datos recopilados por Xenowatch se han compartido con organizaciones no gubernamentales con miras a ejercer presi¨®n o a enviar cartas a los diputados del Parlamento denunciando la situaci¨®n. Una ley m¨¢s estricta contra la xenofobia contribuir¨ªa probablemente a aumentar la seguridad de los entornos en los que viven las personas de origen extranjero.

En 2021, las Naciones Unidas celebraron el 20? aniversario de la Declaraci¨®n y el Programa de Acci¨®n de Durban sobre la lucha contra el racismo, la intolerancia y la discriminaci¨®n. Pese a los avances realizados en todo el mundo, estamos lejos de la erradicaci¨®n total, y por ello pensamos que es fundamental volver , que instaba a las instituciones acad¨¦micas a promover la investigaci¨®n, intercambiar experiencias y buenas pr¨¢cticas y llevar a cabo actividades de promoci¨®n en este ¨¢mbito.