Convivir en paz: un proceso necesario para el desarrollo sostenible
La paz no s¨®lo es la ausencia de conflictos. Convivir en paz consiste en aceptar las diferencias y tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y apreciar a los dem¨¢s, as¨ª como vivir de forma pac¨ªfica y unida. Es un proceso positivo, din¨¢mico y participativo en que se debe promover el di¨¢logo y solucionar los conflictos con un esp¨ªritu de entendimiento y cooperaci¨®n mutuos.
La Asamblea General, reconociendo la necesidad de eliminar todas las formas de discriminaci¨®n e intolerancia, en su , declar¨® el 16 de mayo como el D¨ªa Internacional de la Convivencia en Paz, enfatizando la importante funci¨®n de la sociedad civil, incluidos el mundo acad¨¦mico y los grupos de voluntarios, en el fomento del di¨¢logo entre religiones y culturas, y alentando a que se apoyen medidas pr¨¢cticas que movilicen a la sociedad civil, como la creaci¨®n de capacidad, oportunidades y marcos de cooperaci¨®n.
La Declaraci¨®n del Milenio y su resoluci¨®n , de 25 de septiembre de 2015, titulada "Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible", establece la importancia de propiciar sociedades pac¨ªficas, justas e inclusivas que est¨¦n libres del temor y la violencia. No puede haber desarrollo sostenible sin paz, ni paz sin desarrollo sostenible.
Teniendo presente los prop¨®sitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y especialmente el empe?o en preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, la Asamblea General invita a todos los Estados Miembros a que sigan promoviendo la reconciliaci¨®n, para contribuir a hacer realidad la paz duradera y el desarrollo sostenible trabajando con las comunidades, los dirigentes religiosos y otros agentes competentes, a trav¨¦s de medidas conciliadoras y servicios altruistas, entre otros medios, y alentando el perd¨®n y la compasi¨®n entre las personas.
Antecedentes
Tras la devastaci¨®n de la Segunda Guerra Mundial, la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas se cre¨® con fines y principios que buscaban especialmente librar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra. Uno de esos fines es conseguir la cooperaci¨®n internacional para resolver problemas internacionales de car¨¢cter econ¨®mico, social, cultural o humanitario y promover e incentivar el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales sin distinci¨®n de raza, sexo, idioma o religi¨®n.
El 20 de noviembre de 1997, la Asamblea General proclam¨®, en su , el a?o 2000 como el "A?o Internacional de la Cultura de la Paz". El 10 de noviembre de 1998, proclam¨® el per¨ªodo comprendido entre los a?os 2001 y 2010 como el "Decenio Internacional de una Cultura de Paz y No Violencia para los Ni?os del Mundo".
El 6 de octubre de 1999, la Asamblea General adapt¨®, mediante la , la Declaraci¨®n y Programa de Acci¨®n sobre una Cultura de Paz, que constituye un mandato universal para la comunidad internacional, en particular para el sistema de las Naciones Unidas, en lo que se refiere a la promoci¨®n de una cultura de paz y no violencia que beneficie a la humanidad, sobre todo a las generaciones futuras.
Tal declaraci¨®n se produjo como resultado del preciado concepto, establecido dese hace mucho, ¡ªcontenido dentro de la Constituci¨®n de la UNESCO¡ª de que "puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz". La Asamblea General sigue dando a entender que la paz no solo es la ausencia de conflictos, sino tambi¨¦n un proceso participativo, positivo y din¨¢mico donde se fomenta el di¨¢logo y los conflictos se resuelven en una atm¨®sfera de mutuo entendimiento y cooperaci¨®n.
Queda claro que para cumplir tal aspiraci¨®n es necesario eliminar la discriminaci¨®n e intolerancia en todas sus formas, incluyendo las basadas en la raza, el color, el sexo, el idioma, la religi¨®n, la opini¨®n pol¨ªtica o de otra ¨ªndole, el origen nacional, ¨¦tnico o social, la posici¨®n econ¨®mica, los impedimentos f¨ªsicos, el nacimiento o cualquier otra condici¨®n.
Mensaje
Promover la convivencia significa ante todo perpetuar la memoria de las atrocidades del pasado. Porque no olvidar nunca la espiral mortal que puede engendrar el odio al pr¨®jimo significa recordar que el respeto a los dem¨¢s sigue siendo la condici¨®n imprescindible para sentar las bases de la paz.