29 septiembre 2015

Vivimos en una era en la que el nivel de sufrimiento humano a consecuencia de conflictos intraestatales parece estar aumentando exponencialmente. El desaf赤o fundamental sigue siendo c車mo crear el impulso pol赤tico para generar respuestas oportunas y no selectivas al sufrimiento humano (MacFarlane y Weiss, 2000). En el centro del sufrimiento humano que estamos presenciando est芍n las penurias de las poblaciones vulnerables, principalmente los ni?os. De todas las amenazas que definen los conflictos contempor芍neos, el uso de ni?os soldados representa una de las tendencias de mayor alcance y m芍s perturbadoras a d赤a de hoy. Si en el pasado se obligaba a los ni?os a luchar pese a su juventud, ahora se les obliga a hacerlo debido a ella.

Los nuevos planteamientos de la prevenci車n de conflictos deben incluir formas de priorizar la protecci車n de los ni?os. Como afirmaba Gra?a Machel, nuestro fracaso colectivo a la hora de proteger a los ni?os debe transformarse en una oportunidad para afrontar los problemas que causan su sufrimiento (2001, p芍g. XI). Es posible que nuestra incapacidad para prevenir los conflictos y darles respuesta est谷 directamente relacionada con nuestra incapacidad para proteger a los ni?os y prevenir su uso deliberado en los conflictos armados.

ALERTA TEMPRANA

Desde su implantaci車n en 2005, la doctrina de la responsabilidad de proteger ha tratado de promover la prevenci車n de los conflictos. Utilizando la idea de indicadores de alerta temprana, la responsabilidad de proteger tiene por objeto obligar a la comunidad mundial a adoptar medidas para evitar atrocidades masivas. Las Naciones Unidas ten赤an intenci車n de establecer una capacidad de alerta temprana para fundamentar medidas firmes y oportunas (Gu谷henno, Ramcharan y Mortimer, 2010). Si conseguimos entender y reconocer el momento en el que se produce esta movilizaci車n hacia atrocidades masivas en sus primeras fases, podremos aprovechar esta oportunidad cr赤tica para crear respuestas m芍s eficaces.

Aparentemente, el sistema de las Naciones Unidas no entiende completamente que el car芍cter y la urgencia de las situaciones que conducen al genocidio exigen un an芍lisis y un enfoque 迆nicos, que justifican un mandato hecho a medida para este fin (citado en Akhavan, 2011, p芍g. 21). La responsabilidad de proteger est芍 dise?ada espec赤ficamente para prevenir las atrocidades masivas y el genocidio mediante la adopci車n de un enfoque ※limitado pero profundo§ descrito por el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon:

Nuestra concepci車n de la responsabilidad de proteger es, por lo tanto, limitada pero profunda. Su alcance est芍 limitado y se centra exclusivamente en los cuatro delitos y violaciones acordados por los l赤deres mundiales en 2005. Ampliar el principio para abarcar otras calamidades como el VIH/SIDA# menoscabar赤a el consenso de 2005 y extender赤a el concepto m芍s all芍 del reconocimiento o la utilidad operativa. Al mismo tiempo, nuestra respuesta debe ser profunda y utilizar todo el conjunto de herramientas de prevenci車n y protecci車n de que disponen el sistema de las Naciones Unidas, sus asociados regionales, subregionales y de la sociedad civil y, sobre todo, los propios Estados Miembros (2008).

Debe existir una lista completa de indicadores de alerta temprana en la que pueda basarse la comunidad mundial para justificar las acciones. El reclutamiento y uso de ni?os soldados se inscribe en el mandato de la responsabilidad de proteger, pero todav赤a no se utiliza como indicador de alerta temprana. Puede galvanizar el apoyo mundial, cumpliendo al mismo tiempo la petici車n de Ban Ki-moon de un enfoque ※limitado pero profundo§.

En abril de 2012, el Secretario General Ban Ki-moon cre車 un Panel de Examen Interno para examinar las acciones de las Naciones Unidas en Sri Lanka. El informe del Panel concluy車 que las acciones de las Naciones Unidas hab赤an supuesto un ※fracaso sist谷mico§. Tambi谷n afirmaba que algunos de los fallos fueron similares a los ocurridos en Rwanda. Como resultado de las recomendaciones de este Panel, el Secretario General Adjunto, Jan Eliasson, dirigi車 el dise?o de un plan para aplicar las recomendaciones, denominado Plan de Acci車n ※Los Derechos Primero§. Ahora debe traducirse en acciones. La iniciativa ※Los Derechos Primero§ busca prevenir las violaciones a gran escala de los derechos humanos.

Con la aprobaci車n de la resoluci車n 2171 (2014) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad se comprometi車 a utilizar mejor todas las herramientas del sistema de las Naciones Unidas para garantizar que las se?ales de alerta de una matanza inminente se traduzcan en la ※adopci車n de medidas preventivas concretas§ (Naciones Unidas, 2014). Estas medidas pueden ilustrarse priorizando la protecci車n de los ni?os en el programa de paz y seguridad, que podr赤a avisarnos de un posible genocidio.

?UN PROBLEMA DE SEGURIDAD PRIORITARIO?

Las carencias de las iniciativas actuales para hacer frente al uso de ni?os soldados quedan patentes en la falta de atenci車n prestada en los acuerdos de paz a la protecci車n infantil y la prevenci車n del reclutamiento y uso de ni?os en los conflictos armados: desde la aprobaci車n de la Convenci車n sobre los Derechos del Ni?o en 1989 se han firmado 180 acuerdos de paz entre partes beligerantes. De ellos, solo diez conten赤an disposiciones espec赤ficas para los ni?os combatientes (Whitman, Zayed y Conradi, 2014). La priorizaci車n de la prevenci車n del uso de ni?os soldados, frente a la protecci車n infantil general, es esencial debido a la conexi車n de los ni?os soldados como indicador de alerta temprana.

Si bien la atenci車n de la comunidad mundial ha reaccionado en gran medida a situaciones en las que se hab赤an utilizado ni?os como soldados, debe ponerse mayor atenci車n en la prevenci車n. Al fijarse en el desarme, la desmovilizaci車n, la rehabilitaci車n y la reintegraci車n y no en la erradicaci車n del uso de ni?os soldados, la comunidad internacional simplemente ha tratado de reparar el mal, m芍s que proteger al conjunto. Hasta que esta cuesti車n no se eleve en el programa de seguridad, la comunidad internacional seguir芍 desperdiciando excelentes oportunidades de prevenir el reclutamiento de ni?os como soldados (Whitman, Zayed y Conradi, 2014).

RWANDA 1994

En 1994 yo era el Comandante de la Fuerza de la Misi車n de Asistencia de las Naciones Unidas para Rwanda (UNAMIR). Aunque he escrito mucho sobre el genocidio acontecido en ese per赤odo, no he detallado la conexi車n entre el reclutamiento y uso de ni?os soldados que presenci谷 y la gestaci車n del genocidio de Rwanda. Al igual que el resto de la comunidad internacional, no me percat谷 de la importancia del reclutamiento y uso de ni?os soldados como indicador de alerta temprana de atrocidades masivas o genocidio, hasta que empec谷 a observar este fen車meno a trav谷s de la lente de mi trabajo con la Iniciativa sobre Ni?os Soldados Rom谷o Dallaire.

El 4 de agosto de 1993 se firm車 el Acuerdo de Paz de Arusha. Mi primer cometido fue recabar y presentar informaci車n sobre la aplicaci車n del acuerdo de paz. Al echar la vista atr芍s, cuando visitamos por primera vez al Frente Patri車tico Ruand谷s (FPR), lo primero que me choc車 fue lo j車venes que eran los soldados. En 1990, el FPR solo ten赤a 3.000 tropas, pero en 1993 se hab赤an multiplicado hasta las 22.000. En gran parte, esto pod赤a entenderse por la simple necesidad de recursos humanos y el peque?o tama?o de la poblaci車n disponible para ser reclutada por el FPR. Todos los ni?os soldados parec赤an ser disciplinados, estar bien alimentados y ser tratados correctamente. No presentamos informes espec赤ficamente sobre el reclutamiento y uso de ni?os soldados, pero s赤 declaramos en el informe t谷cnico de 1993 que los soldados parec赤an ※muy j車venes§. Adem芍s, no ten赤amos formaci車n ni conocimientos para plantear esta cuesti車n.

Las Fuerzas Armadas de Rwanda (FAR) hab赤an aumentado de 5.000 a 28.000 tropas desde octubre de 1990 hasta agosto de 1993. La mano de obra migrante y los hombres desempleados eran escogidos f芍cilmente para ser reclutados por las FAR en esa 谷poca. En noviembre de 1993 empezamos a ver hombres marchando por las calles, no en uniforme, sino llevando pantalones holgados y camisetas con los colores del Movimiento republicano nacional para la democracia y el desarrollo (MRND), los Interahamwe. Los Interahamwe eran el movimiento juvenil del partido extremista MRND. Cab赤a esperar que tuviesen menos de 18 a?os como en cualquier movimiento pol赤tico juvenil, pero hab赤a muchos que parec赤an mayores. Despu谷s entendimos que los mayores eran los ※l赤deres§.

En diciembre de 1993 recib赤 una carta firmada por miembros de las FAR en la que alertaban sobre los movimientos juveniles. En enero de 1994, a medida que aumentaban las manifestaciones en las calles, observamos que los Interahamwe estaban utilizando cada vez m芍s a los ni?os. Un informante de nombre Jean Pierre nos dijo que su trabajo consist赤a en entrenar a los Interahamwe para matar. Explic車 que pod赤a presenciarse c車mo se reclutaba a ni?os y se les entrenaba para matar tutsis. Vino a la UNAMIR para organizar el decomiso de los dep車sitos clandestinos de armas a fin de que no pudieran distribuirse. Una vez que se distribuyesen, se?al車 que no podr赤an parar la matanza.

Las pistolas se distribu赤an a los Interahamwe del n迆cleo duro que daban las 車rdenes, mientras que a los ni?os se les daban machetes. Ser赤a mucho m芍s f芍cil recuperar los machetes que las pistolas. Adem芍s, los ni?os estaban acostumbrados a los machetes en el trabajo agr赤cola. A continuaci車n visitamos algunos de los lugares de entrenamiento. En ese momento vimos a muchos ni?os alrededor, todos con ropa de civiles.

Adem芍s, uno de los observadores militares de la UNAMIR inform車 en enero de 1994 de que hab赤a visto a profesores decir a los ni?os que ten赤an que ir a casa a preguntar a sus padres de qu谷 etnia eran. Los profesores manifestaron su preocupaci車n por esta nueva directriz, que estaba preparando a sus estudiantes para el genocidio. Los ni?os menores de 14 a?os no ten赤an carn谷s de identidad, por lo que esta nueva directriz permit赤a a todo el mundo ver qui谷nes eran tutsis en la clase. Esto deber赤a haber dado una se?al de advertencia, pero no se hizo nada en su momento.

Cuando el genocidio estaba en su apogeo a mediados de abril de 1994, los Interahamwe estaban utilizando visiblemente a los ni?os para cometer asesinatos y construir barricadas. El uso de ni?os era un plan estrat谷gico y t芍ctico deliberado de los extremistas. Si se hubiese desatado la alarma como factor de alerta temprana cr赤tico, podr赤a haberse movilizado apoyo para dedicar recursos a la protecci車n de los ni?os y quiz芍s haberse prevenido o reducido en gran medida la capacidad de los genocidas.

CONCLUSI?N

Comprender el uso de ni?os soldados como condici車n previa para la comisi車n de atrocidades masivas tambi谷n deja mayor margen para abordar este problema a trav谷s de medidas estructurales. En los Estados d谷biles y fr芍giles se arrastra m芍s f芍cilmente a los ni?os a participar en la actividad criminal. Los factores que los hacen vulnerables a este trabajo son extremadamente similares a los que se enfrentan los ni?os soldados: son numerosos y f芍cilmente accesibles, est芍n desesperados a nivel econ車mico, tienen una educaci車n escasa o nula, tienen pocas expectativas de encontrar un trabajo remunerado y est芍n continuamente expuestos a la violencia y la degradaci車n end谷micas de los Estados abocados al fracaso.

La evidencia de la participaci車n de ni?os en atrocidades masivas y genocidios se ha dado desde las Juventudes Hitlerianas de la Segunda Guerra Mundial hasta los campos de exterminio de Camboya y el genocidio en Rwanda. No se trata de un fen車meno nuevo. Sin embargo, todav赤a tiene que materializarse el entendimiento de la conexi車n entre el uso y el reclutamiento de ni?os soldados y la posibilidad de mecanismos de alerta temprana m芍s eficaces. Este enfoque puede dar lugar a medidas que hagan hincapi谷 en el refuerzo de los mecanismos de protecci車n de los ni?os, desde los procesos de educaci車n hasta la sensibilizaci車n comunitaria, las reformas del sector de la seguridad y el replanteamiento de las inversiones m芍s rentables para las comunidades en riesgo. La ampliaci車n de la lista de mecanismos de alerta temprana para reconocer, priorizar y prevenir el uso de ni?os como soldados podr赤a ser esa acci車n tangible que ha eludido la comunidad mundial y que, sin embargo, puede crear un cambio sist谷mico a largo plazo.??

Referencias

Akhavan, Payam (2011). ※Preventing genocide: measuring success by what does not happen§. Criminal Law Forum, vol. 22, n迆ms. 1 y 2 (marzo), p芍gs. 1-33.

Ban, Ki-moon (2008). Discurso en el acto ※Responsible Sovereignty: International Cooperation for a Changed World§. Berl赤n, 15 de julio. Disponible en.

Gu谷henno, Jean-Marie, Bertram G. Ramcharan y Edward Mortimer (2010). ※UN Early Warning and Responses to Mass Atrocities§. Resumen de reuni車n. 23 de marzo. Centro Mundial para la Responsabilidad de Proteger. Disponible en .

?MacFarlane, Stephen Neil y Thomas G. Weiss (2000). ※Political Interest and Humanitarian Action§. Security Studies, Vol. 10, N迆m. 1 (oto?o), p芍gs. 112-142. Disponible en .

Machel, Gra?a (2001). The Impact of War on Children. Nueva York: Palgrave.

Naciones Unidas (2014). ※Security Council, Adopting Resolution 2171 (2014), Pledges Better Use of System-Wide Approach to Conflict Prevention§. Disponible en

Whitman, Shelly, Tanya Zayed y Carl Conradi (2014). Child Soldiers: A Handbook for Security Sector Actors. 2? ed., Halifax: the Rom谷o Dallaire Child Soldiers Initiative.

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