22 junio 2021

Mafalda Duarte dirige los Fondos de Inversi¨®n en el Clima, que colaboran con bancos multilaterales de desarrollo, autoridades gubernamentales y comunidades de pa¨ªses en desarrollo para financiar soluciones clim¨¢ticas. En una entrevista reciente, habl¨® sobre c¨®mo la financiaci¨®n p¨²blica para el clima constituye un catalizador para el cambio y sobre por qu¨¦ las acciones clim¨¢ticas fruct¨ªferas dependen fundamentalmente de la inclusi¨®n social. Se ha editado la entrevista por motivos de extensi¨®n y claridad.

 

?De qu¨¦ manera supone la financiaci¨®n p¨²blica para el clima un catalizador para el cambio?

Pensemos en cuando vamos a un supermercado en el que se puede escoger entre manzanas org¨¢nicas y manzanas normales. Quiz¨¢s seamos conscientes de que las manzanas org¨¢nicas son mejores para la salud, pero son m¨¢s caras y no podemos permit¨ªrnoslas. Si los recursos p¨²blicos entran en juego para influir en las decisiones de inversi¨®n que determinan el m¨¦todo de producci¨®n de las manzanas, puede producirse un giro en la econom¨ªa hasta el punto en que la opci¨®n m¨¢s saludable sea la m¨¢s asequible. 

La financiaci¨®n p¨²blica para el clima funciona de manera similar. El Gobierno, en lugar de optar por seguir invirtiendo en combustibles f¨®siles, invierte en energ¨ªa renovable, hasta que la econom¨ªa convierta esta ¨²ltima en la opci¨®n por defecto. A lo largo de la historia, el sector de los combustibles f¨®siles ha recibido una gran cantidad de subvenciones. Necesitamos hacer lo mismo con las opciones m¨¢s limpias, en vista de los desaf¨ªos que tenemos por delante si no lo hacemos. 

Desde la creaci¨®n de los FIC en 2008, el costo de la energ¨ªa renovable se ha reducido de manera significativa, incluso por debajo de los costos de los combustibles f¨®siles. Sin embargo, esto no sucede en todos los pa¨ªses, y no se trata solo del costo de la tecnolog¨ªa. En estos mercados, existen riesgos que elevan considerablemente los costos de capital, lo que influye en la viabilidad de las inversiones. Una financiaci¨®n p¨²blica con menor costo puede ayudar a superar este obst¨¢culo. 

Otro aspecto importante es la informaci¨®n. En muchos lugares, no existe informaci¨®n suficiente para comprender en qu¨¦ consiste el cambio clim¨¢tico, c¨®mo repercute en nuestra vida y qu¨¦ oportunidades tenemos de hacer las cosas de un modo distinto. Cuando trabajamos con bancos comerciales locales a fin de traducir la acci¨®n contra el cambio clim¨¢tico en l¨ªneas de cr¨¦dito para sus clientes, tambi¨¦n apoyamos las campa?as de informaci¨®n, de modo que las comunidades y los empresarios entiendan sus opciones y los diferentes resultados que pueden conllevar. 

Ha comentado que el futuro de la acci¨®n clim¨¢tica se encuentra en los pa¨ªses en desarrollo. ?Por qu¨¦?

A nivel mundial, las inversiones que se necesitan en infraestructura para 2030 ascienden a 90 billones de d¨®lares aproximadamente. Dos tercios de esa cantidad est¨¢ en los pa¨ªses de ingreso mediano y bajo, que presenten una poblaci¨®n y unas tasas de crecimiento econ¨®mico m¨¢s elevadas. Con el crecimiento actual de la poblaci¨®n que est¨¢ teniendo lugar en ?frica y Asia, en pocos decenios habr¨¢ otros 2500 millones de personas en las ciudades. 

Al tomar una decisi¨®n de inversi¨®n de capital, el capital queda bloqueado durante tres, cuatro, cinco o m¨¢s decenios. Ahora debemos influir en las decisiones de inversi¨®n, dado que no queremos que favorezcan a las opciones con un alto nivel de carbono ni que presten una atenci¨®n insuficiente al riesgo clim¨¢tico. 

Muchos pa¨ªses cuentan con sistemas relativamente bien desarrollados para responder a los desastres. No sucede lo mismo en el caso del cambio clim¨¢tico, donde incluso los planes de acci¨®n para poner en pr¨¢ctica el Acuerdo de Par¨ªs est¨¢n resultando deficientes. ?Qu¨¦ se necesita para ofrecer argumentos m¨¢s contundentes en favor de la acci¨®n clim¨¢tica? 

Resulta mucho m¨¢s f¨¢cil entender los desastres cuando los sufres directamente. El cambio clim¨¢tico llega al punto en que adquiere un car¨¢cter irreversible, pero avanza con mayor lentitud. En general, no considero que los importantes datos cient¨ªficos publicados en los medios de comunicaci¨®n internacionales hayan conseguido necesariamente que el mensaje sobre la urgencia del cambio clim¨¢tico cale. 

Debemos entender en qu¨¦ posici¨®n se encuentran las personas y adaptar la informaci¨®n a sus circunstancias particulares; porque las comunidades y todos los pa¨ªses est¨¢n sufriendo el cambio clim¨¢tico, no solo est¨¢n hablando de ese concepto. Debemos colaborar con las autoridades gubernamentales y las comunidades para relacionar o conectar los fen¨®menos clim¨¢ticos globales con lo que est¨¢n experimentando, y explicar las medidas disponibles en su nivel para contribuir al desarrollo socioecon¨®mico y los desaf¨ªos clim¨¢ticos en el plano mundial. 

Hemos descubierto que, si las personas entienden c¨®mo hacer algo diferente que sea mejor para su comunidad, para su familia o para el bien com¨²n mundial, lo har¨¢n. En Ghana, por ejemplo, trabajamos con los productores de cacao. Siempre hab¨ªan dado por sentado que los ¨¢rboles del cacao ten¨ªan que estar totalmente expuestos al sol, lo que causaba deforestaci¨®n. El motivo de ello no era que las personas no entendiesen el valor de los ¨¢rboles, que s¨ª lo entend¨ªan, sino que pensaban que al despejar los bosques obtendr¨ªan unas cosechas y una calidad mejores. Fuimos capaces de explicarles y demostrarles que, en realidad, podr¨ªan obtener un cacao de mayor calidad y mejores ingresos al conservar los ¨¢rboles de sombra. Adem¨¢s, esto reducir¨ªa la deforestaci¨®n y la contribuci¨®n a un problema mundial denominado cambio clim¨¢tico. 

A la hora de lograr los objetivos clim¨¢ticos, ?por qu¨¦ es tan importante una transici¨®n justa? 

Estamos hablando de cambios muy significativos porque, hoy en d¨ªa, las econom¨ªas y las sociedades dependen de la explotaci¨®n de los recursos naturales. No se trata de cambios ¨²nicamente en t¨¦rminos de inversiones, sino a todos los niveles, incluidos los comportamientos, que son dif¨ªciles de cambiar. 

Un aspecto del que no cabe duda es que, si no llevamos a cabo los cambios de un modo inclusivo, no vamos a obtener buenos resultados, dado que las personas no apoyar¨¢n la transici¨®n si las dejamos atr¨¢s. En los FIC, nos hemos centrado en dos principios fundamentales. Uno es la inclusi¨®n social. ?A qui¨¦nes debemos reconocer que no hayamos tenido en cuenta en el pasado? ?Los estamos empoderando? ?Participan en las decisiones? El segundo principio en el que nos centramos son los efectos distributivos. Al pensar en impulsar la energ¨ªa renovable o la eficiencia energ¨¦tica, ?qu¨¦ v¨ªas abordar¨¢n tambi¨¦n las desigualdades sociales? ?Cu¨¢les agravar¨¢n la situaci¨®n de determinados grupos sociales? ?De qu¨¦ forma podemos invertir para evitar que eso suceda? 

En Sud¨¢frica, las ¨¢reas en las que se pueden construir plantas de energ¨ªa renovable no coinciden con las que albergan plantas el¨¦ctricas de carb¨®n. Algunas regiones est¨¢n cosechando los frutos de las inversiones en energ¨ªas renovables, y otras no. Las comunidades que dependen de las plantas el¨¦ctricas de carb¨®n entienden la necesidad de pasar a una energ¨ªa limpia, as¨ª como los efectos para el medio ambiente y la salud de sus comunidades. Sin embargo, si carecen de oportunidades para adoptar otros medios de vida o fuentes de ingresos, se opondr¨¢n a los objetivos clim¨¢ticos. En la India, la transici¨®n del carb¨®n es bastante compleja, ya que afecta al sector energ¨¦tico y tambi¨¦n a otros sectores. Los ferrocarriles, por ejemplo, obtienen cuantiosos ingresos del transporte de carb¨®n y subvencionan el transporte p¨²blico a la poblaci¨®n pobre. 

Una transici¨®n justa debe trascender a todos los sectores e implica que debemos analizar los efectos para la econom¨ªa y la sociedad de una forma muy hol¨ªstica. Tenemos que abordar cambios en las pol¨ªticas y reglamentaciones y las capacidades institucionales para llevar a cabo reformas. Debemos pensar en la infraestructura, por ejemplo, en c¨®mo podemos reconvertir las plantas el¨¦ctricas de carb¨®n. El tercer pilar consiste en que las personas y comunidades dispongan de oportunidades econ¨®micas y medios de vida alternativos, y del puente de apoyo de la protecci¨®n social. 

?A qu¨¦ ritmo se est¨¢n sumando las empresas a la acci¨®n clim¨¢tica? 

Estamos siendo testigos de un cambio. La gran pregunta es: ?se producir¨¢ a la velocidad y la escala necesarias? Seg¨²n nuestra experiencia, si introducimos capital con unos tipos inferiores a los del mercado y asumimos ciertos riesgos que el sector privado no puede correr, entonces las empresas aprovechar¨¢n las oportunidades. Si ofrecemos financiaci¨®n para las primeras etapas del desarrollo de la energ¨ªa geot¨¦rmica porque resulta extremadamente arriesgado, entonces el sector privado podr¨¢ participar. Combinar peque?as inversiones y ofrecer garant¨ªas puede dar lugar a la emisi¨®n de bonos en el mercado local y a la recaudaci¨®n de capital. El cumplimiento de los objetivos clim¨¢ticos depende de este tipo de iniciativas nacionales y locales, no solo de las de las grandes multinacionales. 

No obstante, otra de las esferas se corresponde con los fondos soberanos de inversi¨®n y de pensiones y otros tipos de capital institucional con recursos muy significativos. Aunque dos tercios de las inversiones en infraestructura tendr¨¢n lugar en pa¨ªses de ingreso mediano y bajo, esos mercados no se han visto favorecidos por el capital institucional, ya que existen otras opciones de inversi¨®n menos arriesgadas. Deben ocurrir muchas cosas a diferentes niveles para que los inversores se adentren en esos mercados, por ejemplo, aspectos relacionados con la reglamentaci¨®n, pero conf¨ªo en que entender¨¢n que las oportunidades econ¨®micas del futuro dependen de la coherencia con los objetivos clim¨¢ticos. Tarde o temprano, las empresas que se muevan en otra direcci¨®n cerrar¨¢n.

Muchos de los planes de recuperaci¨®n ligados a la enfermedad por coronavirus (COVID-19) no han hecho hincapi¨¦ en la acci¨®n clim¨¢tica. ?Le sorprende? 

Esto responde a nuestra condici¨®n humana. Ante las adversidades, somos m¨¢s propensos a continuar con lo conocido que a pensar en formas disruptivas de avanzar. Al analizar los paquetes de recuperaci¨®n, siempre encontramos grandes inversiones en industrias que no son las industrias del futuro, lo que constituye un motivo de preocupaci¨®n. 

En cierta medida, creo que no hemos entendido por completo las ense?anzas que se derivan de la COVID-19. Los especialistas llevaban tiempo alertando de que esto suceder¨ªa en alg¨²n momento y de que los sistemas sanitarios no estar¨ªan preparados para ello. Aun as¨ª, los Gobiernos no hicieron lo que se les aconsej¨®. La diferencia entre la COVID-19 y el clima es que, si bien la COVID-19 conlleva unas repercusiones extremadamente graves, podemos recuperarnos. Sin embargo, el cambio clim¨¢tico es acumulativo, de modo que puede llegar un momento en el que los efectos sean de tal envergadura que no sea posible encontrar el modo de atajarlos. 

No es sencillo, pero realmente necesitamos dirigentes que tengan fe en un futuro y un tipo de inversi¨®n diferentes. Necesitamos dirigentes que no contemplen rescates financieros para industrias o modelos de negocio que sean inviables en la clase de mundo que sabemos que debemos crear, bajo en carbono y con unas emisiones netas de valor cero para mediados de siglo. Existen alternativas de inversi¨®n que pueden facilitar la recuperaci¨®n y, al mismo tiempo, generar empleos. Existen diversas inversiones que deber¨ªan constituir una proporci¨®n considerablemente mayor de los paquetes de est¨ªmulo, por ejemplo, las redes el¨¦ctricas inteligentes, el transporte bajo en carbono, la eficiencia energ¨¦tica, el hidr¨®geno como combustible y las soluciones basadas en la naturaleza, como la restauraci¨®n de cuencas hidrogr¨¢ficas, que suelen ser muy eficaces a la hora de generar empleos. 

?Por qu¨¦ es fundamental la igualdad de g¨¦nero para la acci¨®n clim¨¢tica? 

Necesitamos que tanto las mujeres como los hombres encaren este desaf¨ªo. Sin igualdad de g¨¦nero, perdemos la diversidad y las diferentes perspectivas. Las mujeres toman decisiones de un modo distinto. Gestionamos de otra forma. Podemos aportar una poderosa contribuci¨®n como agentes de cambio. 

El logro de la igualdad de g¨¦nero aumenta las posibilidades de alcanzar los objetivos clim¨¢ticos. La acci¨®n clim¨¢tica tambi¨¦n puede promover la igualdad de g¨¦nero. Hemos trabajado con instituciones financieras locales de Tayikist¨¢n, por ejemplo, para estructurar las l¨ªneas de cr¨¦dito de modo que las mujeres puedan acceder a financiaci¨®n para inversiones relacionadas con el clima. Por lo general, las peque?as empresarias no cuentan con la informaci¨®n ni las garant¨ªas necesarias para obtener cr¨¦dito. Por consiguiente, se crearon servicios de asistencia para mujeres en los bancos comerciales locales a fin de prestar asesoramiento, y se pusieron en vigor algunos requisitos poco convencionales en materia de garant¨ªas, como la admisi¨®n de joyas para avalar pr¨¦stamos. Asimismo, los bancos se comprometieron a contar con mujeres entre su personal para trabajar con las empresarias. 

Este proyecto se podr¨ªa haber llevado a cabo de manera est¨¢ndar y habr¨ªa mejorado la financiaci¨®n con fines clim¨¢ticos. Sin embargo, fue m¨¢s all¨¢ de ese objetivo y est¨¢ impulsando un cambio en las normas de g¨¦nero. Las mujeres han pasado a formar parte de las decisiones ligadas a la compra de equipos, en las que, hasta ahora, nunca hab¨ªan participado. 

?Por qu¨¦ est¨¢ comprometida con la acci¨®n clim¨¢tica?

Siempre me he centrado en poner fin a la pobreza y velar por que las personas tengan oportunidades para lograr las vidas a las que aspiran. Viv¨ª durante algunos a?os en ?frica Subsahariana y presenci¨¦ de primera mano los efectos del cambio clim¨¢tico en las personas y el medio ambiente. Despu¨¦s, me traslad¨¦ a Asia y vi una situaci¨®n id¨¦ntica. Resultaba evidente que, si no hacemos frente al cambio clim¨¢tico, nada m¨¢s es posible. 

Si queremos progresar, debemos estar decididos a hacer algo al respecto. No va a pasar nada simplemente por hablar de ello. Hablar es un primer paso importante, pero si estamos convencidos de que necesitamos un determinado resultado, entonces debemos actuar en consonancia. 

Las personas deber¨ªan darse cuenta de que tienen un poder mayor de lo que creen. Somos consumidores que tomamos decisiones sobre lo que compramos y lo que no, y eso, sin duda, repercute en las empresas. Algunos de nosotros somos inversores, de modo que tomamos decisiones de inversi¨®n. Somos votantes con la facultad de decidir a qui¨¦nes elegimos y si abogan por los aspectos esenciales para nosotros. Nunca debemos pensar que las autoridades gubernamentales y las instituciones del sector privado son quienes toman todas las decisiones. Todos nosotros, en nuestro d¨ªa a d¨ªa, podemos elegir las opciones adecuadas. 



 

Entrevista disponible en ingl¨¦s: