17 mayo 2021

En una a?o decisivo para la acci¨®n clim¨¢tica, Patricia Espinosa reflexiona sobre la emergencia clim¨¢tica e insta a la unidad de prop¨®sito. Dado que el clima no conoce fronteras, la adopci¨®n de medidas audaces resulta beneficiosa para todos.

 

?En qu¨¦ situaci¨®n nos encontramos en cuanto a la acci¨®n clim¨¢tica?

Desgraciadamente, nos encontramos ante una emergencia clim¨¢tica. Contamos con el Acuerdo de Par¨ªs, que nos ofrece orientaciones sobre c¨®mo salir de esta situaci¨®n de emergencia. Sin embargo, el ¨²ltimo informe sobre las contribuciones determinadas a nivel nacional publicado hace solo unas semanas revela que estamos muy lejos de alcanzar el objetivo de 1,5 ¡ãC estipulado en el Acuerdo de Par¨ªs a finales de este siglo. Los datos apuntan a que la reducci¨®n de las emisiones ser¨¢ inferior al 1 % para 2030. La ciencia considera que la reducci¨®n debe ser del 45 %.

Solo nos quedan 10 a?os para llevar a cabo transformaciones profundas. Para ello, es necesario tomar decisiones en el presente. Hablamos de transici¨®n energ¨¦tica, de infraestructura y de un cambio en la movilidad. Se trata de una situaci¨®n muy preocupante.

 

?Es el compromiso de emisiones netas cero para 2050 un marco importante para movilizar la acci¨®n?

S¨ª, pero no debemos llegar a una situaci¨®n en la que los gobiernos, las empresas u otras organizaciones se comprometan con el objetivo de emisiones netas cero para 2050 y piensen que a¨²n les quedan 30 a?os para cumplirlo. El a?o 2050 es importante, pero debemos lograr una reducci¨®n de las emisiones del 45 % para 2030. Es necesario tener en cuenta los dos objetivos en conjunto.

Recientemente, ha aumentado la cifra de gobiernos, ciudades, empresas e inversores que se han comprometido a alcanzar el objetivo de emisiones netas cero para mediados de siglo. No obstante, todav¨ªa resulta complicado que estos compromisos se reflejen en planes inmediatos, como las contribuciones determinadas a nivel nacional en el marco del Acuerdo de Par¨ªs. ?C¨®mo lograr¨¢n alcanzar los objetivos de emisiones netas cero?

 

?Existe un margen para el optimismo?

Es dif¨ªcil hablar de avances si analizamos las cifras relativas a las emisiones, aunque debemos reconocer que existen algunas se?ales positivas. Se est¨¢n adoptando iniciativas alentadoras en la expansi¨®n de la energ¨ªa renovable. Los veh¨ªculos el¨¦ctricos ya no son una novedad para los fabricantes de autom¨®viles, sino un producto fundamental en sus planes a largo plazo. Los gobiernos est¨¢n dispuestos a reconstruir mejor e invertir en soluciones clim¨¢ticas mientras se recuperan de la pandemia.

Sin embargo, esto no es suficiente. Debemos darnos prisa y tomar decisiones radicales y muy osadas.La emergencia clim¨¢tica solo se puede resolver con ambici¨®n, determinaci¨®n y voluntad pol¨ªtica. Esto es lo que necesitamos.

 

?Cu¨¢les ser¨ªan los logros en la pr¨®xima conferencia sobre el clima que se celebrar¨¢ en Glasgow, la COP26?

Existen cuatro elementos importantes. El primero tiene que ver con las promesas que hemos hecho en el pasado. Debemos honrarlas y cumplirlas, especialmente el compromiso de los pa¨ªses desarrollados con respecto a la movilizaci¨®n de 100.000 millones de d¨®lares anuales para ayudar a los pa¨ªses en desarrollo a combatir el cambio clim¨¢tico. Esta obligaci¨®n es muy importante para fomentar la confianza necesaria y terminar la conferencia como una comunidad internacional con el objetivo com¨²n de hacer que el Acuerdo de Par¨ªs se convierta en realidad.

En segundo lugar, debemos concluir las negociaciones sobre el Acuerdo de Par¨ªs y aplicarlo de forma plena. Llevamos cinco a?os negociando las directrices operativas. No disponemos de m¨¢s tiempo para ello. Hay problemas importantes que se deben resolver.

En tercer lugar, debemos aumentar nuestra ambici¨®n con respeto a la mitigaci¨®n, pero tambi¨¦n con respecto a la adaptaci¨®n y la financiaci¨®n, ya que estos son los tres pilares principales del r¨¦gimen sobre el cambio clim¨¢tico. En cuarto lugar, no debemos excluir ninguna opini¨®n ni soluci¨®n. Todos cumplimos una funci¨®n y debemos colaborar. La acci¨®n clim¨¢tica debe responder a las expectativas de nuestras sociedades.

 

Solo nos quedan 10 a?os para llevar a cabo transformaciones profundas. Para ello, es necesario tomar decisiones en el presente.

 

Una de las cuestiones pendientes est¨¢ relacionada con los mercados del carbono, tema que se trata en el art¨ªculo 6 del Acuerdo de Par¨ªs. Expl¨ªquenos en qu¨¦ situaci¨®n nos encontramos con respecto a este asunto.

Los mercados del carbono son un instrumento que sirve para impulsar la inversi¨®n en la acci¨®n clim¨¢tica, sobre todo en los pa¨ªses en desarrollo. Las negociaciones se centran en la transici¨®n del anterior r¨¦gimen del Protocolo de Kyoto o del mecanismo para un desarrollo limpio a un nuevo sistema que cuente con normas claras y env¨ªe se?ales importantes al mercado. Por ejemplo, para que las empresas privadas consigan participar en los mercados del carbono y compensar las emisiones que no pueden evitar, y, de esta forma, ofrecer determinados recursos a los pa¨ªses en desarrollo.

Debemos encontrar un equilibrio entre las posturas de las distintas partes. Como ejemplo de una cuesti¨®n que sigue siendo pol¨¦mica, se emitieron cr¨¦ditos en el marco del mecanismo para un desarrollo limpio. Para obtener estos cr¨¦ditos, los pa¨ªses en desarrollo presentaron proyectos que se aprobaron mediante un proceso muy riguroso. Sin embargo, finalmente, los cr¨¦ditos no se compraron. Si adoptamos un nuevo sistema en el marco del art¨ªculo 6, ?qu¨¦ ocurrir¨¢ con esos cr¨¦ditos?

Existen posturas diferentes y extremas con respecto a esta cuesti¨®n. Evidentemente, los pa¨ªses que todav¨ªa poseen cr¨¦ditos quieren que se lleve a cabo la transici¨®n a un nuevo sistema de mercado. Otros pa¨ªses creen que la adopci¨®n de un nuevo mecanismo provocar¨¢ alteraciones. Debemos encontrar un equilibrio en el que reconozcamos que esos cr¨¦ditos se concedieron seg¨²n un proceso acordado por las Naciones Unidas, pero, al mismo tiempo, hemos aprendido de esa experiencia y no cometeremos los mismos errores. Podemos crear un mecanismo de mercado bueno y s¨®lido y, al mismo tiempo, reconocer estas realidades pol¨ªticas.

Si quisi¨¦ramos, podr¨ªamos debatir sobre este tema eternamente, pero eso no deber¨ªa ser posible. En mi opini¨®n, deber¨ªamos incluir una disposici¨®n para que los nuevos mecanismos de mercado se revisen y mejoren con el tiempo. Aprenderemos de la experiencia.

 

?Por qu¨¦ los avances siguen estando tan por detr¨¢s en cuanto a la adaptaci¨®n clim¨¢tica?

Durante mucho tiempo, la adaptaci¨®n se consider¨® una cuesti¨®n ¨²nicamente relevante para los pa¨ªses en desarrollo, especialmente aquellos vulnerables, en los que los fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos estaban causando un gran da?o a las econom¨ªas y sociedades. Hoy en d¨ªa, todos los d¨ªas se producen fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos en todo el mundo. Este deber¨ªa ser un incentivo para que las personas comprendan realmente que fomentar la adaptaci¨®n y la resiliencia en todo el mundo es beneficioso para todos.

Siempre decimos que el cambio clim¨¢tico es un multiplicador de amenazas. Cuando se produce una sequ¨ªa, una inundaci¨®n repentina o un temporal de nieve, se genera una situaci¨®n de vulnerabilidad que puede dar lugar a la inestabilidad y al conflicto. La migraci¨®n de ?frica a Europa que se produjo hace solo un par de a?os provoc¨® una situaci¨®n muy cr¨ªtica que ten¨ªa una clara relaci¨®n con el cambio clim¨¢tico.

Se necesitan recursos financieros para que los pa¨ªses puedan estar preparados. Queremos que las personas dispongan de oportunidades en sus propios pa¨ªses. No queremos que las personas emigren porque se vean obligadas a ello. Si emigran porque quieren, es una elecci¨®n. Sin embargo, el problema surge cuando quieren quedarse en su pa¨ªs pero es literalmente imposible. Este es el tipo de reflexiones que espero que podamos incorporar a los debates generales sobre los principales riesgos del cambio clim¨¢tico y las formas de combatirlo.

 

Los planes de recuperaci¨®n de la COVID-19 superan los 15 billones de d¨®lares, aunque el compromiso de financiaci¨®n clim¨¢tica de 100.000 millones para los pa¨ªses en desarrollo sigue sin cumplirse. ?C¨®mo podemos lograr una financiaci¨®n clim¨¢tica eficaz?

Los pa¨ªses desarrollados tienen una gran responsabilidad. Este a?o, en las cumbres del G7 y el G20 se deber¨¢n adoptar compromisos muy claros que transmitan que ahora, por fin, los dirigentes del mundo est¨¢n decididos a hacer que el Acuerdo de Par¨ªs se convierta en realidad. Esto implica que los pa¨ªses ricos cumplir¨¢n con sus obligaciones de apoyo a los pa¨ªses en desarrollo, y no solo con respecto al cambio clim¨¢tico, sino tambi¨¦n con respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y todos los problemas de desarrollo.

Los pa¨ªses ricos deber¨ªan darse cuenta de que esto redunda en su propio inter¨¦s. Por ejemplo, la Uni¨®n Europea ha firmado un extraordinario nuevo pacto verde. No obstante, aun suponiendo que este nuevo pacto verde se lleve a cabo de la mejor manera, si las transformaciones necesarias en la esfera mundial no se producen en otras partes del mundo, la iniciativa europea se ver¨¢ comprometida.

 

Todos los pa¨ªses deber¨ªan tener un plan de desarrollo nacional que tuviese en cuenta los riesgos clim¨¢ticos.

 

Ha pasado toda su carrera en el gobierno. Adem¨¢s de la cuesti¨®n de los recursos, ?por qu¨¦ a muchos gobiernos les resulta tan complicado impulsar realmente la acci¨®n clim¨¢tica?

Parte del problema reside en la naturaleza del cambio clim¨¢tico. Se trata de un tema que est¨¢ relacionado con todos los ¨¢mbitos de la sociedad y de gobierno. Normalmente, existe un ministerio de medio ambiente, otro de finanzas, etc., y todos desempe?an distintas funciones. Resulta muy complicado comprender que en los planes, los programas y las pol¨ªticas de todos los sectores se deben tener en cuenta los riesgos del cambio clim¨¢tico.

Uno de los grandes desaf¨ªos ha sido que los ministerios de finanzas comprendan que el cambio clim¨¢tico tiene una repercusi¨®n directa en el sector financiero, porque cuando se produce una cat¨¢strofe, se genera una enorme p¨¦rdida de riqueza y, por supuesto, de vidas y medios de subsistencia. Ha llevado un tiempo, pero actualmente existe una coalici¨®n de ministros de finanzas para el cambio clim¨¢tico en el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Esto supone un gran avance, pero es algo que ha ocurrido recientemente, m¨¢s de 25 a?os despu¨¦s de que se creara la CMNUCC 5 a?os despu¨¦s de la firma del Acuerdo de Par¨ªs.

Las personas est¨¢n acostumbradas a ver el cambio clim¨¢tico como algo lejano y como un programa destinado a los peque?os estados insulares o los pa¨ªses muy pobres, porque los pa¨ªses m¨¢s ricos tienen la capacidad de combatir los fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos. Ahora ya no es as¨ª. Todos los pa¨ªses deber¨ªan tener un plan de desarrollo nacional que tuviese en cuenta los riesgos clim¨¢ticos.

 

?Qu¨¦ puede desencadenar el cambio en los gobiernos?

El liderazgo al m¨¢s alto nivel pol¨ªtico. Existen muy pocos ejemplos, aunque los hay, de pa¨ªses en los que las oficinas del primer ministro o el presidente han estado dirigiendo la labor relacionada con el cambio clim¨¢tico. Esto es totalmente necesario para adoptar iniciativas y ofrecer orientaciones.

 

La ciencia siempre ha fomentado la comprensi¨®n del cambio clim¨¢tico. ?Qu¨¦ podemos aprender de la importante funci¨®n que desempe?a la ciencia en la respuesta frente a la COVID-19?

La ciencia ha sido un factor importante que ha hecho que tengamos la esperanza de que superaremos la pandemia. Si logr¨¢ramos generar esta unidad de prop¨®sito en materia de ciencia e innovaci¨®n sobre el cambio clim¨¢tico, creo que supondr¨ªa un avance muy importante. Podr¨ªamos aprender mucho sobre la ciencia como recurso que deber¨ªa favorecer el bienestar de la humanidad.

 

?Cu¨¢l es la relaci¨®n del g¨¦nero con la acci¨®n clim¨¢tica?

El cambio clim¨¢tico y todos los dem¨¢s desaf¨ªos a los que se enfrenta la humanidad no se pueden afrontar si excluimos a la mitad de la poblaci¨®n mundial. Las mujeres suelen ser las principales proveedoras de alimentos, agua y energ¨ªa y, al mismo tiempo, son las m¨¢s afectadas por la crisis clim¨¢tica. Son cruciales para el desarrollo de las soluciones clim¨¢ticas, pero a menudo se ven marginadas del liderazgo clim¨¢tico, ya sea a nivel comunitario, regional o nacional.

Debemos garantizar que las mujeres tengan plena capacidad para participar, contribuir y dirigir una s¨®lida acci¨®n clim¨¢tica en todo el mundo. Uno de los ¨¢mbitos concretos que me gustar¨ªa mencionar es el de las mujeres cient¨ªficas, las cuales pueden ayudar a descubrir soluciones e innovaciones muy interesantes.

 

Me entusiasma el tema del desaf¨ªo del cambio clim¨¢tico, y no me rendir¨¦. Lo que no podemos hacer es rendirnos.

 

?Qu¨¦ podemos decirles a los j¨®venes que est¨¢n preocupados por su futuro?

En primer lugar, en los ¨²ltimos dos a?os, los j¨®venes han desempe?ado una funci¨®n importante a la hora de hacer que sus dirigentes se tomen en serio las cuestiones relacionadas con el clima. Al mismo tiempo, dir¨ªa a los j¨®venes que no deben desesperarse. Pueden contribuir al desarrollo del mundo futuro, al igual que hemos hecho nosotros en generaciones anteriores. Ellos tambi¨¦n tienen esta oportunidad, esta posibilidad y esta responsabilidad.

Tendr¨¢n que tomar decisiones antes de lo que puedan imaginarse, as¨ª que deben prepararse para ello. Deben tener la habilidad de mantener una mente abierta, de comprender que el mundo cambia constantemente y, al mismo tiempo, de mantener la capacidad de proponer soluciones nuevas y mejores.

 

?Por qu¨¦ es usted un agente clim¨¢tico?

Toda mi vida he sido funcionaria p¨²blica: trabaj¨¦ 35 a?os en el servicio exterior mexicano. Gran parte de ese tiempo lo dediqu¨¦ al ¨¢mbito multilateral. All¨ª viv¨ª la experiencia incre¨ªblemente enriquecedora de establecer un contacto cercano con realidades de todo el mundo, literalmente todos los d¨ªas. Me di cuenta de lo diferentes que son las perspectivas y, sin embargo, de lo mucho que se puede aprender de todas ellas. Adem¨¢s, uno se da cuenta de que incluso aunque a veces el p¨²blico en general no lo sepa o no lo reconozca totalmente, se lleva a cabo una gran cantidad de trabajo que a diario marca la diferencia en la vida de las personas.

En esta etapa de mi vida, tras haber puesto fin a una buena y muy gratificante trayectoria en mi pa¨ªs, me siento honrada y privilegiada de seguir aportando mi experiencia y mis aptitudes en este enorme desaf¨ªo al que se enfrenta la humanidad.

Me entusiasma el tema del desaf¨ªo del cambio clim¨¢tico, y no me rendir¨¦. Lo que no podemos hacer es rendirnos.

 

Entrevista disponible en ingl¨¦s