Discurso de clausura de la Sra. Navi Pillay, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Conferencia Viena+20
Viena, 28 de junio de 2013
Excelencias,
Estimados compa?eros,
Se?oras y se?ores:
Les agradezco a todos los esfuerzos que han realizado durante estos dos d赤as. Sus aportaciones han sido reflexivas, significativas y, a veces, provocativas, lo que es de agradecer.
Desear赤a volver a expresar mi agradecimiento, en realidad, el agradecimiento de todos nosotros, al Gobierno de Austria por darnos la oportunidad de hacer balance de lo que ha sucedido desde la Conferencia Mundial celebrada en 1993 aqu赤, en Viena. Doy las gracias asimismo al Gobierno de Austria por su c芍lida hospitalidad.
Esta ha sido una oportunidad en el momento adecuado para preguntarnos si los Estados (y todos los dem芍s interlocutores en la esfera de los derechos humanos aqu赤 representados) han sido fieles a las esperanzas, la visi車n y las promesas hechas hace 20 a?os en la Declaraci車n y el Programa de Acci車n de Viena. Tambi谷n hemos podido comprobar si hemos sido fieles a los grupos espec赤ficos de personas destacados espec赤ficamente en ese documento, como las mujeres, los ni?os y las minor赤as.
Ha sido inmensamente 迆til venir aqu赤 y hacer el esfuerzo de revitalizar nuestras actividades y ambiciones por hacer m芍s, hacerlo mejor y trabajar con mayor ah赤nco para alcanzar los objetivos establecidos en este importante documento.
Todos estamos de acuerdo en que, aunque se ha logrado mucho m芍s de lo que muchas personas se dan cuenta, tambi谷n quedan considerables lagunas y carencias en los esfuerzos mundiales por aplicar la Declaraci車n y el Programa de Acci車n de Viena.
Por tanto, durante estos dos d赤as nos hemos concentrado en mirar hacia delante. Constantemente surgen nuevos desaf赤os, a veces tumultuosos, en nuestro mundo en r芍pida evoluci車n, ya sea el cambio clim芍tico o movimientos terroristas mundiales; problemas relacionados con la migraci車n en el mundo moderno; amenazas a la libertad de expresi車n e invasi車n de la privacidad en el ciberespacio; o crisis econ車micas y financieras imprevistas que afectan a muchos pa赤ses de todo el planeta.
A veces, las respuestas a estos desaf赤os plantean tantas o m芍s inquietudes en materia de derechos humanos que los problemas que intentan resolver; dos ejemplos obvios son la lucha contra el terrorismo y las medidas de austeridad.
Es vital que mantengamos el impulso y nos atengamos a la ruta trazada por la Declaraci車n y el Programa de Acci車n de Viena. Debemos negarnos a transigir en las leyes, normas e instituciones creadas con gran dificultad durante el 迆ltimo medio siglo que respetan los derechos humanos fundamentales. Es necesario consolidarlas, ampliarlas y fortalecerlas.
Estoy convencida de que, en el futuro, se considerar芍 que esta Conferencia ha impartido nuevo vigor a nuestro compromiso con la protecci車n y la promoci車n de los derechos humanos. La conferencia de la sociedad civil, la reuni車n de los procedimientos especiales y los debates de los grupos de trabajo de Viena+20 han facilitado valiosas recomendaciones que servir芍n de base para nuestras estrategias durante los a?os por venir.
Compa?eros y amigos:
Se han planteado numerosas ideas interesantes, ambiciosas y complejas durante estas deliberaciones. No es mi intenci車n evaluarlas aqu赤. Se merecen una reflexi車n y un an芍lisis rigurosos.
La Declaraci車n y el Programa de Acci車n de Viena no se ha aplicado plenamente en absoluto. Bien indirectamente o, en algunos casos, directamente, ha permitido la creaci車n o ampliaci車n de mecanismos e instituciones fundamentales que merecen toda nuestra atenci車n. Me refiero a los procedimientos especiales, los 車rganos creados en virtud de tratados de derechos humanos, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, la Corte Penal Internacional y el examen peri車dico universal.
Estos mecanismos, aunque no son perfectos, son de notable importancia y todos ellos necesitan m芍s apoyo para alcanzar su potencial. Estoy convencida de que quienes les quitan importancia o menosprecian su desempe?o est芍n siendo cortos de miras.
Espero que el esp赤ritu revitalizado de la Declaraci車n y el Programa de Acci車n de Viena se inyecte en varios otros procesos actualmente en marcha: por ejemplo, nos estamos acercando a la formulaci車n de la agenda despu谷s de 2015, continuaci車n de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, para la cual es esencial aplicar un enfoque firme en favor de los derechos humanos.
Tambi谷n aguardamos con inter谷s el Di芍logo de Alto Nivel sobre la Migraci車n y el Desarrollo de este octubre. Es un acontecimiento de gran importancia para millones de migrantes actuales y futuros, as赤 como para las econom赤as de los pa赤ses emisores y receptores.
Tambi谷n est芍 el seguimiento de R赤o+20, cuyo programa incorpor車 a muy 迆ltima hora los derechos humanos gracias a los esfuerzos de muchas de las personas aqu赤 presentes, incluido mi personal y los mecanismos de derechos humanos. Todos sabemos que el cambio clim芍tico y sus consecuencias para el medio ambiente plantear芍n desaf赤os enormes en los pr車ximos decenios y siglos. Sus repercusiones para algunas de las comunidades y naciones m芍s pobres y marginadas del mundo pueden ser devastadoras. Necesitamos rendir una batalla continua para incorporar el enfoque de los derechos humanos en nuestra respuesta colectiva a esta enorme amenaza para las generaciones futuras.
La conferencia de la sociedad civil que tuvo lugar aqu赤 esta semana se?al車 otra esfera importante en desarrollo en la cual hemos de concentrar nuestros esfuerzos, a saber, las empresas y los derechos humanos y, en particular, la funci車n de las corporaciones y las instituciones financieras transnacionales.
Hemos sido testigos de un deseo alentador, no solamente en esta Conferencia, sino en el mundo en general, de combatir la impunidad, no solo de los responsables de violaciones de los derechos civiles y pol赤ticos, sino tambi谷n de los responsables de la corrupci車n y la mala gesti車n econ車mica que han llevado a muchas personas, grupos y, en algunos casos, a naciones enteras, al desastre financiero.
S谷 que se ha debatido mucho acerca de nuevos tribunales de rendici車n de cuentas y nuevas conferencias mundiales. Ciertamente, ambas son posibilidades para el futuro, pero no se han de realizar a expensas de los mecanismos actuales, que nos han prestado buenos servicios y podr赤an hacerlo mucho mejor. Roma no se construy車 en un d赤a. Tampoco se tardar芍 un d赤a en cumplir la promesa de Viena.
La mayor赤a de los cimientos ya est芍n colocados. Los problemas est芍n m芍s relacionados con la aplicaci車n, la voluntad pol赤tica y el despliegue de recursos humanos y financieros suficientes. Tambi谷n est芍 la cuesti車n de c車mo usar lo que ya tenemos a nuestra disposici車n a la luz de las nuevas tecnolog赤as, la globalizaci車n continua, los nuevos comportamientos sociales y otros fen車menos en r芍pida evoluci車n.
Debemos adaptar nuestras normas y nuestros m谷todos de trabajo a un mundo donde los cambios se producen m芍s r芍pido y de manera m芍s compleja que nunca en el pasado, con consecuencias dif赤ciles de predecir. Los derechos humanos pueden, y deben, ser la base s車lida de la estabilidad 谷tica y jur赤dica, que nos mantenga firmemente enraizados en un comportamiento civilizado durante este torbellino de cambio, emocionante pero tambi谷n atemorizador y extremadamente poderoso. Por ejemplo, debemos asegurarnos de explotar plenamente el potencial de las redes sociales para difundir los valores y mensajes de los derechos humanos con una velocidad y un alcance sin precedentes.
Acojo con satisfacci車n las refrescantes ideas que han salido a la luz durante los diversos debates que se han venido celebrando aqu赤 esta semana.
Recibo con agrado el 谷nfasis que se ha hecho en transformar en realidad la consideraci車n de los derechos humanos como uno de los tres pilares, junto con el desarrollo, y la paz y la seguridad.
Por encima de todo, recibo con satisfacci車n el reconocimiento de que los objetivos establecidos en Viena en 1993 siguen siendo v芍lidos y de que todav赤a merece la pena luchar por ellos en 2013. Volvemos a casa sabiendo que tenemos mucho por hacer si queremos legar un mundo mejor a una nueva generaci車n que est谷 m芍s educada y sea m芍s tolerante y menos violenta que aquella que logr車 debatir a fondo una visi車n a largo plazo de los derechos humanos en Viena hace 20 a?os.
Gracias.