Sharan Burrow dirige la Confederaci¨®n Sindical Internacional, que defiende el papel esencial que desempe?an los movimientos sindicales en el desarrollo de una transici¨®n justa hacia una econom¨ªa con bajas emisiones de carbono. Argumenta que somos capaces de resolver ambas crisis, la clim¨¢tica y la social, marcadas por niveles de desigualdad y desconfianza sin precedentes. No obstante, para ello se requiere de un nuevo compromiso que nos ayude a alcanzar la prosperidad compartida y abandonar los patrones econ¨®micos que fallaron a la poblaci¨®n y al planeta.
?Por qu¨¦ se considera el clima un problema laboral?
No existen puestos de trabajo en un planeta que est¨¢ muerto. Necesitamos un planeta sostenible que disponga de puestos de trabajo decentes y de una prosperidad compartida a fin de proporcionarles a los trabajadores esperanza y seguridad.
Asimismo, si pretendemos transformar cada una de las industrias con el objetivo de alcanzar emisiones netas de valor cero, algo que sin duda debemos hacer, entonces necesitamos realizar una transici¨®n justa. Para ello, es necesario que los sindicatos participen en la elaboraci¨®n de un plan acordado que proporcione a los trabajadores un futuro seguro.
En medio de una profunda crisis econ¨®mica y en un momento en el que se est¨¢n perdiendo muchos empleos, ?qu¨¦ le dir¨ªa a un trabajador, por ejemplo, de la industria del carb¨®n que siente, con raz¨®n, miedo y quiere conservar su empleo?
Ya he mantenido antes ese tipo de conversaciones. Y es dif¨ªcil. He visitado los yacimientos de carb¨®n y he hablado con el personal minero y sus familias. Es una situaci¨®n dif¨ªcil de entender para muchos. Sin embargo, la cosa no queda ah¨ª. Los inversores no invierten en carb¨®n y los trabajadores son conscientes de ello. Lo que los trabajadores quieren son medidas de transici¨®n justas que les proporcionen seguridad.
Si se invierte en acci¨®n clim¨¢tica, se crean puestos de trabajo. La verdadera pregunta es: ?podemos garantizar que esos puestos de trabajo los ocupen aquellos trabajadores que han sido reemplazados?
Necesitamos garantizar la reducci¨®n de esa resistencia a los cambios r¨¢pidos para estabilizar el planeta. Esto ocurre cuando los trabajadores y sus familias ven que las comunidades invierten, que conservan sus empleos en la comunidad y que tanto ellos como sus hijos podr¨¢n tener un futuro con esos u otros empleos.
?Qu¨¦ se entiende en la pr¨¢ctica por transici¨®n justa?
La transici¨®n justa es un concepto bastante simple. Se centra en la seguridad. Necesitamos pensiones seguras. Necesitamos un puente a esas pensiones para que los trabajadores de m¨¢s edad puedan jubilarse antes. Hay que garantizar los ingresos, la recualificaci¨®n y el apoyo a la reubicaci¨®n para que los trabajadores m¨¢s j¨®venes puedan encontrar otros empleos.
Muchas transiciones anteriores realizadas en la industria de la producci¨®n u otros sectores no fueron justas. Hemos presenciado c¨®mo comunidades enteras han diezmado con los cambios producidos por la tecnolog¨ªa y los enfoques de la industria.
La prioridad de la CSI es luchar por un nuevo contrato social. Esto comienza por crear empleos, empleos y m¨¢s empleos, incluidos los empleos respetuosos con el clima. Debe existir un conjunto de derechos m¨ªnimos para todos los trabajadores, ya que disponemos de un mercado laboral roto, en el que el 60 % de los trabajadores de todo el mundo no tienen derechos ni un salario m¨ªnimo ni un estado de derecho. Necesitamos una protecci¨®n social universal puesto que el 73 % de los trabajadores cuentan con poca o ninguna protecci¨®n social.
A pesar de que en los ¨²ltimos 30 a?os el mundo se ha vuelto siete veces m¨¢s rico en lo que respecta al producto interior bruto, la cuota de empleo se asemeja a una monta?a rusa en descenso. La prosperidad compartida sobre la cual deber¨ªa funcionar el mundo simplemente no existe. Por ello, necesitamos una igualdad en t¨¦rminos de ingresos, as¨ª como de g¨¦nero y etnia. Adem¨¢s, necesitamos la inclusi¨®n, incluida la reforma multilateral, est¨¦ en consonancia con un modelo de transici¨®n justa con el objetivo de cesar la creaci¨®n de desigualdades.
?C¨®mo conviven el estr¨¦s clim¨¢tico y la globalizaci¨®n?
La globalizaci¨®n ha fracasado en su tarea de compartir prosperidad. Las cadenas de suministro se han basado en una explotaci¨®n deshumanizada donde podemos encontrar indicios de salarios bajos, trabajos no seguros e, incluso, esclavitud moderna. Hemos presenciado fugas de empresas, fugas de capitales y todo lo que ello conlleva. Esa es la crisis social.
Pero, entonces, la otra crisis podr¨ªa definirse como el hecho de haber realizado un uso excesivo de los recursos del planeta, lo que conlleva a su vez a la devastaci¨®n del cambio clim¨¢tico que requerir¨¢ interrumpir el uso carb¨®n, por ejemplo. Los cambios de estaci¨®n conducen a la p¨¦rdida de sustento para muchos agricultores.
Estos hechos est¨¢n, en realidad, relacionados con el fracaso del modelo econ¨®mico mundial. Ha fracasado en su misi¨®n de proteger la naturaleza. Ha fracasado en su misi¨®n de proteger a la poblaci¨®n. Se ha basado en un desarrollo incesante y descuidado que no se ha regulado. Y con demasiada frecuencia se ha basado en la explotaci¨®n, lo cual ha hecho que las personas pierden parte de su prosperidad.
Antes de la COVID-19, los niveles hist¨®ricos de desigualdad estaban causando desesperaci¨®n. Lo denomin¨¢bamos la edad de la c¨®lera. Se pod¨ªa encontrar en las calles de cada continente. Cuando las personas se sienten excluidas, el mundo est¨¢ en peligro. No se puede llevar a cabo un negocio, no se puede elaborar un modelo sostenible. A menos que las personas puedan ver que sus Gobiernos son los responsables de todo lo que les importa, seguiremos presenciando una brecha en la confianza.
Hay algunos indicios de que las empresas privadas est¨¢n empezando a ver los puntos d¨¦biles del modelo econ¨®mico actual. ?Cu¨¢l es su perspectiva al respecto?
Existe una comunidad empresarial dividida. Un gran n¨²mero de empresas multinacionales comprenden que el modelo de negocio debe cambiar. Se han comprometido con los problemas sociales y medio ambientales, incluidos los derechos laborales y humanos, y han ordenado la protecci¨®n de sus trabajadores.
Pero se encuentran bajo una enorme presi¨®n. De hecho, ha llegado la hora de verdad. Los accionistas pueden hablar sobre el futuro de las partes interesadas, pero no de su futuro. Sin embargo, no est¨¢n dispuestos a que el precio de las acciones sufra ning¨²n tipo de rev¨¦s. ?Est¨¢ la codicia empresarial que ha definido las ¨²ltimas tres d¨¦cadas del modelo de negocio preparada para cambiar? Este ser¨¢ el punto decisivo.
?Por qu¨¦ resolver la crisis clim¨¢tica depende de alcanzar la igualdad de g¨¦nero?
Las mujeres est¨¢n presentes en toda la acci¨®n clim¨¢tica. Son las mujeres que est¨¢n en las cooperativas de las comunidades quienes est¨¢n cambiando las bombas de di¨¦sel en las minas de sal por bombas solares. Hay muchas historias en la agricultura, en el sector de la energ¨ªa o en los servicios comunitarios donde las mujeres est¨¢n creando empresas cooperativas e independientes.
Sin embargo, no vemos ese avance para las mujeres en las empresas tradicionales. Si echamos un vistazo a los despachos de direcci¨®n o los salarios, el mundo en 2021 est¨¢ siendo espantosamente desigual para las mujeres. Y esto continuar¨¢ a menos que estemos preparados para cambiar nuestro modelo econ¨®mico, nuestra actitud, nuestro sentido del compromiso hacia la diversidad con respecto a las mujeres y las etnias, y la inclusi¨®n de los m¨¢s j¨®venes.
Tenemos que invertir en aquello que construye el tejido de nuestra sociedad, ya sea social o medio ambiental. Si invertimos en el clima teniendo en cuenta un ecosistema hol¨ªstico con respecto al clima, las empresas y la inclusi¨®n, las mujeres se beneficiar¨¢n. Las mujeres siempre est¨¢n presentes en la creaci¨®n de recuperaci¨®n y resiliencia, que conlleva en la participaci¨®n de todos.
Si me preguntas a m¨ª, dir¨¦ que siempre ser¨¢n las mujeres las que est¨¦n presentes. Ellas correr¨¢n el riesgo. Ellas trabajar¨¢n por sus familias. Ellas construir¨¢n sus comunidades. Y eso es lo que necesitamos.
Hay mucho en juego. ?D¨®nde encontraremos las respuestas?
En el di¨¢logo social. Si contamos con partidos sociales de todos los niveles, con trabajadores, con empresas y, por supuesto y cuando corresponda, con la sociedad civil, entonces las personas encontrar¨¢n la soluci¨®n. No obstante, si el dominio de las empresas y la b¨²squeda de beneficios va en contra de las personas y el planeta, entonces no tendremos una prosperidad compartida.
Debemos arreglar esta brecha existente en el modelo social, debemos arreglar un mercado laboral roto y debemos resolver la crisis clim¨¢tica. De otro modo, no podremos construir un futuro inclusivo. Es as¨ª de simple.