Mensaje del Secretario General 2022
En el D¨ªa Mundial de los Refugiados reflexionamos sobre el valor y la resiliencia de quienes huyen de la guerra, la violencia y la persecuci¨®n, y reconocemos la compasi¨®n de quienes los acogen.
Hoy en d¨ªa la poblaci¨®n mundial de refugiados alcanza un nivel r¨¦cord.
La guerra en Ucrania ha desencadenado el mayor y m¨¢s r¨¢pido desplazamiento de personas en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Junto con las mujeres, los ni?os y los hombres que huyen de los conflictos en otras partes del mundo, el n¨²mero total de personas desplazadas por la fuerza ha alcanzado los 100 millones, lo que marca un triste hito de nuestros tiempos.
El D¨ªa Mundial de los Refugiados de este a?o afirma un principio fundamental de nuestra humanidad com¨²n: todas las personas tienen derecho a buscar seguridad, sean quienes sean, vengan de donde vengan e independientemente de cu¨¢ndo se vean obligadas a huir.
El derecho internacional es claro: el derecho a solicitar asilo es un derecho humano fundamental.
Las personas que huyen de la violencia o de la persecuci¨®n deben poder cruzar las fronteras en condiciones de seguridad.
No deben sufrir discriminaci¨®n en las fronteras ni se les debe denegar injustamente la condici¨®n de refugiado o el asilo por su raza, religi¨®n, sexo o pa¨ªs de origen.
No se les puede obligar a regresar si su vida o su libertad corren peligro.
Y como todo ser humano, deben ser tratados con respeto.
No obstante, la seguridad no es m¨¢s que el primer paso.
Una vez fuera de peligro, los refugiados necesitan oportunidades.
Oportunidades para sanar, aprender, trabajar y prosperar.
Oportunidades para volver a su lugar de origen si as¨ª lo deciden, o para reconstruir sus vidas en otro lugar, con seguridad y dignidad.
En todo el mundo, los refugiados han aportado nueva vida, prosperidad y una rica diversidad cultural a sus comunidades de acogida.
Proteger a los refugiados es una responsabilidad que todos compartimos.
Compromet¨¢monos hoy a hacer m¨¢s por los refugiados de todo el mundo y por los pa¨ªses que los acogen mientras ellos mismos afrontan una gran cantidad de dificultades.
Juntos, debemos actuar de forma solidaria.
Defendamos la integridad del r¨¦gimen internacional de protecci¨®n.
Y no perdamos nunca de vista nuestra humanidad com¨²n.
Las personas que huyen de la violencia o de la persecuci¨®n deben poder cruzar las fronteras en condiciones de seguridad. No deben sufrir discriminaci¨®n en las fronteras ni se les debe denegar injustamente la condici¨®n de refugiado o el asilo por su raza, religi¨®n, sexo o pa¨ªs de origen.
Ant¨®nio Guterres