La rociaron con ácido. ¿El pretexto? Ser mujer y tocar un instrumento musical. Esa fue quien, a pesar de todo, no ha renunciado a su sueño. Hoy es activista contra la en México y una saxofonista con aspiraciones a componer sus propias canciones.
Su caso retumbó tanto en los medios mexicanos como en las paredes de los congresos locales. Así fue como el estado mexicano de Puebla le pidió ayuda para crear una ley que le hiciera justicia a ella y a todas las mujeres que han sufrido el mismo crimen. Una ley que fue finalmente aprobada allí, seguida de numerosos otros estados mexicanos. Hoy ya es reconocida en Latinoamérica como la Ley Malena.
Una legislación que tiene como objetivo reformar el Código Penal para considerar la violencia ácida como tentativa de feminicidio, estableciendo penas de 25 a 40 años.