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ACNUR

Cuando rusia inició su invasión a , Agnieszka empezó a organizar ayuda humanitaria para los ucranianos refugiados. Hoy dirige dos en la ciudad polaca de Cracovia. En ‘Sopa para Ucrania' los refugiados reciben comida caliente y en 'Łagiewnicka Point', que parece una tienda, todo es gratis para quien lo necesite.

Esta animación, coproducida por ACNUR, muestra el impacto de la y el odio contra las personas en varios países latinoamericanos.

Hace unas semanas, este centro de negocios para mujeres -donde también se impartían cursos de inglés, informática y capacitación- rebosaba de gente. Hoy muchos de sus pisos están silenciados desde que se prohibiera a las mujeres trabajar para organizaciones no gubernamentales. El centro era un proyecto apoyado por que ofrecía oportunidades a cerca de la ciudad de Herat.

Aunque María tiene un título universitario y años de experiencia profesional en su natal, cuando llegó tuvo que aceptar un trabajo informal en condiciones precarias. Un tiempo después, y gracias a un curso de capacitación coordinado por , hoy su negocio de láminas de hojaldre florece y le da estabilidad. Un programa que ya ha ayudado a unas 140 personas refugiadas y migrantes a formarse en el sector empresarial.

Ahmet Erkan y su familia sobrevivieron a los terremotos en Türkiye y Siria y hoy viven en un centro de alojamiento. Sin embargo, como muchas otras personas, perdieron a seres queridos – e incluso su hogar – y saben que el camino hacia la recuperación es largo e incierto. “Vinimos aquí y, , nos ofrecieron ropa, comida y un lugar donde quedarnos y dormir”, agradece Ahmet.

La joven Mary Maker recuerda con cariño su infancia en , pero también el sufrimiento por la pérdida de seres queridos debido al conflicto y el consequente deambular en busca de un lugar seguro. Mary hace un apasionado llamamiento por la educación de las personas refugiadas y relata su inspiradora historia, desde su huída forzada de Sudán del Sur hasta convertirse en estudiante universitaria en Estados Unidos, fundadora de Elimisha Kakuma y recién nombrada .

En una declaración conjunta, la Organización Internacional para las Migraciones () y la Agencia de la ONU para los Refugiados () han pedido aumentar el apoyo internacional a los refugiados y migrantes de

Personas heridas, traumatizadas y desplazadas; nadie ha salido ileso de en Dnipro, al sureste de . En este reportaje, ACNUR te acerca las historias de seis personas cuyas para siempre. Este es el caso de Tamara (en la foto) de 89 años, y su hijo Volodymyr, de 60. Evacuados tras soportar meses de bombardeos en la provincia de Donetsk.

Durante el año que ha pasado desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, millones de personas han tenido que huir de sus hogares. sigue y seguirá apoyando a los desplazados y a las comunidades afectadas por la violencia en el país agredido.

“En sequías anteriores, nos trasladábamos a ciudades y volvíamos cuando llegaban las lluvias, pero es que hemos visto”, cuenta Shamsa Amin, madre de diez hijos. Un día Shamsa perdió la esperanza y emprendió un largo y difícil viaje con sus hijos y su madre de 82 años hasta llegar a los .

Voluntarios/as refugiados/as, junto con empresas y autoridades locales, han restaurado la mayor parte de este antiguo hospital.

Hizo teatro, fue modelo, participó en musicales y en espectáculos artísticos en Venezuela. Ahora, como , trabaja en una fundación para apoyar a personas que viven con VIH en Ciudad de . “Cuando tenía cinco años me diseñé un vestido con una sábana, era lo que yo sentía sin entender ,” recuerda Nickoll.

Entre los 1,5 millones de refugiados y migrantes , hay personal médico y de enfermería que . “Lo que buscábamos era que las personas se fueran vacunadas a sus casas,” recuerda la enfermera Edixioney. le atribuyen haber suministrado la mayor cantidad de vacunas COVID-19 en todo Lima Norte, un distrito empobrecido de la capital peruana.

Yash escribe a su abuelo , ahora fallecido, a quien llamaba cariñosamente Dadu. En 1947, durante la partición de India, Dadu huyó de su hogar, situado en la (en). Yash, quien vivió con casi toda su vida, recuerda el tiempo que pasaban juntos viendo comedias románticas y soñando con el futuro.

Mientras que el recrudecimiento de la violencia en la provincia de de este país africano acapara titulares, otra crisis envuelve a la vecina provincia de Ituri, donde la población civil se enfrenta a una violencia que ya ha forzado a 1,5 millones de personas a En esta dura foto, Madeleine se recupera tras el ataque a su aldea que mató a cuatro de sus hijos.