Una sexta parte de la poblaci¨®n mundial reside en Estados fr¨¢giles, donde tambi¨¦n vive una de cada tres personas que est¨¢n sobreviviendo con menos de un d¨®lar diario. De todos los ni?os del mundo que pierden la vida antes de cumplir 5 a?os, la mitad nace en esos pa¨ªses. De todas las mujeres que mueren de parto, una de cada tres muere en esos pa¨ªses. Si bien otros pa¨ªses en desarrollo est¨¢n logrando notables adelantos hacia el logro de los objetivos de desarrollo del Milenio (ODM), los pa¨ªses fr¨¢giles, desde Hait¨ª hasta Nepal y desde Burundi hasta Uzbekist¨¢n, est¨¢n quedando retrasados. En 2006, su producto interno bruto per c¨¢pita aument¨® en promedio s¨®lo 2% anual, en comparaci¨®n con un promedio del 6% en otros pa¨ªses de bajos ingresos. A partir del decenio de 1970 se ha estado agrandando la distancia que los separa de otros pa¨ªses en desarrollo.
?Por qu¨¦ sucede esto? Algunos pa¨ªses est¨¢n atrapados en un c¨ªrculo vicioso de conflicto y pobreza. Otros, padecen una "maldici¨®n de recursos naturales", en que las utilidades de dichos recursos benefician s¨®lo a las minor¨ªas que los controlan. Otros pa¨ªses han heredado una deficiente administraci¨®n p¨²blica y no est¨¢n en condiciones de ofrecer a sus ciudadanos ni siquiera los m¨¢s rudimentarios servicios b¨¢sicos. En esos pa¨ªses, son las personas comunes quienes m¨¢s sufren. El Estado carece o bien de la capacidad, o bien de la responsabilidad, para apoyar un desarrollo equitativo. Esto impone lentitud e incluso frena el progreso hacia los ODM.
Para mejorar las condiciones reinantes en los pa¨ªses fr¨¢giles es preciso hacer gala de innovaci¨®n, determinaci¨®n y firme focalizaci¨®n en los resultados. Para ayudar a los "mil millones de personas en la base" que viven en esos Estados, el Comit¨¦ de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®micos (OCDE), que agrupa a los principales donantes mundiales de asistencia, ha preparado un marco para la acci¨®n de los gobiernos del mundo desarrollado, en beneficio de los Estados fr¨¢giles. En abril de 2007, los Ministros de desarrollo de los pa¨ªses miembros de la OCDE aprobaron un conjunto de Principios del CAD para una buena acci¨®n internacional en beneficio de los Estados e instituciones fr¨¢giles, sobre la base de ensayos realizados en 10 Estados durante dos a?os. Estos Principios establecen una orientaci¨®n b¨¢sica para mejorar la gesti¨®n de la asistencia y participar tambi¨¦n en otras esferas como la seguridad, la consolidaci¨®n de la paz y el fortalecimiento de la administraci¨®n p¨²blica. Estos Principios tienen importantes consecuencias pol¨ªticas y operacionales.
Seg¨²n un proverbio de Burundi, "siempre comienza a llover en el mismo lugar". Al parecer, cuando se trata de corrientes de asistencia internacional, algunos pa¨ªses se benefician muy poco de la lluvia que confiere vida. Al destacar a esos "hu¨¦rfanos de la asistencia" en sus an¨¢lisis sobre las corrientes de asistencia, el CAD pone de manifiesto a esos pa¨ªses marginados de la atenci¨®n internacional, que est¨¢n muy lejos de alcanzar los ODM. Cabe esperar que los pa¨ªses de la OCDE aprovechen esos datos para aplicar, con el transcurso del tiempo, un sistema m¨¢s racional de asignaci¨®n de la asistencia a escala mundial. Una buena participaci¨®n internacional en los Estados fr¨¢giles requiere contar con mecanismos de respuesta r¨¢pida para aportar financiaci¨®n, as¨ª como la asunci¨®n de compromisos a largo plazo. En esos Estados, la inestabilidad de la asistencia es dos veces superior a la existente en otros pa¨ªses de bajos ingresos. Con demasiada frecuencia, la asistencia se disipa una vez que las c¨¢maras de televisi¨®n se trasladan a otros lugares. Es preciso que haya un apoyo m¨¢s sistem¨¢tico para el desarrollo de esos pa¨ªses si se aspira a mejorar sustancialmente la vida de los mil millones de personas que est¨¢n en el estrato inferior.
El cambio en el comportamiento en los donantes significa que deben abordarse numerosos problemas relacionados entre s¨ª. En los Estados fr¨¢giles, los problemas de gobernabilidad, rendimiento econ¨®mico, inseguridad y progreso son todos agudos. Para abordar esos problemas es menester una estrecha cooperaci¨®n entre diferentes organismos gubernamentales, entre ellos, por ejemplo, los responsables de la defensa, la diplomacia y el desarrollo, as¨ª como de la asistencia humanitaria, y tambi¨¦n entablar una estrecha cooperaci¨®n entre los diferentes donantes. Las directrices del CAD indican que es posible lograr grandes efectos mediante el env¨ªo de equipos de profesionales dotados de una correcta combinaci¨®n de aptitudes, capacidad de an¨¢lisis conjunto, recursos en com¨²n e instrumentos de planificaci¨®n simples e integrados, como los utilizados en Hait¨ª, Liberia y Timor-Leste.
Pero muchos Estados fr¨¢giles carecen de las condiciones b¨¢sicas indispensables para reducir la pobreza y promover el crecimiento a largo plazo. En ausencia de estabilidad, de paz, de seguridad y de una m¨ªnima estructura institucional y de gobernanza, sigue siendo ilusoria la posibilidad de que esos pueblos se beneficien con la mundializaci¨®n. Es preciso que el CAD recuerde constantemente a los donantes que es necesario efectuar inversiones en esos requisitos b¨¢sicos. El progreso en la consolidaci¨®n de la paz y en el fomento de las instituciones del Estado en el corto plazo puede contribuir a sentar las bases del progreso a largo plazo hacia el logro de los ODM.
En los Estados fr¨¢giles, es preciso mantener una persistente y paciente dedicaci¨®n sostenida a lo largo del tiempo para que mejoren las vidas de las persones comunes. Al abordar estos retos, es preciso colaborar con m¨²ltiples copart¨ªcipes, entre ellos donantes que reci¨¦n se inician y entidades de la sociedad civil y del sector privado en los Estados fr¨¢giles. Adem¨¢s, se est¨¢n ensayando f¨®rmulas innovadoras, entre ellas, la recientemente iniciada Asociaci¨®n para la gobernanza democr¨¢tica, a fin de contrarrestar las tendencias actuales y reducir sustancialmente antes de 2015 las distancias que separan de los ODM a los mil millones de personas que integran el estrato inferior.
Esta Asociaci¨®n, emprendida por la OCDE y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) durante el per¨ªodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en octubre de 2007, es una novedad que suscita gran entusiasmo. A fin de ayudar a los pa¨ªses m¨¢s pobres a que logren mejor gobernabilidad y rendici¨®n de cuentas y ofrezcan servicios esenciales, la Asociaci¨®n trata de apoyar las mejoras en la prestaci¨®n de los servicios gubernamentales y las funciones b¨¢sicas del gobierno, mediante el suministro provisional de expertos internacionales pertinentes. La Asociaci¨®n, auspiciada por la OCDE, con el PNUD como su principal copart¨ªcipe, junto con gobiernos de pa¨ªses tanto miembros como no miembros de la OCDE y con otras organizaciones internacionales, es otro instrumento fundamental en la iniciativa internacional para ayudar a los pa¨ªses m¨¢s pobres a que alcancen los objetivos de desarrollo del Milenio.
El Comit¨¦ de Asistencia para el Desarrollo (CAD) de la OCDE es el fuero donde se congregan los gobiernos que aportan m¨¢s del 90% de la asistencia oficial para el desarrollo en todo el mundo y varias organizaciones multilaterales, entre ellos el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, con el prop¨®sito de mejorar la manera en que se ofrece asistencia y coordinar sus acciones de desarrollo. Otras iniciativas de la OCDE contribuyen a velar por que no se descuiden las cuestiones sociales y econ¨®micas en los pa¨ªses m¨¢s pobres. Entre esas iniciativas, cabe mencionar el Club del Sahel y del ?frica Occidental, la Dependencia de Apoyo del Foro para la Colaboraci¨®n en ?frica, el Centro para el Desarrollo, la Iniciativa de Gobernabilidad e Inversiones para el Desarrollo en el Oriente Medio y el ?frica Septentrional (MENA)-OECD y, m¨¢s recientemente, la Asociaci¨®n para la gobernanza democr¨¢tica. Para obtener m¨¢s informaci¨®n, s¨ªrvase visitar los siguientes sitios Web: ) y ().
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La Cr¨®nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as¨ª como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art¨ªculos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci¨®n por parte de las Naciones Unidas.?
