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La ¨²ltima reuni¨®n de la Comisi¨®n para el Desarrollo Sostenible (CDS 15) examin¨® el cambio clim¨¢tico mundial junto con el desarrollo energ¨¦tico, industrial y del aire como un conjunto de problemas interrelacionados. El riesgo del cambio clim¨¢tico inspira la preocupaci¨®n generalizada del Secretario General de las Naciones Unidas y de los gobiernos de todo el mundo.


Las Comisiones Regionales de las Naciones Unidas han desarrollado diversos enfoques en relaci¨®n con las consecuencias econ¨®micas y sociales del cambio clim¨¢tico, con objeto de completar el an¨¢lisis de los aspectos ambientales y sus efectos sobre el desarrollo desde una perspectiva regional.


Un mayor desarrollo del uso del terreno en el marco del mecanismo para un desarrollo limpio, la modificaci¨®n en el uso del terreno y las actividades forestales, incluido el potencial de movilizaci¨®n de recursos para el fomento de las iniciativas encaminadas a evitar la deforestaci¨®n y su sinergia potencial con la reducci¨®n de la pobreza, resultan de especial inter¨¦s para los pa¨ªses de ?frica y Am¨¦rica Latina. En Am¨¦rica Latina, las autoridades municipales (en Ciudad de M¨¦xico, por ejemplo) est¨¢n estudiando el potencial de los proyectos integrales de ¨¢mbito urbano que se desarrollan en el marco del mecanismo para un desarrollo limpio, referidos al transporte urbano y las infraestructuras de gesti¨®n de la energ¨ªa y los desechos. El potencial de captura y almacenamiento del carbono representa una oportunidad para el desarrollo tecnol¨®gico en los pa¨ªses productores de petr¨®leo, destinado a una mejor recuperaci¨®n de esta materia prima. Las econom¨ªas asi¨¢ticas, que viven un fuerte crecimiento, se enfrentan al reto que supone lograr un "crecimiento verde" o la separaci¨®n eficaz del crecimiento econ¨®mico y el aumento de la intensidad en el uso de la energ¨ªa, una contaminaci¨®n excesiva, la generaci¨®n de desechos y un elevado consumo de recursos, que supera la capacidad ecol¨®gica ya se?alada de muchos de los pa¨ªses de la regi¨®n. La opini¨®n de la Comisi¨®n destaca la variedad de las oportunidades disponibles en las diferentes regiones.


Desde la perspectiva de la Comisi¨®n Econ¨®mica para ?frica (CEPA), algunos de los principales desaf¨ªos que plantea el cambio clim¨¢tico en este continente son el bajo nivel de acceso a la tecnolog¨ªa, la dependencia de la agricultura sujeta a la lluvia y el elevado nivel de pobreza de la regi¨®n. Por consiguiente, ?frica presenta un alto grado de vulnerabilidad y una escasa capacidad para atenuar los efectos del cambio clim¨¢tico y adaptarse a ellos. Los pa¨ªses africanos necesitan un mayor acceso a la financiaci¨®n y a otros tipos de asistencia disponibles a trav¨¦s de los mecanismos previstos en el Protocolo de Kyoto y en los Acuerdos de Marrakech sobre la financiaci¨®n, a fin de mejorar su capacidad t¨¦cnica e institucional, as¨ª como de fomentar y acelerar la elaboraci¨®n y aplicaci¨®n de los Programas de Acci¨®n Nacionales de Adaptaci¨®n. Asimismo, esta regi¨®n debe seguir reforzando sus capacidades cient¨ªficas humanas e institucionales y la cooperaci¨®n internacional, con objeto de lograr su adaptaci¨®n a escala local y nacional, donde las vulnerabilidades son m¨¢s patentes. Es preciso igualmente promover el patrocinio de foros clim¨¢ticos dirigidos a mejorar la cooperaci¨®n regional y los sistemas de alerta temprana y de intercambio de informaci¨®n, a fin de reducir las vulnerabilidades de esta regi¨®n en el ¨¢mbito agr¨ªcola y en otros.


?frica ha destacado la necesidad de que los pa¨ªses de todo el mundo act¨²en en consecuencia con los compromisos adquiridos en la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico y el Protocolo de Kyoto. Esta regi¨®n ha subrayado algunas prioridades como, por ejemplo, el fomento y la expansi¨®n de la investigaci¨®n pol¨ªtica sobre el clima y los problemas relacionados con ¨¦l, con el fin de promover un trabajo efectivo en red basado en el conocimiento, as¨ª como el desarrollo de pol¨ªticas informativas y programas orientados a dar respuesta a los desaf¨ªos que plantea el cambio clim¨¢tico identificados por la citada Convenci¨®n Marco. Todo ello deber¨ªa ir acompa?ado de una mayor coherencia normativa y la integraci¨®n de las preocupaciones relacionadas con la atenuaci¨®n de los efectos del cambio clim¨¢tico y la adaptaci¨®n a este fen¨®meno en programas y pol¨ªticas prioritarios en la esfera del desarrollo, incluidas las estrategias de reducci¨®n de la pobreza.


En opini¨®n de la Comisi¨®n Econ¨®mica para Europa (CEPE), muchos pa¨ªses planean tomar medidas importantes para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero a fin de evitar el calentamiento del clima y el riesgo de que dicho fen¨®meno produzca una mayor incidencia de sucesos extremos. Sin embargo, la CEPE estima que es preciso invertir esfuerzos mucho mayores y que, a menudo, se sigue careciendo de planes detallados para la aplicaci¨®n de las medidas correspondientes. Existe un enorme potencial de ahorro energ¨¦tico y para la mejora de la eficiencia energ¨¦tica en la regi¨®n; se trata de un imperativo tanto desde el punto de vista econ¨®mico como ambiental, que puede lograrse con los recursos y las tecnolog¨ªas existentes, tal como se subray¨® en el CDS 15. Se impone la necesidad de realizar importantes inversiones en el campo de la eficiencia energ¨¦tica. Resulta evidente que es preciso superar numerosos obst¨¢culos para que las medidas encaminadas a lograr la eficiencia energ¨¦tica puedan desarrollar todo su potencial, principalmente en los pa¨ªses de Europa oriental, el C¨¢ucaso y Asia central. Por este motivo la CEPE desarrolla una actividad muy importante en esta regi¨®n, centr¨¢ndose en el fomento de la educaci¨®n, la sensibilizaci¨®n y la capacidad, la promoci¨®n del cambio de conducta, las reformas pol¨ªticas y normativas, el intercambio de emisiones y el establecimiento de fondos de inversi¨®n o mecanismos de financiaci¨®n tanto de car¨¢cter p¨²blico como privado.


Los pa¨ªses de la CEPE est¨¢n adquiriendo una conciencia creciente acerca de la necesidad de desarrollar estrategias integradas dirigidas a abordar los efectos de la contaminaci¨®n del aire, el cambio clim¨¢tico y el consumo sostenible de energ¨ªa. La contaminaci¨®n del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero proceden a menudo de las mismas fuentes, como la quema de combustibles f¨®siles, o ciertos agentes contaminantes que son gases de efecto invernadero en s¨ª mismos. El trabajo realizado en el marco de la Convenci¨®n de la CEPE sobre la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica transfronteriza a larga distancia ha puesto de manifiesto que existe la posibilidad de lograr importantes ahorros si se integran estrategias de disminuci¨®n. Se pueden invertir mayores esfuerzos para lograr reducir los gases de efecto invernadero y la contaminaci¨®n del aire a un menor coste, a trav¨¦s de tecnolog¨ªas aplicadas a los tubos de emisi¨®n as¨ª como de cambios estructurales. Sin embargo, los resultados tambi¨¦n han demostrado que no todas las medidas consiguen reducir la contaminaci¨®n del aire y los gases de efecto invernadero; la madera, por ejemplo, es una fuente de energ¨ªa renovable, pero su quema provoca a menudo un aumento de la contaminaci¨®n del aire. Es preciso dirigir mayores esfuerzos cient¨ªficos y t¨¦cnicos a esta esfera de trabajo; las pol¨ªticas gubernamentales, por su parte, deben tener en cuenta las ventajas de la integraci¨®n. Los pa¨ªses de la CEPE est¨¢n empezando a adoptar un enfoque m¨¢s global en relaci¨®n con la contaminaci¨®n del aire y el cambio clim¨¢tico. Existe un mayor reconocimiento del movimiento mundial de la contaminaci¨®n del aire y la necesidad de mejorar la colaboraci¨®n interregional. El intercambio de informaci¨®n y conocimientos ser¨¢ fundamental para el ¨¦xito futuro y puede constituir un factor crucial en la reducci¨®n de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la contaminaci¨®n del aire a escala mundial.


Para la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL), esta regi¨®n sigue aportando una parte muy peque?a a la producci¨®n global de gases de efecto invernadero, aunque necesita mejorar su preparaci¨®n para ser capaz de responder a sus potenciales efectos. El cambio clim¨¢tico es materia de preocupaci¨®n en esta regi¨®n debido a sus importantes consecuencias sobre la calidad de vida de las personas, como la mayor frecuencia de situaciones de clima extremo, las alteraciones en la productividad agr¨ªcola, el aumento del nivel de los mares o la escasez de agua en las zonas urbanas. En los ¨²ltimos a?os, los gobiernos han aplicado numerosas medidas institucionales encaminadas a combatir el cambio clim¨¢tico, que incluyen la realizaci¨®n de inventarios nacionales, el establecimiento de autoridades nacionales responsables en esta materia, la diversificaci¨®n y descentralizaci¨®n de actores a fin de involucrar a los gobiernos y a los grupos locales, as¨ª como la celebraci¨®n de debates e intercambios de informaci¨®n. Ha existido asimismo una considerable interacci¨®n con el sector privado. Algunos pa¨ªses han preparado ya una serie de comunicaciones nacionales, en l¨ªnea con lo establecido en la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico; otros han introducido una obligaci¨®n que establece que las industrias, cuando soliciten sus licencias ambientales de actividad, deben informar de sus emisiones de gases de efecto invernadero.


Tambi¨¦n surgen oportunidades para la cooperaci¨®n regional en relaci¨®n al cambio clim¨¢tico; por ejemplo, un registro nacional de las iniciativas que se est¨¦n desarrollando actualmente constituir¨ªa un valioso instrumento para orientar la cooperaci¨®n. ?sta deber¨ªa incluir la prevenci¨®n de desastres naturales, la capacidad de respuesta y documentaci¨®n de apoyo para los debates actuales relativos al desarrollo y al funcionamiento del r¨¦gimen clim¨¢tico. En opini¨®n de esta regi¨®n, es muy importante debatir acerca de los tipos de proyectos que deber¨ªan recibir los fondos del mecanismo para un desarrollo limpio y difundir informaci¨®n actualizada a este respecto. Los pa¨ªses del Caribe, que son potencialmente los m¨¢s fr¨¢giles, han expresado su preocupaci¨®n en relaci¨®n a la asistencia tras los desastres, incluida la eficacia de los seguros. Los pa¨ªses andinos, por su parte, se muestran interesados en desarrollar una estrategia ambiental de nivel inferior al regional, cuyos principios incluir¨ªan el establecimiento de v¨ªnculos entre los escenarios clim¨¢ticos y los sociales, as¨ª como la evaluaci¨®n econ¨®mica ex ante tanto de la vulnerabilidad como de la prevenci¨®n (es decir, la adaptaci¨®n).


Otros pa¨ªses han se?alado las ventajas de desarrollar programas para facilitar las sinergias entre la eficiencia energ¨¦tica, la producci¨®n limpia y el programa de trabajo del cambio clim¨¢tico, as¨ª como entre este ¨²ltimo elemento y los acuerdos internacionales. Existe un cierto grado de consenso en relaci¨®n a la utilidad de dotarse de una organizaci¨®n regional de acreditaci¨®n con un mejor conocimiento de la regi¨®n, lo que permitir¨ªa certificar los proyectos del mecanismo para un desarrollo limpio a un coste inferior. Asimismo, podr¨ªa resultar beneficioso buscar posturas coordinadas en relaci¨®n a la financiaci¨®n, dado el probable incremento de la demanda de fondos internacionales para el fomento de la capacidad de respuesta a los efectos adversos del cambio clim¨¢tico, el aumento de la transferencia de tecnolog¨ªa y las cuestiones de elegibilidad frente a los programas destinados a contrarrestar las emisiones de carbono.


Para la Comisi¨®n Econ¨®mica y Social para Asia y el Pac¨ªfico (CESPAP), la acci¨®n clim¨¢tica en un contexto de crecimiento del precio del petr¨®leo es cada vez m¨¢s compatible con los objetivos de la regi¨®n en materia de desarrollo econ¨®mico, relacionados con la seguridad de la energ¨ªa y la competitividad industrial. La respuesta al desaf¨ªo del cambio clim¨¢tico requiere una gran variedad de medidas encaminadas tanto a atenuar los efectos de este fen¨®meno como a conseguir la adaptaci¨®n a sus efectos adversos. Tales medidas incluyen mejoras en el ¨¢mbito de la eficiencia energ¨¦tica, el desarrollo de energ¨ªas alternativas, tecnolog¨ªas de captura y almacenamiento de carbono o cambios en las pautas de consumo y producci¨®n insostenibles, as¨ª como pr¨¢cticas agr¨ªcolas y de gesti¨®n de zonas costeras. La integraci¨®n de las pol¨ªticas orientadas a luchar contra el cambio clim¨¢tico en los planes nacionales de desarrollo se ha convertido en una necesidad inmediata para mitigar los efectos nocivos del aumento de las temperaturas. Es preciso, adem¨¢s, fortalecer las medidas de adaptaci¨®n de la agricultura, la energ¨ªa, los bosques, los asentamientos humanos, la industria y los ecosistemas marinos con el fin de atenuar las consecuencias adversas sobre los recursos h¨ªdricos y las zonas costeras.


La experiencia obtenida en la regi¨®n muestra que las tecnolog¨ªas de eficiencia energ¨¦tica ofrecen oportunidades para que todas las partes salgan ganando, al tiempo que reducen los costes de producci¨®n, mejoran la seguridad energ¨¦tica y disminuyen la contaminaci¨®n del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero. Se ha demostrado la eficacia de una amplia variedad de medidas pol¨ªticas de bajo costo en la mejora de la eficiencia energ¨¦tica. Dichas medidas incluyen la eliminaci¨®n de las subvenciones para la electricidad y la introducci¨®n de recargos en horas punta de consumo, adem¨¢s de normativas que regulan la eficiencia energ¨¦tica de los procesos industriales y las actividades urbanas. La regi¨®n est¨¢ participando activamente en actividades promovidas por el mecanismo para un desarrollo limpio. En diciembre de 2006, hab¨ªa llevado a cabo un total de 218 proyectos de este mecanismo, que representaban el 71% de los proyectos de reducci¨®n de emisiones de todo el mundo registrados bajo la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico. Recientemente se puso en marcha una iniciativa proactiva que incluye un mecanismo unilateral para un desarrollo limpio que proporciona a los pa¨ªses en desarrollo la flexibilidad necesaria para iniciar proyectos y asumir los riesgos asociados a dichos proyectos.


Para la Comisi¨®n Econ¨®mica y Social para Asia Occidental (CESPAO), a pesar de que no se ha examinado con suficiente detalle el impacto del cambio clim¨¢tico sobre el mundo ¨¢rabe, es probable que sus efectos sean importantes. Los pa¨ªses ¨¢rabes deben aplicar medidas de adaptaci¨®n destinadas a minimizar los efectos del cambio clim¨¢tico en los sectores socioecon¨®micos m¨¢s vulnerables. Una de las limitaciones m¨¢s graves del proceso de evaluaci¨®n ha sido la falta de capacidad para analizar la vulnerabilidad y la adaptaci¨®n, y generar resultados fiables que puedan incorporarse a los procesos de planificaci¨®n nacional del desarrollo. Esta limitaci¨®n se debe principalmente a una inadecuada recogida y supervisi¨®n de los datos, el acceso limitado a las bases de datos existentes y a la falta de capacidad para analizar, ajustar y mejorar la calidad de determinadas series de datos.


La regi¨®n ¨¢rabe est¨¢ compuesta por las regiones que no forman parte del Anexo I, por lo que puede recibir los fondos del mecanismo para un desarrollo limpio. Muchas de las actividades de este mecanismo, referidas a la eficiencia energ¨¦tica y a las energ¨ªas renovables, se est¨¢n aplicando a nivel nacional. La regi¨®n tiene un enorme potencial para desarrollar proyectos de captura y almacenamiento de carbono gracias a una mejor tecnolog¨ªa de recuperaci¨®n del petr¨®leo. Una vez que esta tecnolog¨ªa, capaz de lograr la mayor reducci¨®n posible de emisiones, sea adoptada como metodolog¨ªa aprobada por el mecanismo para un desarrollo limpio, algunos pa¨ªses ¨¢rabes se convertir¨¢n en un atractivo mercado para el intercambio de emisiones.


La CESPAO ha identificado algunas pol¨ªticas y estrategias regionales que pueden ayudar a los pa¨ªses ¨¢rabes a llevar a cabo evaluaciones del impacto econ¨®mico y ambiental del cambio clim¨¢tico, as¨ª como a aplicar las medidas de adaptaci¨®n necesarias, que incluyen el establecimiento de capacidades institucionales en este campo. Tambi¨¦n es importante promover la cooperaci¨®n regional en materia de control del cambio clim¨¢tico y el dise?o de estrategias de mitigaci¨®n, alentando al establecimiento de v¨ªnculos con los esfuerzos internacionales que se realizan en esta ¨¢rea. La mitigaci¨®n de los efectos de las pol¨ªticas y medidas adoptadas por los pa¨ªses industrializados para cumplir con la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico y el Protocolo de Kyoto, y la compensaci¨®n a los pa¨ªses ¨¢rabes por las p¨¦rdidas sufridas como consecuencia de dichas medidas se convierten en cuestiones fundamentales para esta regi¨®n, que siguen siendo objeto de fuertes controversias en los debates multilaterales.


La mayor¨ªa de las Comisiones Regionales coinciden en la necesidad de facilitar un mayor di¨¢logo a escala regional, a fin de promover un grado m¨¢s elevado de conciencia y desarrollo de pol¨ªticas para responder al desaf¨ªo del cambio clim¨¢tico, en l¨ªnea con las prioridades de desarrollo; dichas prioridades incluyen la garant¨ªa de disponer de fuentes de financiaci¨®n adecuadas para satisfacer las necesidades en materia de inversi¨®n en infraestructuras de un modo coherente con un futuro que sea eficiente desde el punto de vista energ¨¦tico y con escasa presencia del carbono. Otras ¨¢reas de oportunidades en las que las actividades de las Comisiones Regionales pueden seguir realizando importantes contribuciones a los pa¨ªses miembros en un futuro pr¨®ximo incluyen el fortalecimiento de las plataformas regionales destinadas a la promoci¨®n de opciones innovadoras en materia de adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico, la reducci¨®n del riesgo de desastres producidos por situaciones de clima extremo, la preparaci¨®n para hacer frente a las sequ¨ªas, una mejor gesti¨®n de la tierra buscando la sostenibilidad, la preparaci¨®n de comunicaciones nacionales y de estrategias nacionales de adaptaci¨®n y mitigaci¨®n o el refuerzo del fomento de la capacidad para facilitar el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y los proyectos del mecanismo para un desarrollo limpio. En todas estas esferas de trabajo, las Comisiones pueden generar importantes sinergias con otros foros multilaterales y regionales, incluida la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico y sus organismos t¨¦cnicos.


Los Secretarios Ejecutivos de las Comisiones Regionales de las Naciones Unidas son: Abdoulie Janneh, de Gambia, para la CEPA; Marek Belka, de Polonia, para la CEPE; Jos¨¦ Luis Machinea, de Argentina, para la CEPAL; Kim Hak-Su, de la Rep¨²blica de Corea, para la CESPAP y Mervat M. Tallawy, de Egipto, para la CESPAO.

Efectos futuros del cambio clim¨¢tico
en las diversas regiones del mundo?frica

• Se prev¨¦ que en 2020, entre 75 y 250 millones de personas sufrir¨¢n una mayor escasez de agua como consecuencia del cambio clim¨¢tico.
• Se prev¨¦ que la producci¨®n agr¨ªcola, incluido el acceso a los alimentos, se vea gravemente comprometida por la variabilidad y los cambios del clima. Esto repercutir¨¢ negativamente en la seguridad alimentaria y exacerbar¨¢ la malnutrici¨®n en todo el continente.
• En algunos pa¨ªses africanos, el rendimiento de los cultivos dependientes de la lluvia puede verse reducido hasta en un 50% en 2020.
• Hacia finales del siglo XXI, el aumento previsto del nivel de los mares afectar¨¢ a las zonas costeras bajas con grandes poblaciones.

Asia

• Se prev¨¦ una disminuci¨®n de la disponibilidad de agua dulce en Asia central, meridional, Occidental y sudoriental como consecuencia del cambio clim¨¢tico, sobre todo en las cuencas de los grandes r¨ªos. Esta carest¨ªa podr¨ªa afectar a m¨¢s de 1.000 millones de personas en la d¨¦cada de 2050.
• Las zonas costeras, especialmente las regiones de gran densidad de poblaci¨®n de los grandes deltas del Asia meridional, Oriental y sudoriental, se enfrentar¨¢n a los mayores riesgos debido al aumento de las inundaciones provocadas por el mar y los r¨ªos.
• Se prev¨¦ que el cambio clim¨¢tico afectar¨¢ al desarrollo sostenible de la mayor¨ªa de pa¨ªses en desarrollo de Asia, con la r¨¢pida urbanizaci¨®n de la regi¨®n y su desarrollo econ¨®mico e industrial.
  

Australia y Nueva Zelanda

• Se prev¨¦ una importante p¨¦rdida de biodiversidad para el a?o 2020 en determinados enclaves que actualmente son muy ricos desde el punto de vista ecol¨®gico, como la Gran Barrera de Coral o los Tr¨®picos H¨²medos de Queensland.
• Se estima que la producci¨®n agr¨ªcola y forestal disminuir¨¢ para el a?o 2030 en buena parte del Sur y el Este de Australia, as¨ª como en determinadas zonas del Este de Nueva Zelanda, debido al aumento de la incidencia de sequ¨ªas e incendios.
  

Europa

• En la Europa meridional, se prev¨¦ que el cambio clim¨¢tico provocar¨¢ un empeoramiento de las condiciones generales como consecuencia de una reducci¨®n de la disponibilidad de agua, la potencia hidroel¨¦ctrica, el turismo estival y la productividad de los cultivos agr¨ªcolas.
• Las zonas de monta?a experimentar¨¢n la retirada de los glaciares, una disminuci¨®n de la nieve y del turismo de invierno, as¨ª como la desaparici¨®n de numerosas especies.
• En Europa central y Oriental disminuir¨¢n las precipitaciones en verano, causando un agravamiento de la escasez de agua.
  

Am¨¦rica Latina

• En muchas zonas tropicales de Am¨¦rica Latina existe el riesgo de sufrir una importante p¨¦rdida de biodiversidad.
• En las zonas m¨¢s secas, se espera que el cambio clim¨¢tico provoque la salinizaci¨®n y desertizaci¨®n de los terrenos agr¨ªcolas.
• Se prev¨¦ que el aumento del nivel de los mares se traducir¨¢ en un mayor riesgo de inundaci¨®n de las zonas bajas.
  

Am¨¦rica del Norte

• Se prev¨¦ que el calentamiento de las zonas de monta?a occidentales producir¨¢ una disminuci¨®n de la capa de nieve, una mayor incidencia de las inundaciones en invierno y una reducci¨®n de los flujos estivales.
• Las ciudades que actualmente sufren olas de calor se ver¨¢n afectadas por un mayor n¨²mero, intensidad y duraci¨®n de dichos fen¨®menos.
• Las comunidades y h¨¢bitats costeros sufrir¨¢n cada vez m¨¢s los efectos de la interacci¨®n del cambio clim¨¢tico con el desarrollo y la contaminaci¨®n.
  

Regiones polares

• En el ?rtico, se observan efectos adicionales, como la reducci¨®n del volumen de hielo marino y del casco polar, el aumento de la erosi¨®n costera o un deshielo estacional del casco polar m¨¢s acentuado.
• En ambas regiones polares, se prev¨¦ que los ecosistemas y h¨¢bitats espec¨ªficos se vayan volviendo vulnerables a medida que se debiliten las barreras clim¨¢ticas a la invasi¨®n de especies procedentes de otros lugares.
  

Islas de peque?o tama?o

• Las islas de peque?o tama?o, ya est¨¦n situadas en los tr¨®picos o en latitudes m¨¢s altas, presentan caracter¨ªsticas que las convierten en especialmente vulnerables a los efectos del cambio clim¨¢tico, el aumento del nivel del mar y los acontecimientos extremos.
• Se prev¨¦ que el cambio clim¨¢tico provocar¨¢ para mediados de siglo una disminuci¨®n de los recursos h¨ªdricos de muchas islas de peque?o tama?o, como las del Caribe y el Pac¨ªfico.
• El deterioro de las condiciones de las costas por efecto de la erosi¨®n de las playas y el blanqueamiento de los corales afectar¨¢ a los recursos locales.