Cuando el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo y Bloomberg New Energy Finance publicaron el primer informe "Climascopio" en 2012, puede que muchas personas se sorprendieran de que un pa¨ªs de Am¨¦rica Central se clasificara en segundo puesto entre los Estados de Am¨¦rica Latina en el ¨ªndice que eval¨²a el clima de inversi¨®n en energ¨ªa limpia, superado solamente por el Brasil. Quiz¨¢s es a¨²n m¨¢s inesperado que fuera Nicaragua, un pa¨ªs que tan solo diez a?os antes ten¨ªa el mayor porcentaje de generaci¨®n de electricidad a partir de combustibles f¨®siles de la regi¨®n (casi un 80%). Entre los diez primeros pa¨ªses tambi¨¦n se encontraban Panam¨¢ (3?), Costa Rica (8?) y Guatemala (9?).
Estos resultados reflejan que en el ¨²ltimo decenio se ha producido una evoluci¨®n interesante en la regi¨®n: una inversi¨®n intencionada de la tendencia caracterizada por la creciente proporci¨®n de combustibles f¨®siles en la mezcla de generaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica. El abastecimiento de las demandas energ¨¦ticas con combustibles f¨®siles se convirti¨® en una carga cada vez mayor para las econom¨ªas nacionales y dom¨¦sticas de los pa¨ªses completamente dependientes de importaciones de petr¨®leo, sobre todo cuando los precios se dispararon en 2007 y 2008.
Durante los a?os noventa, tras una d¨¦cada de agitaci¨®n pol¨ªtica y guerras civiles, los pa¨ªses de Am¨¦rica Central abrieron su sector energ¨¦tico a la participaci¨®n privada en diferentes grados y modalidades: desde mercados competitivos a gran escala en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Panam¨¢, hasta sistemas de un solo comprador en Costa Rica y Honduras. Este movimiento se vio impulsado por la necesidad de hacer nuevas inversiones para satisfacer la demanda creciente de energ¨ªa y la influencia de las instituciones financieras internacionales, partidarias de los principios del consenso de Washington.
La combinaci¨®n de precios de petr¨®leo baratos, marcos regulatorios que animaban a las ganancias a corto plazo, la ausencia de pol¨ªticas a largo plazo y las consideraciones de gesti¨®n de riesgos por parte de los inversores privados tuvo como resultado un aumento del uso de los derivados del petr¨®leo para la producci¨®n de electricidad en todos los pa¨ªses salvo Costa Rica, que se sigui¨® centrando en el desarrollo de recursos renovables.? En cuanto a la regi¨®n en su conjunto, se redujo la participaci¨®n de las fuentes renovables en la generaci¨®n de electricidad desde el 91% en 1990 hasta menos del 60% en 2005. Ese a?o, la mayor generaci¨®n de electricidad a partir del petr¨®leo tuvo lugar en Nicaragua (77%) y Honduras (70%). La situaci¨®n se volvi¨® contraproducente cuando los precios internacionales del petr¨®leo comenzaron a subir.
Ante el impacto de la subida de los precios del petr¨®leo en un sector energ¨¦tico muy dependiente del petr¨®leo, los gobiernos se lanzaron a responder con una serie de medidas dispares y no todas sostenibles, como el aumento de subvenciones para el consumo energ¨¦tico. Sin embargo, en parte debido a los esfuerzos de colaboraci¨®n regionales y a la ayuda de las organizaciones internacionales, a mediados de la d¨¦cada de 2000, todos los pa¨ªses hab¨ªan emitido declaraciones pol¨ªticas en las que reconoc¨ªan la necesidad de incrementar el uso de las fuentes de energ¨ªa renovables y fomentar la eficiencia energ¨¦tica.?
A finales de la d¨¦cada, ya se empezaron a ver los resultados de esos esfuerzos y en 2014 las energ¨ªas renovables eran la fuente de casi el 64% de la generaci¨®n de electricidad en la regi¨®n.? La proporci¨®n de fuentes renovables en la combinaci¨®n de electricidad pas¨® en Nicaragua del 23% en 2005 al 52% en 2014, y del 46% al 70% en Guatemala durante el mismo periodo.??
Ha habido logros incre¨ªbles, aunque no todos los pa¨ªses han cosechado el mismo ¨¦xito y todav¨ªa queda un largo camino por delante para alcanzar todo el potencial de la regi¨®n en materia de energ¨ªas renovables, que se considera suficiente para satisfacer todas las necesidades del sector de la energ¨ªa el¨¦ctrica (Dolezal y otros, 2013). En un estudio titulado La Ruta hacia el Futuro para la Energ¨ªa Renovable en Centroam¨¦rica, publicado por el Worldwatch Institute en colaboraci¨®n con INCAE Business School, se se?al¨® la necesidad de reforzar el clima de inversi¨®n, mejorar la eficiencia administrativa y la gobernanza y llenar las lagunas en materia de informaci¨®n a fin de tener ¨¦xito.
El estudio identific¨® cuatro ¨¢reas principales de mejora en pol¨ªticas y finanzas para obtener de forma m¨¢s r¨¢pida ¡°sistemas de energ¨ªa sostenibles basados en recursos renovables¡±:
- Incorporar las pol¨ªticas y metas de energ¨ªa renovable entre los diversos organismos p¨²blicos;
- Evaluar los instrumentos existentes de pol¨ªticas relacionadas con la energ¨ªa renovable y, cuando sea necesario, perfeccionar la mezcla de pol¨ªticas;
- Incorporar los procesos administrativos para desarrollar nuevos proyectos de energ¨ªa renovable y hacerlos menos costosos e intensivos en cuanto a tiempo; y
- Establecer indicadores claros para medir y evaluar el progreso en las pol¨ªticas de energ¨ªa renovable y los ambientes de inversi¨®n y para informar al respecto.
El informe tambi¨¦n identific¨® cuatro ¨¢reas de mejora en el conocimiento y la comunicaci¨®n:
- Producir evaluaciones adicionales y detalladas de los potenciales de los recursos renovables en la regi¨®n y ponerlas a disposici¨®n del p¨²blico;
- Evaluar los potenciales t¨¦cnicos de los recursos renovables en comparaci¨®n con las curvas actuales y futuras de carga de electricidad y aprovechar los recursos renovables junto con soluciones de eficiencia energ¨¦tica y red inteligente a trav¨¦s de un enfoque integrado de planificaci¨®n energ¨¦tica;
- Evaluar y comunicar de forma extensa todos los impactos socioecon¨®micos de los diferentes escenarios energ¨¦ticos, incluidos los impactos en las econom¨ªas locales y la creaci¨®n de empleo;
- Aumentar los esfuerzos para apoyar la investigaci¨®n en materia de energ¨ªa renovable a nivel nacional y regional, fomentar la conciencia p¨²blica sobre la energ¨ªa renovable y fortalecer el conocimiento y las capacidades de recursos humanos relacionadas del gobierno, la banca y la industria privada (Dolezal y otros, 2013, p¨¢gs. 13 y 14).
Se est¨¢ trabajando actualmente en todos estos ¨¢mbitos, aunque no necesariamente de forma coordinada y avanzando al mismo ritmo en todos los pa¨ªses. Desde que se public¨® el informe de Worldwatch Institute e INCAE Business School, se han construido centrales fotovoltaicas comerciales a escala de servicios p¨²blicos en Guatemala y Honduras, la generaci¨®n de energ¨ªa e¨®lica ha aumentado en Nicaragua y Panam¨¢ y la regulaci¨®n de la distribuci¨®n de paneles fotovoltaicos para la generaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica ha tenido una evoluci¨®n positiva en Guatemala, Panam¨¢, El Salvador y Costa Rica.
Un avance importante en los ¨²ltimos a?os ha sido la integraci¨®n del marco regulatorio del Mercado El¨¦ctrico Regional de Am¨¦rica Central, que impulsa los intercambios regionales de electricidad, como en el caso del Sistema de Interconexi¨®n El¨¦ctrica de los Pa¨ªses de Am¨¦rica Central, una l¨ªnea de transmisi¨®n que discurre desde Guatemala hasta Panam¨¢. Las transacciones en el mercado regional se duplicaron en tan solo un a?o, desde enero de 2013, cuando comenz¨® a aplicarse la regulaci¨®n definitiva del mercado, y desde entonces se ha cuadruplicado.??
El mercado regional est¨¢ permitiendo un uso m¨¢s eficiente de las capacidades nacionales de generaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica, pero a¨²n no est¨¢ claro su impacto sobre el desarrollo de los recursos energ¨¦ticos renovables, ya que depender¨¢ de las pol¨ªticas adoptadas por cada uno de los pa¨ªses. Por ejemplo, actualmente hay una discusi¨®n entre los encargados de formulaci¨®n de pol¨ªticas energ¨¦ticas y algunos inversores en lo relativo a la introducci¨®n de gas natural, lo cual requiere un enfoque regional debido a la cuant¨ªa de las inversiones necesarias.
Mientras que algunos ven el gas natural como un "combustible de transici¨®n" m¨¢s limpio y barato que se puede utilizar mientras se desarrollan los recursos energ¨¦ticos renovables, otros lo consideran una amenaza para los proyectos de energ¨ªa renovable a peque?a escala, que no pueden competir en un entorno donde los precios definen la pol¨ªtica. De las decisiones que tomemos hoy en d¨ªa depender¨¢ si la regi¨®n puede usar gas natural para ayudar a realizar una transici¨®n a una combinaci¨®n de fuentes de energ¨ªa m¨¢s limpias o si se estanca con inversiones ligadas a otro combustible importado que pueda producir futuras crisis de precios, similares a las del petr¨®leo.
Independientemente de las diferencias y de algunos reveses, las tendencias recientes en el sector de la energ¨ªa el¨¦ctrica han demostrado la capacidad de los pa¨ªses de Am¨¦rica Central a la hora de desarrollar respuestas de pol¨ªticas regionales y nacionales y fomentar la inversi¨®n p¨²blica y privada para abordar cuestiones urgentes del sector energ¨¦tico. Esta experiencia puede servir como base para encontrar soluciones sostenibles a otros retos importantes, que a veces se pasan por alto a pesar de sus proporciones: la pobreza energ¨¦tica y el uso de energ¨ªa en el sector del transporte.
Los pa¨ªses de Am¨¦rica Central, sobre todo aquellos con los ¨ªndices m¨¢s bajos de electrificaci¨®n, como Guatemala, Honduras y Nicaragua, han logrado avances importantes en la facilitaci¨®n del acceso a la electricidad en los dos ¨²ltimos decenios. Guatemala aument¨® su porcentaje de hogares con conexi¨®n a la electricidad desde el 36% en 1990 hasta casi el 90% en 2014 y todos los pa¨ªses han superado la marca del 80% de electrificaci¨®n. Sin embargo, todav¨ªa hay varios millones de personas en Am¨¦rica Central sin acceso a la electricidad, una situaci¨®n que requiere soluciones m¨¢s all¨¢ de la extensi¨®n de la red el¨¦ctrica tradicional.
Tambi¨¦n es necesario tener en cuenta que la electricidad representa entre un 6% y un 22% del consumo energ¨¦tico total en los pa¨ªses de Am¨¦rica Central (OLADE, 2014). La fuente de energ¨ªa m¨¢s importante para Guatemala y Nicaragua es la biomasa. El consumo de biomasa como proporci¨®n del uso total de energ¨ªa tambi¨¦n es alto en Honduras y El Salvador.
Un uso tan elevado de biomasa es indicativo de pobreza energ¨¦tica, ya que la mayor¨ªa es en forma de le?a en el sector residencial. Seg¨²n un estudio publicado por el Instituto Nacional de Bosques de Guatemala (INAB), el 98% de la biomasa usada en el pa¨ªs para fines energ¨¦ticos se utiliza para cubrir las necesidades energ¨¦ticas residenciales y el 70% de los hogares usa le?a para satisfacer sus necesidades de cocina, calefacci¨®n y agua caliente (Larran?aga y otros, 2012).
Se ha demostrado que el uso de tecnolog¨ªas tradicionales para la combusti¨®n de biomasa tiene consecuencias negativas en cuanto al medio ambiente, la econom¨ªa y la salud, pero hasta hace poco la cuesti¨®n no hab¨ªa recibido tanta atenci¨®n en las pol¨ªticas energ¨¦ticas nacionales como otras preocupaciones m¨¢s "urbanas" relacionadas con la electricidad y los precios de la gasolina. Ha habido muchos intentos de contribuir a una soluci¨®n mediante la distribuci¨®n de estufas de le?a eficientes, pero ninguno de ellos ha tenido ¨¦xito en la escala necesaria.
Un paso en la direcci¨®n correcta para corregir los fallos de las iniciativas previas es el Plan de Acci¨®n Nacional de Guatemala para Estufas y Combustibles Limpios, que propone el objetivo nacional de instalar 65.000 estufas eficientes al a?o. Se tiene intenci¨®n de cumplir el objetivo utilizando un enfoque de mercado, que promueva actividades empresariales de producci¨®n y venta de estufas, la microfinanciaci¨®n para su adquisici¨®n y el aumento de la demanda proporcionando informaci¨®n a los consumidores. Esta iniciativa est¨¢ dirigida por el Programa Nacional de la Competitividad, con la participaci¨®n del Gobierno y de partes interesadas privadas, pero todav¨ªa est¨¢ en las fases iniciales de planificaci¨®n y los resultados a¨²n est¨¢n por ver.
El otro reto clave para todos los pa¨ªses de la regi¨®n es el sector del transporte, que utiliza aproximadamente dos tercios de derivados del petr¨®leo.? En 2013, el petr¨®leo abarcaba dos tercios del consumo de energ¨ªa total en Panam¨¢ y m¨¢s del 60% en Costa Rica y El Salvador, principalmente debido a su uso en el transporte p¨²blico y privado (OLADE, 2014).?
La situaci¨®n en el sector del transporte supone un mayor reto que la del sector de la energ¨ªa el¨¦ctrica, porque las soluciones van m¨¢s all¨¢ de invertir en la sustituci¨®n de combustibles o tecnolog¨ªas. Requieren un enfoque sistem¨¢tico que implique coordinaci¨®n entre los numerosos organismos p¨²blicos y, en muchos casos, distintos niveles de gobierno, adem¨¢s de la implicaci¨®n de un gran n¨²mero de partes interesadas.
El cumplimiento de este reto no es solo una cuesti¨®n de sostenibilidad medioambiental, sino de competitividad y calidad de vida para las personas de Am¨¦rica Central. Hay muchas propuestas e iniciativas interesantes, pero algunas de ellas est¨¢n bastante aisladas y, en muchos casos, todav¨ªa falta implementaci¨®n.
Los pa¨ªses de Am¨¦rica Central necesitan volver a aunar los esfuerzos de los asociados regionales, nacionales e internacionales para fomentar la coherencia de las pol¨ªticas, la coordinaci¨®n institucional, las capacidades y las inversiones necesarias para dar respuesta a la pobreza energ¨¦tica y desarrollar un sector del transporte m¨¢s limpio. Estos factores son clave para conseguir la sostenibilidad en todas las dimensiones de la producci¨®n y el uso de energ¨ªa.
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Referencias
Dolezal, Adam y otros (2013). La Ruta hacia el Futuro para la Energ¨ªa Renovable en Centroam¨¦rica. Evaluaci¨®n de la situaci¨®n actual, Mejores pr¨¢cticas, An¨¢lisis de brechas. Washington D.C.: Worldwatch Institute. Disponible en .
Global Alliance for Clean Cookstoves (2014).?. Ciudad de Guatemala.
Larran?aga, Marcos Marti?n y otros (2012). Oferta y demanda de le?a en la Rep¨²blica de Guatemala. Guatemala: Instituto Nacional de Bosques de Guatemala (INAB).
Organizaci¨®n Latinoamericana de Energ¨ªa (OLADE) (2014). Informe de Estad¨ªsticas Energ¨¦ticas 2014. Quito (Ecuador).
Naciones Unidas, Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (2011). . LC/MEX/L.1039. M¨¦xico D.F.
Naciones Unidas, Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (2015). Centroam¨¦rica: . LC/MEX/L.1184. M¨¦xico D.F.
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