16 octubre 2013

La cuenca del Mediterr¨¢neo ha sido la cuna de la civilizaci¨®n mundial desde la aparici¨®n de los primeros asentamientos en Jeric¨® en el a?o 9000 a. C. Conocido en ingl¨¦s y en las lenguas romances como el mar situado "entre tierras", el Mediterr¨¢neo ha recibido y recibe numerosos nombres: mar Nuestro, para los romanos, mar Blanco (Akdeniz) para los turcos, Gran Mar (Yam Gadol) para los jud¨ªos, mar Medio (Mittelmeer) para los germanos y, de forma m¨¢s imprecisa, Gran Verde para los antiguos egipcios.1 El mar Nuestro desempe?¨® un papel fundamental en la comunicaci¨®n entre los pueblos circundantes y evit¨® conflictos entre aquellos pueblos de diferentes zonas de la cuenca que ten¨ªan, asimismo, intereses diferentes. No existe en el mundo otra cuenca similar. El mapa mundial ilustra el car¨¢cter ¨²nico de la ubicaci¨®n del mar Mediterr¨¢neo en el planeta: es suficientemente grande como para albergarnos a todos pero, al mismo tiempo, debido a su peculiar forma, con sus islas, bah¨ªas y estrechos, facilita la comunicaci¨®n entre la poblaci¨®n circundante. En apariencia, se trata de un mar cerrado, pero permite habilitar una serie de rutas principales de transporte entre las zonas oriental y occidental.

?El mar Mediterr¨¢neo es s¨ªmbolo de creatividad, de b¨²squeda del sentido de la vida y de la sabidur¨ªa, as¨ª como de amor por el ser humano y la naturaleza. Este mar siempre ha sido un entorno capaz de engendrar a destacables personalidades que han realizado notables aportaciones al desarrollo hist¨®rico de la filosof¨ªa, el arte, la m¨²sica, la literatura, la ciencia y la tecnolog¨ªa. La cuenca fue testigo de la expansi¨®n de gloriosas civilizaciones, de este a oeste, de norte a sur, desde Mesopotamia hasta Egipto, desde la pen¨ªnsula de Anatolia y Troya hasta Macedonia, desde las ciudades-estado griegas hasta la civilizaci¨®n fenicia, desde Cartago hasta Roma, desde Bagdad hasta Al-?ndalus, desde Bizancio hasta el Imperio Otomano y desde Alejandr¨ªa hasta Bolonia, las cuales construyeron unos s¨®lidos cimientos para las civilizaciones mundiales. No podemos imaginar la historia del mundo sin tener en cuenta a las civilizaciones egipcia, hel¨¦nica, romana y otomana.

?LA HISTORIA DEL DESARROLLO INTELECTUAL EN LA CUENCA DEL MEDITERR?NEO

?Fundada en el a?o 300 a. C., la Antigua Biblioteca de Alejandr¨ªa en Egipto fue una de las mayores y m¨¢s importantes bibliotecas del Mundo Antiguo. Los primeros avances en el ¨¢mbito del desarrollo intelectual surgieron en el Mediterr¨¢neo oriental y se centraron principalmente en el campo de la filosof¨ªa. La poblaci¨®n circundante del mar Mediterr¨¢neo hab¨ªa tenido innumerables oportunidades para conocer otras culturas y aprender sobre el mundo y su realidad, comenzando por el Per¨ªodo Hel¨¦nico, lo que dio lugar al surgimiento de fil¨®sofos y cient¨ªficos que realizaron grandes aportaciones al desarrollo intelectual. Entre ellos podemos citar a Tales de Mileto, Anaximandro, Anax¨ªmenes, Pit¨¢goras, Xen¨®fanes, as¨ª como a Di¨®genes de Apolonia, Hip¨®crates, S¨®crates, Plat¨®n y Arist¨®teles (siglos VI, V y IV a. C.).

?La Edad Media fue la Edad de Oro para la poblaci¨®n musulmana en la regi¨®n y, entre los a?os 622 y 750 d. C., la expansi¨®n del Estado isl¨¢mico, que tuvo su origen en la pen¨ªnsula ar¨¢biga, se extendi¨® a Oriente Medio, parte de Asia Menor, Persia, el Norte de ?frica y la pen¨ªnsula ib¨¦rica. Durante siglos, Al-?ndalus, en la pen¨ªnsula ib¨¦rica, y Marruecos constituyeron centros culturales alternativos a Bagdad. Desde el siglo VIII al siglo XV, muchos fil¨®sofos influyeron notablemente en el desarrollo de la filosof¨ªa isl¨¢mica en la regi¨®n, entre ellos, Jabir ibn Hayyan, Al Farabi, Al Biruni, Ibn Sina, Al Qushayri, Al Ghazali, Al Baghdaadi, Ibn Rushd, Jalal ad-Din Rumi e Ibn Khaldun.

?Desde la Antig¨¹edad hasta los per¨ªodos de la Edad Media y el Renacimiento, la cuenca del Mediterr¨¢neo desempe?¨® un papel fundamental en la filosof¨ªa, el arte y la ciencia. Sin embargo, a partir del siglo XVIII, cuando se desarroll¨® la posibilidad de realizar viajes mar¨ªtimos a gran distancia y se crearon nuevas rutas comerciales, la regi¨®n del Mediterr¨¢neo comenz¨® a perder importancia en favor de otras zonas de Europa y Am¨¦rica del Norte. De este modo, se produjo un desplazamiento en el desarrollo de la filosof¨ªa, la ciencia, la tecnolog¨ªa y el arte modernos, tanto de sur a norte como de este a oeste.

?LA HISTORIA DE LAS UNIVERSIDADES EN LA REGI?N DEL MEDITERR?NEO

?La lista de las universidades m¨¢s antiguas del mundo var¨ªa en funci¨®n de lo que entendamos por universidad. Si consideramos la universidad como una instituci¨®n que concede t¨ªtulos, todas las universidades m¨¢s antiguas del mundo quedar¨¢n ubicadas en Europa, donde la expedici¨®n de certificados era una pr¨¢ctica extendida en la d¨¦cada de 1100. Las siguientes afirmaciones son reflejo de una visi¨®n reducida y euroc¨¦ntrica de la universidad: ¡°la universidad es una instituci¨®n europea¡± o ¡°ninguna otra instituci¨®n ha logrado extenderse por todo el mundo de la manera en que lo ha hecho la universidad europea tradicional¡±.2 En realidad, fue en los pa¨ªses de la regi¨®n del Mediterr¨¢neo donde se fundaron las universidades m¨¢s antiguas del mundo. En general, la lista de las universidades m¨¢s antiguas no tiene en cuenta las civilizaciones antiguas de Grecia, Roma, China, la India o el mundo ¨¢rabe, pero las instituciones educativas que estas crearon se ajustaban a la definici¨®n tradicional de universidad y, por tanto, deber¨ªan incluirse en dicha lista.

?Si elaboramos una lista de universidades bas¨¢ndonos en la definici¨®n reducida de las mismas como instituciones que conceden t¨ªtulos, vemos que la universidad m¨¢s antigua del mundo es la Universidad de Bolonia, fundada en 1088. De las 44 universidades m¨¢s antiguas, 25 se fundaron en la cuenca del Mediterr¨¢neo, siendo la pen¨ªnsula it¨¢lica la regi¨®n que abarca el mayor n¨²mero de ellas, con 13 universidades.3 Ocho de las diez universidades m¨¢s antiguas del mundo que han desempe?ado su labor ininterrumpidamente hasta la actualidad se encuentran en el ¨¢rea mediterr¨¢nea, lo que es un indicador del gran desarrollo intelectual que exist¨ªa y a¨²n existe en la regi¨®n. Aunque las instituciones otomanas no est¨¦n incluidas en la lista, la Universidad de Estambul deber¨ªa figurar en ella, puesto que fue creada en 1453 por el Sult¨¢n Mehmed el Conquistador. Otra instituci¨®n importante, que constituye la primera instituci¨®n de educaci¨®n superior del Imperio Otomano, al margen de la educaci¨®n religiosa, es la Universidad T¨¦cnica de Estambul, fundada en 1773.

?Si partimos de una definici¨®n m¨¢s amplia de la universidad como ¡°una instituci¨®n de educaci¨®n superior aut¨®noma e independiente¡± y echamos un vistazo a las diez universidades m¨¢s antiguas e importantes del mundo,4 obtendremos una lista diferente. Por definici¨®n, la universidad se desarroll¨® en un primer momento como una instituci¨®n religiosa (madrasah) surgida en el mundo medieval isl¨¢mico. La primera fue la Universidad de Al-Karaouine, creada en el a?o 859. El resto de universidades isl¨¢micas de la cuenca fueron la Universidad de Al-Azhar, fundada en Egipto en el a?o 972 y la de Nizamiyya, establecida en Ir¨¢n en 1065. Otras universidades de la lista son las de Bolonia, Par¨ªs, Oxford, Montpellier, Cambridge, Salamanca y Padua, todas ellas muy influidas por la cuenca del Mediterr¨¢neo.

?A partir de 1500, se fundaron numerosas universidades por todo el mundo y surgieron numerosos tipos diferentes de instituciones de educaci¨®n superior. La educaci¨®n superior a¨²n se encuentra en una fase de transici¨®n, debido a la presi¨®n de la globalizaci¨®n, pero resulta evidente que el papel de la universidad como instituci¨®n sigue ganando importancia y que las expectativas de la sociedad con respecto a la universidad est¨¢n experimentando una r¨¢pida transformaci¨®n en el cambiante contexto actual. Puede que existan diferentes maneras de definir la universidad, pero lo que es seguro es que la universidad es un producto de la regi¨®n del Mediterr¨¢neo.

?No disponemos de datos fiables relativos al n¨²mero de universidades que existen en la cuenca del Mediterr¨¢neo o al n¨²mero de universidades mediterr¨¢neas capaz de competir a nivel mundial, pero el rico legado hist¨®rico de esta regi¨®n ha creado un excepcional entorno intelectual que ha propiciado, durante siglos, el surgimiento de m¨²ltiples fil¨®sofos, artistas, m¨²sicos y cient¨ªficos de fama mundial.

?UNIVERSIDADES UNIDAS POR EL V?NCULO DEL MAR

?La poblaci¨®n, los pa¨ªses, las culturas y las instituciones circundantes del mar Mediterr¨¢neo comparten una serie de valores y caracter¨ªsticas comunes que han permitido desarrollar con ¨¦xito numerosos proyectos y, seguramente, continuar¨¢n haci¨¦ndolo. Las universidades mediterr¨¢neas, cuya principal ventaja radica en su amplia cultura intelectual y en la cohesi¨®n social existente entre su personal y sus estudiantes, pueden desempe?ar un papel fundamental en las relaciones entre Oriente y Occidente, as¨ª como entre Norte y Sur. Una de las ventajas evidentes es la movilidad de estudiantes y docentes. Las estad¨ªsticas del Plan de Acci¨®n de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios (ERASMUS) muestran que, entre 1987 y 2011, m¨¢s del 46% de la movilidad de estudiantes y docentes correspond¨ªa a pa¨ªses mediterr¨¢neos (ANEXO 01SM: Estudiantes salientes del programa Erasmus desde el curso 1987/1988 al 2010/2011). La movilidad ayudar¨¢ a las universidades mediterr¨¢neas a ampliar sus horizontes y convertirse en instituciones de car¨¢cter mundial.

?Las redes universitarias constituyen otro factor importante y, para poder comprender el papel que estas pueden desempe?ar en dicho proceso, resultar¨¢ ¨²til repasar brevemente las redes existentes en la regi¨®n. La Comunidad de Universidades del Mediterr¨¢neo (CUM), es una de las redes universitarias m¨¢s antiguas de la regi¨®n del Mediterr¨¢neo. Su creaci¨®n data de 1983, cuando ten¨ªa su sede en la Universidad de Bari. Dicha red est¨¢ compuesta por m¨¢s de 160 universidades de 12 Estados europeos y 9 Estados ¨¢rabes. La CUM tambi¨¦n ha establecido s¨®lidos v¨ªnculos con organizaciones de car¨¢cter supranacional, como la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Uni¨®n Europea y el Consejo Europeo. El primer acuerdo de cooperaci¨®n, firmado con la UNESCO el 7 de octubre de 1992, fue sucedido por otro firmado el 2 de agosto de 1997, que reconoc¨ªa oficialmente a la CUM como organizaci¨®n no gubernamental. En su p¨¢gina web, podemos encontrar un mensaje muy ilustrativo: ¡°m¨²ltiples voces, una sola cuenca¡±. En una misma regi¨®n encontramos m¨²ltiples voces: la CUM queda lejos de ser la ¨²nica red de universidades mediterr¨¢neas existente ¡ªde hecho, hay otras muchas¡ª. Entre ellas est¨¢n la Red Mediterr¨¢nea de Escuelas de Ingenier¨ªa (RMEI), la Universidad Euromediterr¨¢nea de Eslovenia, red creada por un grupo de universidades mediterr¨¢neas, la red de universidades mediterr¨¢neas Uni¨®n de Universidades del Mediterr¨¢neo, que es una de las Redes Universitarias del Banco Europeo de Inversiones, con sede en Roma y compuesta por 84 universidades miembros, y el Foro Euromediterr¨¢neo, integrado por unos 100 miembros.

?Dichas redes tienen misiones similares, pero hasta hace poco no exist¨ªa una comunicaci¨®n eficiente entre ellas. Hace unos diez a?os, la CUM y la RMEI decidieron hacer coincidir las fechas y universidades de celebraci¨®n de sus reuniones. Se organizaron varias reuniones conjuntas en Rabat, Atenas y Esmirna. Asimismo, decidieron empezar a enviar rec¨ªprocamente representantes de una a las reuniones de la otra. Otro avance fue el incremento de la cooperaci¨®n entre la Red de Universidades del Mar Negro, la CUM y la RMEI. Algunas universidades miembros de estas redes han desempe?ado un papel importante a la hora de establecer relaciones entre estas tres organizaciones durante la ¨²ltima d¨¦cada. Lo m¨¢s significativo es que, aunque es bueno contar con m¨²ltiples voces, estas redes (cada una de las cuales tiene entre 100 y 200 miembros) funciona de manera independiente. Ha llegado el momento de reflexionar sobre c¨®mo lograr una colaboraci¨®n entre todas estas redes y crear una organizaci¨®n coordinada m¨¢s eficaz y eficiente, capaz de representar a las universidades mediterr¨¢neas en cualquier foro. Si las redes de universidades mediterr¨¢neas son capaces de organizarse por s¨ª mismas para trabajar de manera conjunta, el impacto de dichas redes ser¨¢ mucho mayor, no solamente en la cuenca del Mediterr¨¢neo, sino tambi¨¦n en el contexto europeo y mundial.

?A pesar de que hist¨®ricamente han existido conflictos entre diversos grupos de la regi¨®n, tambi¨¦n han existido siempre aspiraciones y actitudes creativas e intelectuales comunes y, durante siglos, dichos grupos han trabajado juntos y aprendido mutuamente en ¨¢mbitos como el comercio, as¨ª como las artes y las ciencias. Los cambios globales experimentados en los ¨²ltimos a?os, como el aumento de la movilidad y la comunicaci¨®n internacional, pueden generar oportunidades y la necesidad de establecer una interacci¨®n y cooperaci¨®n interculturales a¨²n mayores entre las redes de universidades y dentro de ellas, con el fin de aumentar el intercambio de experiencias y recursos en la cuenca del Mediterr¨¢neo.

?Notas

?1????????? Abulafia, David. 2011. El Gran Mar: una historia humana del Mediterr¨¢neo. Penguin Books, p¨¢g. 23.

2????????? continuous_operation, extra¨ªdo de Hyde, J.K. (1991), Verger, Jacques (2003), Hunt, Janin (2008), Maksidi, George (1970), R¨¹egg, Walter (1992), Nuria Sanz, Sjur Bergan (2006).

3????????? (basado en Verger, Jacques (2003)), Powicke, F. M. 1949 (

4?????????

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