En una era en la que el cambio clim¨¢tico suscita la necesidad de que los pa¨ªses de todo el mundo implanten soluciones de energ¨ªa sostenible, Islandia se encuentra en una situaci¨®n singular. Hoy en d¨ªa, casi el 100% de la electricidad que se consume en este peque?o pa¨ªs de 330.000 habitantes proviene de la energ¨ªa renovable. Adem¨¢s, 9 de cada 10 viviendas se calientan directamente mediante energ¨ªa geot¨¦rmica. La historia de la transici¨®n en Islandia del uso de combustibles f¨®siles al de otro tipo de fuentes puede servir como inspiraci¨®n a otros pa¨ªses que intentan aumentar su porcentaje de energ¨ªa renovable. ?Es la transici¨®n de Islandia un caso especial dif¨ªcil de reproducir o se puede aplicar como modelo para el resto del mundo?
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La realidad energ¨¦tica de Islandia
Islandia es un pa¨ªs bautizado a menudo como ¡°la tierra del fuego y el hielo¡±. Es esta combinaci¨®n de geolog¨ªa y ubicaci¨®n al norte la que confiere al pa¨ªs su amplio acceso a las energ¨ªas renovables. La isla se encuentra en la dorsal mesoatl¨¢ntica, entre las placas tect¨®nicas de Eurasia y Am¨¦rica del Norte, una zona volc¨¢nica muy activa que impulsa sus sistemas geot¨¦rmicos. Los glaciares cubren el 11% del territorio del pa¨ªs. El deshielo estacional alimenta los r¨ªos glaciales, que discurren desde las monta?as hasta el mar y contribuyen a garantizar los recursos hidroel¨¦ctricos de Islandia. Asimismo, el pa¨ªs cuenta con un enorme potencial de energ¨ªa e¨®lica, que permanece pr¨¢cticamente sin explotar.
En la actualidad, la econom¨ªa de Islandia, que abarca desde el suministro de calor y electricidad a viviendas unifamiliares hasta la satisfacci¨®n de las necesidades de las industrias de alto consumo energ¨¦tico, est¨¢ impulsada principalmente por energ¨ªa verde procedente de fuentes hidroel¨¦ctricas y geot¨¦rmicas. La ¨²nica excepci¨®n es la dependencia de los combustibles f¨®siles para el transporte.
La energ¨ªa geot¨¦rmica del pa¨ªs proporciona numerosas ventajas a la sociedad, aparte de la electricidad y la calefacci¨®n centralizada de ciudades. Est¨¢ muy extendido su uso para derretir la nieve de las aceras, calentar piscinas, suministrar energ¨ªa para la piscicultura, el cultivo en invernaderos y la elaboraci¨®n de alimentos, adem¨¢s de para la producci¨®n de cosm¨¦ticos, como los productos del famoso spa geot¨¦rmico de Islandia, la Laguna Azul.
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La transici¨®n de Islandia del uso del carb¨®n y el petr¨®leo a las energ¨ªas renovables
Aunque Islandia es hoy un gran ejemplo de c¨®mo la energ¨ªa renovable puede abastecer a una econom¨ªa moderna, no siempre ha sido as¨ª. Durante siglos, la utilizaci¨®n de los recursos geot¨¦rmicos estaba limitada a la higiene personal y el ba?o, mientras que la producci¨®n hidroel¨¦ctrica comenz¨® en el siglo XX con tan solo unos pocos megavatios (MW) de generaci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica. De hecho, hasta comienzos de la d¨¦cada de 1970, el mayor porcentaje del consumo energ¨¦tico del pa¨ªs proced¨ªa de combustibles f¨®siles importados.
Pese a las buenas intenciones, no fue la importancia de las energ¨ªas renovables para frenar el cambio clim¨¢tico lo que gui¨® este desarrollo. La raz¨®n que impuls¨® esta transici¨®n era sencilla: Islandia no pod¨ªa hacer frente a las fluctuaciones de los precios del petr¨®leo derivadas de una serie de crisis que afectaban a los mercados energ¨¦ticos mundiales. El pa¨ªs necesitaba un recurso energ¨¦tico dom¨¦stico estable y viable desde el punto de vista econ¨®mico, debido a su ubicaci¨®n aislada en el borde del c¨ªrculo polar ¨¢rtico.
Los dif¨ªciles primeros pasos hacia el desarrollo de las energ¨ªas renovables en Islandia, tanto en el caso de la geot¨¦rmica como en el de la hidroel¨¦ctrica, los dieron emprendedores locales. A comienzos del siglo XX, un granjero encontr¨® una forma de usar el agua caliente que emanaba del suelo para desarrollar un sistema de calefacci¨®n geot¨¦rmica primitiva para su granja. Las corporaciones municipales fueron aprovechando progresivamente este hallazgo, lo que llev¨® a un estudio m¨¢s sistem¨¢tico de los recursos geot¨¦rmicos. La tecnolog¨ªa de perforaci¨®n, aportada por la industria petrolera, permiti¨® perforar a m¨¢s profundidad en busca de agua caliente para poder calentar m¨¢s viviendas. Despu¨¦s se desarrollaron proyectos de mayor envergadura, con la implantaci¨®n de los sistemas geot¨¦rmicos de calefacci¨®n centralizada de ciudades a escala comercial. Los primeros proyectos hidroel¨¦ctricos, al igual que los geot¨¦rmicos, los desarrollaron granjeros laboriosos con el objetivo de proporcionar electricidad a sus granjas o como parte de un esfuerzo cooperativo entre unas pocas granjas. En 1950 se construyeron 530 peque?as centrales hidroel¨¦ctricas de este estilo en Islandia, lo que dio lugar al surgimiento disperso de sistemas de energ¨ªa independientes por todo el pa¨ªs.
Para incentivar a¨²n m¨¢s el uso de la energ¨ªa geot¨¦rmica, el Gobierno de Islandia estableci¨® un fondo de mitigaci¨®n en relaci¨®n con las perforaciones geot¨¦rmicas a finales de la d¨¦cada de 1960. El fondo prest¨® dinero para la investigaci¨®n geot¨¦rmica y la perforaci¨®n de sondeo, a la vez que garantizaba la recuperaci¨®n de gastos para los proyectos fallidos. El marco jur¨ªdico establecido tambi¨¦n hizo que conectarse a la nueva red geot¨¦rmica de calefacci¨®n centralizada de ciudades fuera una opci¨®n m¨¢s atractiva para los hogares que la de seguir usando combustibles f¨®siles.
De forma simult¨¢nea, Islandia comenz¨® a centrarse en el desarrollo hidroel¨¦ctrico a gran escala, lo cual atrajo a un gran n¨²mero de usuarios de energ¨ªa industrial a nivel internacional. El objetivo era atraer a las nuevas industrias a Islandia para diversificar la econom¨ªa del pa¨ªs, crear empleo y establecer una red el¨¦ctrica a nivel nacional.
Fue la combinaci¨®n de estos acontecimientos lo que dio lugar a la Islandia que conocemos hoy.
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?Constituye la transici¨®n de Islandia un caso ¨²nico?
Aunque la historia de Islandia representa un cambio dr¨¢stico en un per¨ªodo de tiempo relativamente corto, la pregunta l¨®gica que cabe hacerse es la siguiente: ?la proximidad de Islandia a los recursos renovables hace que su transici¨®n constituya un caso excepcional dif¨ªcil de reproducir en otro entorno?
Por lo general, la combinaci¨®n de fuentes de energ¨ªa y los patrones de consumo de un pa¨ªs representan una ecuaci¨®n compleja. Factores como el costo, la disponibilidad de recursos, la eficiencia de producci¨®n y la pol¨ªtica desempe?an una funci¨®n importante. El acceso a los recursos naturales, ya sean e¨®licos, solares, geot¨¦rmicos o hidroel¨¦ctricos, puede fomentar su uso. Sin embargo, la disponibilidad de energ¨ªas renovables no garantiza una ¡°transici¨®n verde¡±.
En este sentido, el caso de Islandia fue bastante singular. El acuerdo entre las distintas corporaciones municipales, el Gobierno y la poblaci¨®n para empezar a explorar y explotar los recursos ecol¨®gicos locales se vio impulsado por los costos energ¨¦ticos y la necesidad de garantizar la seguridad energ¨¦tica. Aunque, en la d¨¦cada de 1970, Islandia era un Estado peque?o y pac¨ªfico, exist¨ªan obst¨¢culos y el ¨¦xito no estaba asegurado. En esa ¨¦poca, el pa¨ªs estaba emergiendo tras siglos de pobreza y gobierno extranjero y carec¨ªa de la infraestructura b¨¢sica y los conocimientos necesarios sobre el potencial de sus recursos, as¨ª como de la experiencia de emprender proyectos energ¨¦ticos de gran envergadura. De hecho, hasta la d¨¦cada de 1970, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo clasificaba a Islandia como un pa¨ªs en desarrollo. Adem¨¢s, las instituciones islandesas encargadas de proporcionar la financiaci¨®n esencial eran instituciones de reciente creaci¨®n y carentes de experiencia. El pa¨ªs ten¨ªa, y sigue teniendo, una densidad poblacional tan baja que el establecimiento de una red el¨¦ctrica interconectada resultaba muy costosa.
Estos son los mismos retos a los que se enfrentan muchos pa¨ªses hoy en d¨ªa cuando se deciden a avanzar por la senda de la energ¨ªa sostenible. Nepal, por ejemplo, debe hacer frente a desaf¨ªos relativos a la inversi¨®n y al sistema energ¨¦tico dentro de su plan para aprovechar algunos de sus recursos hidroel¨¦ctricos sin explotar. Los pa¨ªses de ?frica Oriental, entre otros, carecen de los conocimientos t¨¦cnicos necesarios para evaluar y aprovechar sus enormes recursos geot¨¦rmicos. Aunque sus circunstancias distan mucho de ser las mismas que las de Islandia, se puede extrapolar y aplicar gran parte de la experiencia de dicho pa¨ªs a otros pa¨ªses.
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La experiencia adquirida
La esencia de la experiencia de Islandia se traduce en las siguientes recomendaciones a los ¡°art¨ªfices de la transici¨®n¡± actual y futura en cuanto al modo de superar los obst¨¢culos en la implantaci¨®n de la energ¨ªa renovable:
- Es preciso establecer el acuerdo y la colaboraci¨®n entre las corporaciones municipales, el Gobierno y la poblaci¨®n desde las fases iniciales de la transici¨®n. En el caso de Islandia, este di¨¢logo foment¨® la confianza y el desarrollo de una mentalidad orientada a la b¨²squeda de soluciones para superar los obst¨¢culos mencionados anteriormente.
- El empoderamiento local y la colaboraci¨®n de la poblaci¨®n constituyen la clave del ¨¦xito. El modo en que las corporaciones municipales de Islandia se involucraron y aprendieron de los innovadores emprendedores ayud¨® a impulsar el concepto, tanto de la energ¨ªa geot¨¦rmica como de la hidroel¨¦ctrica, as¨ª como a demostrar su valor.
- Implantar un marco regulatorio y jur¨ªdico favorable, junto con mecanismos de apoyo e incentivos gubernamentales, acelera los acontecimientos. El fondo de mitigaci¨®n island¨¦s relativo a las perforaciones aceler¨® la transici¨®n mediante la disminuci¨®n del riesgo asumido por las corporaciones municipales al emprender proyectos geot¨¦rmicos.
- Al igual que ocurre con cualquier tipo de desarrollo industrial, la planificaci¨®n a largo plazo es importante para la implantaci¨®n de la energ¨ªa renovable. Los ¨²ltimos avances de Islandia en materia energ¨¦tica suscitaron preguntas acerca de qu¨¦ porcentaje de sus recursos naturales se deb¨ªa destinar a proyectos energ¨¦ticos. Por consiguiente, se llev¨® a cabo un proceso orientado a elaborar un plan maestro sobre el desarrollo futuro con la colaboraci¨®n de las partes interesadas.
- Es fundamental dar a conocer cada uno de los logros obtenidos. La poblaci¨®n participa en una transici¨®n que comprende y desea. En Islandia, los municipios que han conseguido un acceso estable al agua caliente procedente de la energ¨ªa geot¨¦rmica se han convertido en importantes modelos de referencia para el resto. Los pol¨ªticos tambi¨¦n utilizaron fotos ¡°del antes y el despu¨¦s¡± de la zona de la capital para llamar la atenci¨®n de los votantes sobre el aumento de la limpieza del aire resultante de la utilizaci¨®n de recursos geot¨¦rmicos en lugar de combustibles f¨®siles.
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?C¨®mo puede contribuir Islandia?
Al tiempo que la historia de Islandia aporta valiosas lecciones a los encargados de la formulaci¨®n de pol¨ªticas, el pa¨ªs se ha centrado principalmente en difundir sus conocimientos mediante la especializaci¨®n t¨¦cnica en el desarrollo de la energ¨ªa geot¨¦rmica.
Durante decenios, Islandia ha estado prestando asistencia t¨¦cnica en materia de energ¨ªa geot¨¦rmica y proporcionando formaci¨®n sobre energ¨ªa renovable. Desde 1979, m¨¢s de 1.000 expertos de todo el mundo han realizado cursos sobre energ¨ªa geot¨¦rmica en Islandia, a trav¨¦s de programas de capacitaci¨®n geot¨¦rmica de las Naciones Unidas e instituciones de ense?anza superior, como la Escuela Islandesa de Energ¨ªa de la Universidad de Reykjavik. La industria energ¨¦tica de Islandia ha participado en proyectos geot¨¦rmicos en m¨¢s de 50 pa¨ªses y mantiene una labor muy activa en todo el mundo. Un ejemplo de dicha colaboraci¨®n es la construcci¨®n del sistema geot¨¦rmico de calefacci¨®n centralizada de ciudades m¨¢s grande del mundo, situado en China, que abastece a m¨¢s de 1 mill¨®n de usuarios.
Otro aspecto interesante del futuro de la energ¨ªa geot¨¦rmica es que la reciente actividad volc¨¢nica registrada no constituye, en modo alguno, una condici¨®n imprescindible para su aprovechamiento directo con resultados satisfactorios. Gracias a las innovaciones tecnol¨®gicas, se pueden habilitar zonas geot¨¦rmicas de baja temperatura y f¨¢cil acceso que permitan la calefacci¨®n y el enfriamiento de diversos espacios. Por ejemplo, pocos recuerdan que uno de los sistemas geot¨¦rmicos de calefacci¨®n centralizada de ciudades m¨¢s grandes de Europa se encuentra en Par¨ªs. Solamente en Europa, se calcula que aproximadamente el 25% de la poblaci¨®n vive en zonas aptas para la instalaci¨®n de calefacci¨®n centralizada de ciudades con energ¨ªa geot¨¦rmica. Para estudiar la viabilidad y el aprovechamiento de estas y otras oportunidades en la pr¨¢ctica a nivel mundial, la experiencia y el saber hacer de Islandia resultan de inestimable valor.
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Un ejemplo significativo para el resto del mundo
Del mismo modo que la generaci¨®n de energ¨ªa geot¨¦rmica e hidroel¨¦ctrica cobraban sentido en la transici¨®n energ¨¦tica de Islandia, las caracter¨ªsticas locales de otros lugares determinar¨¢n qu¨¦ recursos renovables son los m¨¢s eficientes y cu¨¢l es la mejor forma de explotarlos. Dada la singularidad de cada pa¨ªs, cada proceso de transici¨®n ser¨¢ diferente. Por ello, la transformaci¨®n de Islandia constituye un ejemplo de ¨¦xito significativo, m¨¢s que un enfoque basado en un ¡°modelo universal¡±. Ante todo y sobre todo, Islandia es un ejemplo inspirador de lo que puede hacerse, que aporta numerosas e importantes ense?anzas de utilidad a cualquier pa¨ªs que aspire a lograr una transformaci¨®n de este tipo.
La historia de Islandia tambi¨¦n es un recordatorio de que los pa¨ªses desarrollados y ricos no son los ¨²nicos que pueden superar sus barreras internas y en t¨¦rminos de costos para conseguir una transici¨®n verde. Posiblemente sea m¨¢s f¨¢cil implantar nuevas soluciones energ¨¦ticas all¨ª donde los sistemas de electricidad no est¨¦n afianzados por completo y las partes interesadas puedan incrementar su movilizaci¨®n para cambiar el statu quo.
La buena noticia es que el mundo nunca ha estado tan preparado como ahora para emprender el futuro cambio. Constantemente surgen tecnolog¨ªas nuevas y mejoradas, as¨ª como mejores planes de financiaci¨®n. La cooperaci¨®n y la difusi¨®n de conocimientos t¨¦cnicos a nivel mundial resulta cada vez m¨¢s f¨¢cil e inmediata. La combinaci¨®n de estos factores con las numerosas ense?anzas extra¨ªdas del pasado, al igual que en el caso de Islandia, demostrar¨¢ ser una potente herramienta que permitir¨¢ a los pa¨ªses disponer de una v¨ªa m¨¢s sostenible.
Por ¨²ltimo, queda claro que los pa¨ªses de todo el mundo, tanto ricos como pobres, necesitar¨¢n un liderazgo s¨®lido a todos los niveles para lograr la futura transici¨®n energ¨¦tica. Tales l¨ªderes necesitar¨¢n ejemplos significativos que impulsen a la gente a actuar. Islandia es un pa¨ªs comprometido con la continuidad de la difusi¨®n de sus conocimientos y experiencia y dispuesto a asumir con orgullo dicha funci¨®n; al mismo tiempo, el pa¨ªs seguir¨¢ aprendiendo y contribuyendo con entusiasmo a garantizar nuestro futuro sostenible com¨²n.?
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Referencias
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La Cr¨®nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as¨ª como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art¨ªculos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci¨®n por parte de las Naciones Unidas.?
