A Meaza, una ni?a con ocho hermanos y hermanas, que vive en una peque?a ciudad de un pa赤s africano, le dijeron una vez: "Es una pena que, siendo tan inteligente y teniendo un potencial como el tuyo, no seas un ni?o". No obstante, su madre, que era analfabeta, cre赤a que sus hijos merec赤an algo mejor. "Cuando pienso en mi madre, pienso en las barreras que impiden a las mujeres desarrollar todas sus posibilidades", afirma. "Si eres analfabeta y env赤as a cinco hijos a la universidad, seguro que tienes un gran potencial desaprovechado". Hoy Meaza es abogada y l赤der de un grupo de juristas dedicado a promover los derechos de la mujer.
Para encontrar soluciones a las disparidades entre los g谷neros es necesario buscar la manera de que las mujeres y las ni?as, al igual que los hombres y los ni?os, desarrollen todo su potencial. Si bien son contados los ejemplos que podemos citar de casos en los que algunas soluciones innovadoras se han ampliado hasta convertirse en pr芍ctica com迆n, 谷stos van en aumento y requieren una mayor visibilidad e inversi車n a todos los niveles.
A medio camino del plazo fijado para la consecuci車n de los objetivos de desarrollo del Milenio (ODM) es imperativo encontrar soluciones de este tipo. En la Declaraci車n del Milenio de 2000 se reconoce que la igualdad entre los g谷neros no es s車lo una meta per se, sino que, adem芍s, reviste una gran importancia para lograr todos los ODM. Seg迆n el Banco Mundial, una mayor igualdad entre los g谷neros promueve la ense?anza primaria universal, reduce la mortalidad infantil, mejora la salud materna y disminuye la vulnerabilidad al VIH/SIDA. Asimismo contribuye directamente a la lucha contra la pobreza mediante una mayor participaci車n de la mujer en la poblaci車n activa, la productividad y los ingresos, e indirectamente a trav谷s de las repercusiones de su participaci車n en las decisiones dom谷sticas sobre el bienestar familiar. Sin embargo, seg迆n el Informe sobre el Desarrollo Mundial de 2007, las desventajas a las que se enfrentan las mujeres a la hora de hacer valer sus derechos, tener acceso a los recursos y dejar o赤r su voz se refleja en los escasos resultados obtenidos en muchos de los OMD.
En cada uno de los indicadores de la igualdad entre los g谷neros los avances son constantes, pero desiguales y, sobre todo, desesperantemente lentos. Los mayores progresos se observan en el 芍mbito de la educaci車n: en 2005, aproximadamente 83 de los 106 pa赤ses que cuentan con informaci車n al respecto hab赤an logrado el objetivo intermedio de alcanzar la paridad en la escolarizaci車n en los niveles primario y secundario. Sin embargo, quedaban sin escolarizar 72 millones de ni?os en edad escolar, de los cuales un 57% eran ni?as. La participaci車n de la mujer en empleos no agr赤colas remunerados tambi谷n ha aumentado, aunque lentamente, pero la persistencia de las diferencias salariales, de la segregaci車n laboral y de mayores 赤ndices de desempleo, junto con la concentraci車n de las mujeres en la econom赤a informal y de subsistencia, sigue coartando su progreso econ車mico, como se se?ala en el Informe sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio de 2007.
Por 迆ltimo, la representaci車n pol赤tica de las mujeres expresada en porcentaje de los esca?os de los parlamentos, avanz車 lentamente del 12% en 1990 al 17% en 2007. M芍s de 95 pa赤ses han adoptado medidas voluntarias u obligatorias a fin de incrementar la representaci車n pol赤tica de las mujeres. En 2006, el n迆mero de mujeres electas en pa赤ses con cuotas casi duplicaba el n迆mero de mujeres electas en pa赤ses que carec赤an de dichas cuotas. En otra expresi車n de voluntad pol赤tica, en marzo de 2007, los parlamentos de 35 pa赤ses estaban presididos por mujeres y 谷stas hab赤an alcanzado la plena paridad dentro de los gabinetes gubernamentales en dos Estados: Chile y Espa?a.
La mejora del acceso de la mujer a la adopci車n de decisiones pol赤ticas a nivel mundial, regional, nacional y local es una importante medida de voluntad pol赤tica para eliminar las disparidades entre los g谷neros. Las mujeres que asumen puestos de liderazgo no s車lo constituyen importantes modelos a seguir, que ayudan a eliminar los estereotipos de g谷nero y que muestran lo que es posible lograr, sino que es evidente que cuando se alcanza una masa cr赤tica de mujeres en los 車rganos de adopci車n de decisiones -ya sean parlamentos, gabinetes gubernamentales o consejos de administraci車n- se introducen nuevos temas en las agendas pol赤ticas. Temas como guarder赤as asequibles, el acceso a servicios de atenci車n de salud y otras medidas para eliminar los obst芍culos que impiden la plena participaci車n de la mujer en la vida econ車mica y pol赤tica tienen m芍s posibilidades de entrar en la agenda pol赤tica cuando las mujeres participan en la formulaci車n de dicha agenda.
A pesar de la existencia de un entorno pol赤tico m芍s favorable, la experiencia ha demostrado que no existe una soluci車n r芍pida para eliminar las disparidades entre los g谷neros. Las soluciones tiene que ser integradoras y a gran escala y deben incorporarse a la pol赤tica nacional y las pr芍cticas locales, as赤 como a las mentes y los corazones de las personas, a fin de que tengan las repercusiones necesarias para promover la igualdad entre los g谷neros y alcanzar los objetivos nacionales de desarrollo, incluidos los objetivos de desarrollo del Milenio. ?sta es la convicci車n que inspira la labor de Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM). Conjuntamente con los asociados nacionales, los donantes y los asociados de las Naciones Unidas, y con las redes y grupos de mujeres de todo el mundo, apoyamos una acci車n m芍s firme a favor de la igualdad entre los g谷neros y el empoderamiento de la mujer en cuatro dimensiones de cambio: fortalecimiento de los marcos jur赤dico y pol赤tico, capacidad institucional y procesos que respondan al compromiso de promover los derechos humanos de la mujer, aumento de la capacidad de la sociedad civil para supervisar y seguir los avances y exigir que se rindan cuentas, y nuevas relaciones personales y comunitarias que empoderen a las mujeres y apoyen la igualdad entre los g谷neros.
Tres ejemplos a nivel mundial, nacional y local demuestran lo que puede hacerse para modificar la legislaci車n, las instituciones y las actitudes que conforman la vida de las mujeres.
Estrategias multisectoriales para poner fin a la violencia contra la mujer. La violencia contra la mujer, que est芍 profundamente arraigada en todos los sistemas sociales, posiblemente sea la expresi車n m芍s evidente de la desigualdad entre los g谷neros y la discriminaci車n. Desde hace al menos treinta a?os, las redes y grupos de mujeres luchan para incluir la eliminaci車n de la violencia contra la mujer en todas las agendas pol赤ticas nacionales y mundiales. Durante la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, medio mill車n de mujeres firmaron una petici車n en la que se ped赤a que se reconociera que la violencia contra la mujer constituye una violaci車n de los derechos humanos. Dos a?os m芍s tarde, en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer que tuvo lugar en Beijing en 1995, las mujeres exigieron que los Estados adoptaran medidas para prevenir y eliminar la violencia contra la mujer.
En respuesta a ello, la Asamblea General de las Naciones Unidas cre車 en 1996 el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas en apoyo de las medidas para eliminar la violencia contra la mujer, un mecanismo de financiaci車n que abarca todo el sistema y que gestiona el UNIFEM. Desde su creaci車n, este Fondo Fiduciario ha prestado apoyo a 263 iniciativas en 119 pa赤ses. Estas iniciativas abordan las m迆ltiples formas de violencia que experimentan las mujeres, como la violencia dom谷stica por parte de familiares, la violencia que suponen los matrimonios forzosos o a edad temprana y la mutilaci車n genital femenina, la violencia en situaciones de conflicto y crisis, y la violencia relacionada con el tr芍fico de seres humanos y el VIH/SIDA. Los beneficiarios de sus subvenciones en Sudam谷rica, por ejemplo, elaboraron una serie de directrices para convertir las ciudades en lugares m芍s seguros para las mujeres, las cuales se utilizan actualmente para mejorar la planificaci車n municipal en esa regi車n. Gracias a una subvenci車n, una red de mujeres seropositivas en India pudo defender ante las autoridades su derecho a recibir servicios de salud de calidad y asesoramiento especializado, as赤 como asistencia jur赤dica para las mujeres que viven con el VIH en uno de los estados de la India, lo que llev車 al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) a apoyar su implantaci車n en todo el pa赤s. Las soluciones a las disparidades entre los g谷neros elaboradas por los beneficiarios de las subvenciones del Fondo Fiduciario y otras partes interesadas ofrecen una oportunidad de cambiar las cosas. El reto consiste en atraer la atenci車n y el inter谷s de los actores poderosos, que pueden lograr su integraci車n en los planes nacionales de desarrollo, de modo que lo logrado en una comunidad pueda extenderse a todo el pa赤s.
Compromiso institucional: recursos para promover la igualdad entre los g谷neros y la rendici車n de cuentas en este 芍mbito. Una de las mejores maneras de comprobar la seriedad de los compromisos de un Gobierno, incluidos los relativos a la mujer, consiste en observar sus prioridades y cr谷ditos presupuestarios. Aunque sus objetivos y planteamientos var赤an considerablemente, en m芍s de 40 pa赤ses se ha puesto en marcha alguna forma de iniciativa presupuestaria a favor de la igualdad entre los g谷neros. En Marruecos, pa赤s en el que el UNIFEM ha apoyado una iniciativa durante los 迆ltimos cinco a?os, el Gobierno ha institucionalizado la concienciaci車n sobre las cuestiones de g谷nero en los procesos presupuestarios al destinar recursos financieros a la aplicaci車n del C車digo de la Familia reci谷n revisado, mediante una estrategia nacional de desarrollo que da prioridad a la lucha contra la pobreza femenina y a una prestaci車n de servicios m芍s equitativa entre los g谷neros.
El liderazgo del Ministro de Finanzas marroqu赤 ha resultado decisivo para el 谷xito de estas iniciativas. En la circular sobre el presupuesto nacional de 2007 se instaba a los ministerios a que incluyeran las cuestiones de g谷nero en sus indicadores de resultados del presupuesto. El proceso de reforma presupuestaria incluye indicadores de g谷nero como parte de los mecanismos de control del gasto, de la auditor赤a de los resultados y del sistema de informaci車n presupuestaria. El grado de institucionalizaci車n de este proceso, no s車lo en Marruecos, sino tambi谷n en el Ecuador, Egipto y la India, as赤 como en otros pa赤ses, brinda un importante modelo para integrar las cuestiones de g谷nero en la voluntad pol赤tica de alcanzar los objetivos de desarrollo del Milenio.
Relaciones personales y comunitarias: la creaci車n de zonas de igualdad entre los g谷neros. La realidad cotidiana de las relaciones entre los g谷neros resulta m芍s evidente a nivel local; as赤, la pandemia del VIH/SIDA demuestra las diversas formas en las que la pobreza y las desigualdades entre los g谷neros conspiran para impulsar su propagaci車n. Las mujeres no s車lo se infectan en mayor medida que los hombres, sino que tambi谷n son las principales responsables de la atenci車n a las familias y las comunidades y con demasiada frecuencia no pueden intervenir en la formulaci車n de las pol赤ticas en materia de tratamiento y asistencia.
En una aldea rural de Zimbabwe, el UNIFEM particip車 en un programa interinstitucional de las Naciones Unidas en el que se aplicaron planteamientos innovadores para hacer frente a las disparidades entre los g谷neros y su vinculaci車n con el VIH/SIDA. Los hombres formaron un grupo de voluntarios para ayudar a sus vecinos enfermos, como parte de una iniciativa sobre el empoderamiento de la mujer y el VIH/SIDA. En colaboraci車n con un foro nacional de hombres sobre la igualdad entre los g谷neros, en el marco del programa se impartieron cursos de formaci車n sobre asistencia a domicilio y grupos de debate sobre sexo seguro, lo que brind車 la oportunidad de hablar con franqueza sobre las conductas de riesgo y el uso de protecci車n. Ahora, los hombres desempe?an un papel m芍s destacado en la asistencia a domicilio, y las escuelas han formado clubes de ni?as para reiterar que no se tolerar芍 la violencia de g谷nero. Tambi谷n las mujeres han asumido nuevos papeles en su comunidad, como fundar sus propios negocios y ocupar puestos de responsabilidad. Cada vez son m芍s las mujeres que se someten a ex芍menes y solicitan asesoramiento, lo que indica que se est芍 rompiendo el silencio y la estigmatizaci車n que rodean a esta enfermedad.
Existen numerosas soluciones creativas y eficaces a las desigualdades entre los g谷neros. Sin embargo, para que tengan la difusi車n y la cobertura necesaria para convertirse en pr芍cticas comunes necesitamos analizar detenidamente hasta qu谷 punto reciben la inversi車n que requieren. En 2008, los Gobiernos y la sociedad civil participar芍n en una serie de debates sobre la financiaci車n y mejora de la eficacia del desarrollo, en particular el Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Asistencia que tendr芍 lugar en Ghana en el mes de septiembre, y la Conferencia internacional de seguimiento sobre la financiaci車n para el desarrollo que se celebrar芍 en Qatar en el mes de diciembre. La reuni車n de la Comisi車n de la Condici車n Jur赤dica y Social de la Mujer, que tendr芍 lugar en marzo contribuir芍 a estos debates y se concentrar芍 en la financiaci車n para promover la igualdad entre los g谷neros y el empoderamiento de la mujer. En todas estas reuniones es crucial que los Gobiernos, donantes y asociados de las Naciones Unidas entiendan no s車lo que la mejora de la eficacia del desarrollo es el medio para hacer m芍s eficaz la asistencia, sino tambi谷n que la igualdad entre los g谷neros y el empoderamiento de la mujer revisten una enorme importancia para la eficacia del desarrollo. Si lo hacen dar芍n un paso importante para mostrar al mundo que el progreso de las mujeres es el progreso para todos.
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La Cr車nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as赤 como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art赤culos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci車n por parte de las Naciones Unidas.?