1 junio 2007

Si existe una cuesti車n que mi pa赤s, Tuvalu, lleva muy cerca del coraz車n, es la del cambio clim芍tico. Tuvalu es un peque?o atol車n de coral que se encuentra en mitad del Pac赤fico Sur. Nuestra existencia est芍 estrechamente ligada al medio marino y vivimos de lo que nos regala el oc谷ano, siendo el pescado nuestra principal fuente de prote赤nas. Las islas son muy estrechas: Funafuti, la capital, no mide m芍s de 600 metros en su parte m芍s ancha y est芍 tan s車lo 2 metros por encima del nivel del mar. Somos muy conscientes del mar que rodea nuestras peque?as islas y ahora tambi谷n del cambio clim芍tico.


Debemos utilizar con sumo cuidado las peque?as reservas de agua dulce que se encuentran bajo los atolones, as赤 que cavamos con precauci車n peque?os pozos para llegar hasta el agua dulce que hay bajo tierra y que nos permite cultivar la pulaka (una ra赤z que tambi谷n recibe a veces el nombre de taro), y almacenamos cada gota de agua de lluvia. Por desgracia, nuestro medio ambiente est芍 cambiando. Los ancianos se han dado cuenta de los cambios: las playas han desaparecido, peque?os islotes han quedado bajo las aguas y los arrecifes de coral est芍n comenzando a morir debido a la intrusi車n de agua salada. El reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim芍tico (IPCC) confirma todas estas observaciones y predice cosas a迆n peores. A medida que incrementa la temperatura del mar, mueren m芍s corales. El nivel del mar subir芍 y las ya violentas tormentas ser芍n mucho peores. Tuvalu se enfrenta a un futuro muy incierto.


Por m芍s que compartamos la responsabilidad de proteger el medio ambiente, los impactos del cambio clim芍tico se deben a las emisiones de pa赤ses que se encuentran a miles de kil車metros de distancia. Estamos a merced de la comunidad internacional. Por este motivo, Tuvalu ha participado activamente en las negociaciones sobre cambio clim芍tico y en discusiones recientes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Para un peque?o estado insular en desarrollo como Tuvalu, se trata de una cuesti車n de seguridad de enormes proporciones. Por dif赤cil de comprender que sea, el hecho es que es posible que todo nuestro pa赤s desaparezca como resultado del cambio clim芍tico. Tal y como ya declar車 el Representante Permanente de Tuvalu ante las Naciones Unidas, el embajador Afelee Pita, ante el Consejo de Seguridad a principios de 2007, el efecto del cambio clim芍tico es una amenaza sin precedentes para nuestra naci車n. Se trata de una violaci車n de nuestros derechos fundamentales a la nacionalidad y a la condici車n de estado contemplados en la Declaraci車n Universal de los Derechos Humanos y otras convenciones internacionales.


Tuvalu ingres車 en las Naciones Unidas el 5 de septiembre de 2000, creyendo firmemente en los nobles pilares de desarrollo, seguridad y derechos humanos en que se basa la Organizaci車n.


Y ahora hacemos un llamamiento a las Naciones Unidas para que mantengan esos pilares y garanticen la supervivencia de nuestro pa赤s. Mientras que algunos creen que el reasentamiento es la mejor soluci車n, claramente esa no es nuestra preferencia. Tuvalu es una naci車n con una lengua y cultura 迆nicas. El reasentamiento destruye el tejido mismo de nuestra naci車n y nuestra cultura. ?sa es por tanto nuestra 迆ltima opci車n, una opci車n a la que no queremos tener que enfrentarnos. Hacemos un llamamiento a las Naciones Unidas a que haga uso de todo su poder para ocuparse de la cuesti車n del cambio clim芍tico. Apoyamos firmemente una cumbre de l赤deres mundiales sobre el cambio clim芍tico y alentamos al Secretario General Ban Ki-moon a que utilice su poder de persuasi車n para reunir a las naciones en esa cumbre. Pero esa reuni車n no deber赤a tratarse simplemente de una ocasi車n para pronunciar elaborados discursos ret車ricos; necesitamos que los l赤deres se re迆nan y confeccionen un nuevo plan mundial para luchar contra el cambio clim芍tico. Necesitamos que todos los pa赤ses se comprometan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a una tasa muy r芍pida y debemos adoptar las medidas necesarias para que el incremento medio de la temperatura mundial no supere los 2? Celsius pues, de hacerlo, las consecuencias para Tuvalu ser赤an desastrosas. Debemos planificar cuidadosamente c車mo puede conseguirse la reducci車n de las emisiones sin ocasionar un declive econ車mico mundial. Tenemos la capacidad y tecnolog赤a necesarias para hacerlo, s車lo necesitamos la voluntad pol赤tica.


Pa赤ses muy vulnerables como Tuvalu tendr芍n que construir sus defensas frente a los impactos del cambio clim芍tico. Adaptarse a esos impactos ser芍 un primer paso necesario, y no ser芍 barato. Un informe reciente de una organizaci車n internacional no gubernamental, Oxfam, sugiere que los costes de adaptaci車n ascender芍n a un total de 50.000 millones de d車lares anuales, una cifra m芍s alta que la estimada previamente y mayor que las sugeridas por el Banco Mundial. Para financiar esos costes, necesitamos un cambio significativo en nuestra manera de pensar respecto a c車mo obtener la financiaci車n necesaria. Es importante que abandonemos la idea de simplemente redirigir los fondos existentes de asistencia para el desarrollo.


Debemos aplicar el principio del que contamina paga y explorar as赤 fuentes eminentemente nuevas de financiaci車n basadas en las emisiones de gases de efecto invernadero. La participaci車n en los ingresos del mecanismo para un desarrollo limpio del Protocolo de Kyoto es un primer paso, pero debemos explorar otros. Los grav芍menes internacionales sobre el transporte a谷reo y mar赤timo, as赤 como sobre la venta de todos los combustibles f車siles deber赤an considerarse como otra opci車n.


En definitiva, necesitamos que los l赤deres mundiales desarrollen un nuevo tipo de Plan Marshall para obtener los fondos necesarios para sufragar los costes de la adaptaci車n. El dinero que dediquemos ahora a la adaptaci車n ahorrar芍 miles de millones de d車lares en compensaciones por da?os ocasionados por el cambio clim芍tico en los a?os venideros. Si no se toman medidas urgentes para ocuparse de las necesidades de adaptaci車n de los pa赤ses vulnerables, nos veremos obligados a emprender el camino de la litigaci車n. Un pa赤s altamente vulnerable como Tuvalu no puede simplemente quedarse de brazos cruzados y observar c車mo su hogar desaparece lentamente. Si es necesario, utilizaremos cualquier medio legal a nuestro alcance para obtener las compensaciones necesarias por todos los da?os debidos al cambio clim芍tico. Confiemos en que la comunidad internacional responder芍 antes de que esa acci車n sea necesaria. Pero el tiempo pasa muy r芍pido. El cambio clim芍tico bien podr赤a ser uno de los mayores retos a los que la humanidad se ha enfrentado jam芍s. Ruego encarecidamente a todos que act迆en a la mayor brevedad y de manera responsable para garantizar que pa赤ses como Tuvalu no desaparezcan.

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