51³Ô¹Ï

Con las temperaturas mundiales a punto de registrar m¨¢ximos hist¨®ricos y los fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos que afectan a personas de todo el mundo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico de este a?o, la COP28, es una magn¨ªfica oportunidad para corregir el rumbo y acelerar las medidas para hacer frente a la crisis clim¨¢tica. En la COP28, el mundo har¨¢ balance de los progresos realizados en el Acuerdo de Par¨ªs ¨Del hist¨®rico tratado sobre el clima celebrado en 2015¨D y trazar una l¨ªnea de actuaci¨®n para reducir dr¨¢sticamente las emisiones y proteger vidas y medios de subsistencia.

Este a?o se celebra el 75? aniversario de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos, el documento hist¨®rico consagra los derechos inalienables que toda persona tiene como ser humano. El cambio clim¨¢tico supone un grave riesgo para diversos derechos humanos, como el derecho a la vida, al agua, a la alimentaci¨®n y a la salud. En virtud de la legislaci¨®n sobre derechos humanos, los Estados tienen la obligaci¨®n de prevenir los efectos adversos previsibles del cambio clim¨¢tico y proteger a los m¨¢s afectados por los efectos del clima.

Unos ecosistemas de monta?a saludables ayudan a mitigar los efectos del cambio clim¨¢tico. Los bosques y pastizales de monta?a enfr¨ªan las temperaturas locales, aumentan la retenci¨®n de agua, almacenan carbono de la atm¨®sfera y reducen los riesgos de erosi¨®n y corrimientos de tierras. Pero las monta?as est¨¢n amenazadas por el . El aumento de las temperaturas tambi¨¦n significa que los glaciares de monta?a se est¨¢n derritiendo a un ritmo sin precedentes, lo que afecta al suministro de agua dulce para millones de personas.