24 marzo 2022

En la actualidad, se reconoce y acepta de manera universal que la trata transatl芍ntica de personas africanas encadenadas y esclavizadas fue el mayor crimen de lesa humanidad cometido en lo que se conoce como la edad moderna. En lo relativo a su magnitud y su brutalidad social, psicol車gica, espiritual y f赤sica, que se inflig赤a espec赤ficamente sobre la etnicidad africana, este negocio enormemente rentable, y la considerable ocultaci車n posterior de la inhumanidad y la naturaleza criminal de la esclavitud, estaba muy extendido y constitu赤a una usurpaci車n de los valores humanos.

Hoy en d赤a, los aspectos demogr芍ficos que la gigantesca empresa econ車mica de la trata de esclavos y la esclavitud representaba se conocen a la perfecci車n, en gran medida gracias a casi tres decenios de investigaci車n cient赤fica e hist車rica espec赤fica, la cual ha sido impulsada de manera significativa por la Organizaci車n de las Naciones Unidas para la Educaci車n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), as赤 como por algunas iniciativas recientes, entre ellas el?Programa de difusi車n sobre la trata transatl芍ntica de esclavos y la esclavitud. En el hemisferio occidental, entre 12 y 20 millones de personas africanas fueron esclavizados despu谷s de un viaje a trav谷s del oc谷ano Atl芍ntico de 6 a 10 semanas de duraci車n. Esta traves赤a, que ahora se conoce como el ※Pasaje del Medio§, acab車 con aproximadamente el 20?% de su ※cargamento de seres humanos§. En esta tragedia humana, la enfermedad y la muerte eran desenlaces habituales.

El Caribe se encontraba en el epicentro de este crimen de lesa humanidad impulsado por la trata transatl芍ntica de esclavos y la esclavitud. Alrededor del 40?% de las personas africanas esclavizadas se enviaban a las islas del Caribe, las cuales, en el siglo XVII, superaban al Brasil portugu谷s como el principal mercado para la mano de obra esclavizada. Las plantaciones de az迆car de la regi車n, fundamentalmente propiedad de colonos ingleses, franceses, neerlandeses, espa?oles y daneses que tambi谷n se encargaban de su explotaci車n, acababan con las vidas de las personas negras tan pronto como se importaban.?

El Caribe fue, esencialmente, el lugar en el que la esclavitud tradicional adopt車 su forma jur赤dica m芍s extrema a trav谷s de un instrumento conocido como el c車digo de esclavos, que fue instaurado por primera vez por los ingleses en Barbados. Esta ley integral, aprobada en 1661, defin赤a a las personas africanas como ※paganas§ y ※bestias§ que no eran dignas de regirse por las mismas leyes que los cristianos. Los legisladores procedieron a definir a las personas africanas como no humanas, un tipo de propiedad sobre la que los compradores y sus herederos adquir赤an su titularidad para siempre. El c車digo de esclavos?se propag車 r芍pidamente por todo el Caribe y, finalmente, se convirti車 en el modelo que se aplicaba a la esclavitud en las colonias inglesas de Norteam谷rica que, posteriormente, se convertir赤an en los Estados Unidos.

y, en los Estados Unidos, Carolina del Sur adquiri車 la misma condici車n. De este modo, la esclavitud de las personas negras pas車 a ser la principal instituci車n de gobernanza social y econ車mica en el hemisferio. Sent車 las bases para la creaci車n de riqueza tanto en la producci車n como en el comercio. En la mayor赤a de las sociedades, las personas que invert赤an en la esclavitud se convirtieron en la 谷lite pol赤tica y econ車mica. El capitalismo y la esclavitud de las personas negras estaban entrelazados. La econom赤a atl芍ntica, en todos y cada uno de sus aspectos, se sosten赤a de manera efectiva con la esclavitud del pueblo africano.?

La herencia de la instituci車n social y econ車mica de la esclavitud se puede encontrar en todos los rincones de estas sociedades y predomina especialmente en el Caribe. Aunque el colonialismo se ha ido reduciendo a partir de las reformas nacionalistas de mediados del siglo XX, todav赤a persiste como rasgo pol赤tico de la regi車n. Europa contin迆a siendo una potencia colonial sobre, aproximadamente, el 15?% de la poblaci車n de la regi車n, y la relaci車n entre los Estados Unidos y Puerto Rico, por lo general, se considera colonialista.

Embajadora A. Missouri Sherman-Peter, Observadora Permanente de la Comunidad del Caribe (CARICOM) ante las Naciones Unidas, en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York, 13 de mayo de 2016. Foto ONU/Manuel El赤as

La mayor赤a de las sociedades caribe?as posee poblaciones amplias o mayoritarias de afrodescendientes. Los m迆ltiples legados de los m芍s de 300 a?os de esclavitud que pesan sobre la cultura popular y la conciencia persisten como feroces factores debilitadores. El flagelo del racismo basado en la supremac赤a blanca, por ejemplo, sigue siendo muy agresivo en la regi車n. El racismo institucional contin迆a constituyendo un elemento fundamental que explica la persistencia del dominio econ車mico de las personas blancas. El ejercicio de la democracia pol赤tica ha resultado eficaz a la hora de impulsar la cultura de la equidad econ車mica, pero todav赤a queda una considerable cantidad de trabajo por hacer en lo relativo a la creaci車n de unas condiciones equitativas para todos.

Hace 50 a?os, en 1972, el profesor de econom赤a de la Universidad de las Indias Occidentales George Beckford public車 una influyente monograf赤a titulada? en la que explicaba el empobrecimiento de la mayor赤a negra del Caribe desde la perspectiva del mecanismo institucional de la econom赤a y la sociedad colonial. La relevancia de la tesis de Beckford contin迆a siendo sorprendente hoy en d赤a, y las conversaciones acerca de la legitimidad de la democracia todav赤a resuenan en torno a esta investigaci車n.?

Por otra parte, existe cierta preocupaci車n con respecto a los marcadores convencionales de subdesarrollo econ車mico, a saber, el analfabetismo generalizado, el hambre end谷mica, el maltrato infantil sist谷mico, los establecimientos de salud p迆blica inadecuados, una infraestructura de las comunicaciones primitiva, las viviendas en barrios marginales generalizadas, y una matriculaci車n y un rendimiento de los estudiantes cr車nicamente bajos en todos los niveles del sistema educativo.?, una muestra de la hostilidad que exist赤a hacia la educaci車n popular durante el colonialismo y que mantiene su resiliencia en la pol赤tica p迆blica reciente. Las desigualdades sociales y raciales extremas constituyen una herencia de la esclavitud en la regi車n que contin迆a persiguiendo y poniendo trabas a las iniciativas de desarrollo de las instituciones regionales y mundiales.?

El colonialismo ha persistido durante m芍s de un siglo tras el fin de la esclavitud formal, lo que ha obligado a las comunidades negras a lidiar con la desesperanza econ車mica y a la clase pol赤tica emergente a enmendar el desorden colonial. La esclavitud de las personas negras constituy車 una forma moderna de expolio racial, y las consecuencias evidentes de esta extracci車n econ車mica se pueden apreciar en el subdesarrollo estructural. El Caribe acoge a algunas de las personas m芍s explotadas desde el punto de vista econ車mico y social de la modernidad.?

Antes de la llegada de la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) y de la devastaci車n que esta trajo consigo, la regi車n del Caribe sucumb赤a a la presi車n de la proliferaci車n de enfermedades cr車nicas no transmisibles.?. Por lo general, esta otra pandemia se analiza desde el punto de vista de la cultura racista del colonialismo, en la cual se suele considerar que la poblaci車n negra tiene adicci車n a alimentos con unos niveles de az迆car y sal elevados.?

Frecuentemente, se observa que el 60?% de la poblaci車n negra de la regi車n de m芍s de 60?a?os padece diabetes de tipo 2 e hipertensi車n. Hoy en d赤a, Jamaica y Barbados, dos gigantes hist車ricos en materia de producci車n de az迆car en plantaciones y esclavitud, luchan por evitar las amputaciones que suelen ser necesarias como resultado de las complicaciones m谷dicas derivadas de un tratamiento sin control de estas enfermedades.?

La resistencia a la opresi車n de la esclavitud y el colonialismo 谷tnico ha convertido al Caribe en un enclave destacado en la pol赤tica de la libertad y el deseo democr芍tico. Las revueltas producidas en los barcos de esclavos se propagaron en cascada en forma de rebeliones en las plantaciones y las ciudades. El activismo popular y de base ha generado una herencia de oposici車n al racismo y el dominio 谷tnico. El Caribe acogi車 la revoluci車n haitiana, que dio lugar al primer estado negro libre del mundo y a la consiguiente proliferaci車n de democracias constitucionales.?

As赤, el movimiento Black Lives Matter tambi谷n posee ra赤ces en la cultura pol赤tica caribe?a, que sirvi車 para promover un aumento significativo de las poblaciones ind赤genas de los Estados Unidos. Juntos, sentaron las bases para contribuir a una reforma pol赤tica con sensibilidad democr芍tica en todo el mundo en el siglo XXI.?

El mundo poscolonial posmoderno nunca ser芍 el mismo como resultado de su herencia de resistencia y del simbolismo de la justicia racial, elementos clave que han permitido a la humanidad avanzar hasta alcanzar su m芍ximo y mejor potencial posible. Al eliminar el contaminante t車xico que supone el racismo 谷tnico jer芍rquico de todas las sociedades y permitirles adoptar una perspectiva horizontal sobre la diversidad 谷tnica y cultural y las formas de vivir, se posibilitar芍 que el siglo XXI sea mejor que ning迆n otro per赤odo anterior de la modernidad.?

Es por esto y por los motivos conexos que el Caribe se ha convertido en epicentro del movimiento de la justicia reparadora en el mundo. Su??ha servido de modelo para el Sur Global en su b迆squeda de unas condiciones equitativas para el desarrollo dentro del orden econ車mico internacional. Asimismo, tambi谷n sirve como modelo para nuevas formas de equidad, en especial en materia de justicia clim芍tica y de salud p迆blica. Actualmente, la presentaci車n de las pruebas de los errores del pasado facilita el llamamiento a un nuevo orden mundial que incluya la equidad en cuanto al acceso y la igualdad en la participaci車n.?

De este modo, la contribuci車n del Caribe ayudar芍 a hacer del mundo un lugar m芍s seguro para aquellos ciudadanos que insisten en que vivir sin miedo a la violencia, la selecci車n 谷tnica y la discriminaci車n racial constituye un derecho humano. Hoy en d赤a, las formas actuales de esclavitud y de opresi車n social extrema se identifican de manera m芍s clara y reciben una oposici車n p迆blica y pol赤tica similar a la de las formas tradicionales. El Caribe se encuentra en una buena posici車n para saldar esta obligaci車n diplom芍tica con el mundo tras haber vivido su propia historia de tormento y haber recorrido un largo camino hacia la justicia.?

La regi車n puede y debe actuar como incubadora para conseguir un nuevo liderazgo mundial que ensalce la pluralidad cultural, la grandiosidad multi谷tnica y la incorporaci車n de la igualdad de derechos humanos y civiles para todos como una cuesti車n de sentido com迆n y de vida en com迆n. En resumidas cuentas, ese Caribe que comenz車 su historia moderna como epicentro de cr赤menes de lesa humanidad puede dar la vuelta al mundo y reestructurarse como epicentro de una nueva conciencia que ensalce la justicia y la libertad para todos.

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