1 septiembre 2007

Las Naciones Unidas se han ocupado de la discriminaci車n racial desde sus albores. El 19 de noviembre de 1946, en su primer per赤odo de sesiones, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprob車 una resoluci車n en la que declaraba que ※est芍 entre los intereses superiores de la humanidad el poner fin inmediatamente a las persecuciones y manifestaciones de prejuicio religioso como del que se ha dado en llamar racial§, e invit車 ※a los gobiernos y autoridades responsables a que act迆en de acuerdo tanto con el esp赤ritu como con la letra de la Carta de las Naciones Unidas y tomen con este fin las medidas m芍s r芍pidas y en谷rgicas§.

La discriminaci車n racial se convirti車 en uno de los temas principales del programa de las Naciones Unidas despu谷s de que los pa赤ses africanos lograran la independencia y que la masacre de Sharpeville (Sud芍frica) el 21 de marzo de 1960?sensibilizara ?a la opini車n p迆blica mundial respecto de los peligros del apartheid y de la discriminaci車n racial. En 1963, la Asamblea aprob車 la Declaraci車n sobre la eliminaci車n de todas las formas de discriminaci車n racial, germen de la Convenci車n Internacional de 1965. La Asamblea declar車 el A?o Internacional de la Lucha contra la Discriminaci車n Racial en 1971 y, a partir de 1973, y los tres Decenios de la Lucha contra el Racismo y la Discriminaci車n Racial, as赤 como el A?o Internacional de la Movilizaci車n contra el Racismo, la Discriminaci車n Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia en 2001. Las Naciones Unidas tambi谷n organizaron dos conferencias mundiales contra la discriminaci車n racial, la 迆ltima de las cuales fue la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminaci車n Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, celebrada en Durban (Sud芍frica) en 2001.

La Asamblea General, el Consejo Econ車mico y Social y la Comisi車n de Derechos Humanos han dedicado miles de reuniones a debatir la discriminaci車n racial y han adoptado cientos de resoluciones al respecto. Otros organismos de las Naciones Unidas, en particular la Organizaci車n Internacional del Trabajo (OIT) y la Organizaci車n de las Naciones Unidas para la Educaci車n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), han contribuido de forma significativa a esta labor com迆n. En la actualidad, todos los gobiernos condenan la discriminaci車n racial y la mayor赤a de los Estados Miembros han derogado la legislaci車n discriminatoria por motivos de raza. El Comit谷 para la Eliminaci車n de la Discriminaci車n Racial, 車rgano de expertos independientes que supervisa la aplicaci車n de la Convenci車n Internacional, ha logrado persuadir a algunos gobiernos para que adopten medidas adicionales. No deben minimizarse los progresos logrados con esta labor. No obstante, en la Conferencia de Durban se observ車 con grave preocupaci車n que, pese a los esfuerzos de la comunidad internacional, un sinf赤n de seres humanos segu赤an siendo v赤ctimas de la discriminaci車n racial. Nuevos fen車menos a nivel mundial, como el gran aumento de la migraci車n, han tenido como consecuencia el resurgimiento de manifestaciones de racismo. La xenofobia tambi谷n ha dado lugar a conflictos violentos, e incluso al genocidio.

?Por qu谷 la comunidad internacional, que obtuvo un notable 谷xito en la lucha contra el apartheid en Sud芍frica, no ha podido eliminar todav赤a la discriminaci車n racial de la faz de la Tierra? ?Quedan a迆n lecciones por aprender de la lucha contra el apartheid? Para empezar, ?debe reconocerse que el apartheid fue un caso 迆nico de racismo flagrante.

El Partido Nacional, que lleg車 al poder en Sud芍frica en 1948, hizo del apartheid una pol赤tica de Estado y propugn車 la perniciosa ideolog赤a de que personas de origen racial diferente no pod赤an convivir en igualdad y armon赤a. Los gobiernos sucesivos reforzaron el legado de la opresi車n racista contra la poblaci車n que no fuera blanca (los ind赤genas africanos, las personas de origen asi芍tico y los mestizos), que constitu赤a m芍s del 80% de la poblaci車n. La liberaci車n nacional, en lugar de los derechos humanos, se convirti車 en el objetivo de la lucha contra la tiran赤a racista.

El apartheid era una afrenta para los pa赤ses de ?frica y Asia que estaban independiz芍ndose del r谷gimen colonial. Esos pa赤ses, que pidieron que las Naciones Unidas consideraran que la grave situaci車n de Sud芍frica constitu赤a una amenaza contra la paz internacional y adoptaran medidas eficaces, incluidas sanciones, para liberar al pueblo sudafricano, recibieron el apoyo de mayor赤as cada vez m芍s importantes en las Naciones Unidas.

La liberaci車n de Sud芍frica de la tiran赤a racista y la reconciliaci車n nacional subsiguiente fueron fruto de la lucha del pueblo sudafricano y de las iniciativas internacionales promovidas por las Naciones Unidas durante casi medio siglo. Aunque el r谷gimen racista minoritario fue reemplazado por un Gobierno democr芍tico sin distinciones raciales y las principales leyes racistas se derogaron en el proceso, qued車 al nuevo Gobierno la tarea de eliminar los vestigios del apartheid y sus secuelas. En la actualidad, ning迆n Gobierno propugna el racismo y el problema no radica en la promulgaci車n de leyes racistas. Las v赤ctimas de la opresi車n y la discriminaci車n racial suelen ser las minor赤as o los que no son nacionales. La discriminaci車n racial en pa赤ses concretos se considera una cuesti車n de derechos humanos en lugar de una amenaza para la paz.

Aunque se hayan aprobado por unanimidad declaraciones y resoluciones de las Naciones Unidas, algunos gobiernos no han dado muestras de la voluntad pol赤tica necesaria para luchar contra prejuicios ancestrales, desigualdades tradicionales o consuetudinarias, o incluso la violencia contra comunidades oprimidas. Pol赤ticos y partidos pol赤ticos incitan a la hostilidad racial, mientras autoridades p迆blicas y funcionarios locales hacen caso omiso de la legislaci車n nacional sobre igualdad racial. Las comunidades oprimidas siguen teniendo escasa representaci車n en las fuerzas policiales, la judicatura, las asambleas legislativas y otros 車rganos decisorios. Los gobiernos son reacios a denunciar la discriminaci車n racial en otros pa赤ses, a no ser que sus propios ciudadanos sean v赤ctimas de ella. De ah赤 que la opresi車n racista en pa赤ses concretos aparezca raramente en el programa de 車rganos principales de las Naciones Unidas.

En el decenio de 1960 hubo un punto muerto en las sanciones contra Sud芍frica debido a la oposici車n de sus socios comerciales y las Naciones Unidas pusieron en marcha una campa?a internacional contra el apartheid para alentar a gobiernos, organizaciones no gubernamentales (ONG) y particulares comprometidos a que aplicaran una amplia gama de medidas para aislar al r谷gimen sudafricano y a sus partidarios y apoyar al movimiento de liberaci車n. Escritores, artistas, m迆sicos y deportistas, entre otros, se movilizaron en apoyo del movimiento de liberaci車n, cuyos representantes recibieron la condici車n de observadores en las Naciones Unidas y participaron en la adopci車n de decisiones. En 迆ltima instancia, la campa?a contribuy車 a persuadir a los principales socios comerciales para que impusieran un embargo de armas y adoptan otras medidas. Tal vez se pueda emular de alguna manera la experiencia de esa campa?a en la lucha contra la discriminaci車n racial.

Si las limitaciones de las Naciones Unidas como organizaci車n de gobiernos resultara ser un obst芍culo, tal vez podr赤an tomar la iniciativa gobiernos que reconozcan los graves peligros de la discriminaci車n racial y los males que conlleva. Con su apoyo, las ONG podr赤an poner en marcha una campa?a eficaz, establecer estructuras para supervisar constantemente la evoluci車n de la situaci車n en relaci車n con la discriminaci車n y la violencia raciales y desenmascarar a quienes se beneficien del racismo o inciten a 谷l. Una campa?a mundial puede ayudar a las Naciones Unidas a encontrar la manera de examinar la situaci車n en pa赤ses concretos y adoptar medidas m芍s eficaces que los meros llamamientos. Si la OIT y el Consejo Econ車mico y Social de las Naciones Unidas pueden investigar denuncias de violaci車n de los derechos sindicales, no hay motivo para que no se pueda investigar sin denuncia formal de los Estados Miembros la privaci車n de los derechos de comunidades sometidas a discriminaci車n racial.

La Comisi車n de Derechos Humanos, en respuesta a propuestas de pa赤ses africanos y otros pa赤ses, ha tomado la iniciativa de preparar estudios sobre la discriminaci車n de las personas de origen africano, cuesti車n que preocupa a varios pa赤ses. Tal vez sea oportuno que los pa赤ses de ?frica y el Caribe y otros pa赤ses pidan procedimientos eficaces de acci車n, como en el caso del apartheid. Cabe recordar que el establecimiento del Comit谷 Especial contra el Apartheid, con el mandato de promover iniciativas internacionales y presentar informes, con recomendaciones, a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad, dio lugar a la adopci車n de iniciativas significativas. La experiencia del Grupo Especial de Expertos creado por la Comisi車n para investigar e informar sobre violaciones de los derechos humanos en el ?frica meridional tambi谷n puede servir de ejemplo al estudiar medidas a adoptar respecto de la dif赤cil situaci車n de los roman赤es y los inmigrantes.

Durante la lucha contra el apartheid, el Comit谷 Especial consider車 que era esencial promover el establecimiento de fondos y organismos al margen de las Naciones Unidas, con la asistencia de gobiernos y ONG comprometidos, para complementar y apoyar las actividades de las Naciones Unidas, puesto que pod赤an realizar tareas que no estaban al alcance de los 車rganos de las Naciones Unidas. Esa experiencia tambi谷n puede servir para el presente, como ilustran los ejemplos siguientes: el Fondo Internacional de Ayuda y Defensa para ?frica Meridional, que prest車 asistencia letrada a presos pol赤ticos y mantuvo a las familias de 谷stos que lo necesitaban, recurriendo a v赤as secretas cuando el Gobierno de Sud芍frica lo ilegaliz車; la Campa?a Mundial contra la Colaboraci車n Militar y Nuclear con Sud芍frica, cuyo apoyo fue crucial para aplicar el embargo de armas contra ese pa赤s, puesto que el Comit谷 del Consejo de Seguridad no recib赤a informaci車n de los gobiernos sobre las violaciones del embargo; y la Oficina de Investigaciones sobre el Transporte Mar赤timo, que contribuy車 en gran medida a vigilar la aplicaci車n de las recomendaciones de las Naciones Unidas sobre el embargo de petr車leo. La Asociaci車n de Parlamentarios de Europa Occidental en favor de la adopci車n de medidas contra el apartheid y el Subcomit谷 de las organizaciones no gubernamentales sobre la descolonizaci車n, el apartheid y la discriminaci車n racial tambi谷n hicieron aportaciones importantes.

La eliminaci車n de la discriminaci車n racial, arraigada durante siglos y reforzada por algunos acontecimientos recientes, no es tarea f芍cil. Requiere perseverancia y determinaci車n, bas芍ndose en los logros del pasado y preparando nuevas estrategias en funci車n de las necesidades. Esta labor debe hacerse con rapidez. El ejemplo de la lucha contra el apartheid sigue sirviendo de inspiraci車n para ello.

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La Cr車nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as赤 como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art赤culos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci車n por parte de las Naciones Unidas.?