Hace 125?a?os, un nuevo invento tecnol¨®gico se extendi¨® por gran parte de Europa y Estados Unidos, que, con el tiempo, fue transformando las expectativas culturales respecto a la moda, el comportamiento y los derechos de las mujeres.
Dicha innovaci¨®n fue la primera "bicicleta de seguridad", el dise?o b¨¢sico de lo m¨¢s parecido a las bicis actuales. Este nuevo tipo de bicicleta ayud¨® a que las mujeres se emanciparan de sus cors¨¦s y polisones victorianos, que no eran apropiados para montar en bici, aument¨® su visibilidad en p¨²blico (literalmente) y les permiti¨® viajar por s¨ª solas.
Un art¨ªculo de 1896 del?New York Times?sobre la nueva moda de las bicicletas reconoc¨ªa el poder transformador de este simple artilugio: "...la bicicleta promete una espl¨¦ndida extensi¨®n del poder y la libertad personales, bastante cerca de los que dar¨ªan unas alas". Y, efectivamente, las mujeres levantaron el vuelo; entre ellas, destaca la feminista estadounidense y madre de tres ni?os?, que se convirti¨® en la primera mujer en dar la vuelta al mundo en bici.
Pero la extensi¨®n del poder transformador de las bicicletas no fue mundial; en concreto, no lleg¨® al ?frica subsahariana, donde habitualmente las pocas bicis que se ven por la carretera suelen ser?para las condiciones locales o para satisfacer las necesidades de sus usuarios.
En la actualidad, un cierto n¨²mero de tendencias convergentes han renovado el inter¨¦s por el potencial de las bicicletas para empoderar a mujeres y ni?as, reducir la pobreza y mejorar la salud en el ?frica subsahariana.
En primer lugar, existe un mayor reconocimiento del desaf¨ªo que plantea la exclusi¨®n rural.
En los ¨²ltimos 25?a?os, el mundo ha sido testigo de la reducci¨®n de la pobreza de mayor envergadura de la historia, con m¨¢s de?. No obstante, este extraordinario progreso no ha sido uniforme. Cerca de 1.000?millones de habitantes de zonas rurales de todo el mundo y el??corren el riesgo de quedar atr¨¢s por vivir en comunidades alejadas de carreteras accesibles en todo tipo de condiciones clim¨¢ticas, lo que deja fuera de su alcance la educaci¨®n, la atenci¨®n sanitaria, los insumos agr¨ªcolas, los mercados y otros servicios esenciales necesarios para terminar con el ciclo de la pobreza en que est¨¢n sumidos.
Seg¨²n las investigaciones, se estima que el??que se producen en el ?frica subsahariana rural est¨¢n relacionadas con la distancia, y es que los pacientes no pueden llegar a los centros sanitarios o no lo hacen a tiempo.
En toda ?frica, se estima que actualmente??de ni?os en edad de asistir a la escuela primaria no est¨¢n escolarizados.?Seg¨²n?, el factor determinante m¨¢s importante de la escolarizaci¨®n primaria es la proximidad de una escuela para los ni?os en edad escolar.
Recientemente, este panorama profundamente desigual incit¨® al?Secretario General de las Naciones Unidas Ant¨®nio Guterres a afirmar?que la disparidad de ingresos y la falta de oportunidades "est¨¢n creando un c¨ªrculo vicioso de desigualdad, frustraci¨®n y descontento entre generaciones".
A d¨ªa de hoy, organizaciones bilaterales y multilaterales, gobiernos y organizaciones no gubernamentales reconocen estos focos de exclusi¨®n rural y descontento como una llamada urgente a la acci¨®n.
En segundo lugar, sabemos que la?). El logro de estos ODS exige no solo que se construyan escuelas y centros de salud, sino tambi¨¦n que se considere c¨®mo la gente de zonas rurales va a acceder a ellos. Sabemos que estas inversiones en escuelas y centros sanitarios no cambiar¨¢n nada si la gente no puede llegar hasta ellos.
En tercer lugar, cada vez est¨¢ m¨¢s aceptado el hecho de que el acceso rural constituye particularmente un problema de g¨¦nero. Las barreras sociales y culturales acrecientan la distancia entre las mujeres y ni?as de zonas rurales y los servicios y oportunidades que necesitan para prosperar.
Por ejemplo, la larga caminata diaria para ir a buscar agua, que se hace a¨²n m¨¢s larga por el cambio clim¨¢tico, no es solo un inconveniente para las ni?as, tradicionalmente encargadas de traer agua a casa en comunidades rurales; tambi¨¦n puede comprometer su posibilidad de hacer otro largo recorrido hasta la escuela porque simplemente se quedan sin luz solar. El largo camino a la escuela tambi¨¦n expone a las ni?as a situaciones de acoso y agresi¨®n, y puede agravar la pobreza de su familia, pues podr¨ªa impedir que las ni?as ayuden en casa, en la granja familiar o a llegar a fin de mes antes o despu¨¦s del colegio. Tristemente,??obliga??a dar a luz sin contar con una persona cualificada que atienda el parto.
Por ¨²ltimo, est¨¢ aumentando el reconocimiento, a partir de las investigaciones llevadas a cabo en??y?, del papel potencial de la bicicleta como transferencia efectiva no monetaria condicionada que ayuda a las ni?as a llegar a sus escuelas y evitar el abandono escolar.
Estas tendencias concurrentes est¨¢n sirviendo de apoyo de un cierto n¨²mero de prometedores esfuerzos por ampliar el acceso al transporte asequible en bicicleta que puede empoderar a las mujeres y ni?as del ?frica subsahariana.
En los ¨²ltimos diez a?os, el Ministerio de Educaci¨®n de Zambia, en colaboraci¨®n con la World Bicycle Relief, ha ayudado a 36.977?ni?as de zonas rurales a llegar a sus escuelas de manera r¨¢pida y segura con bicicletas especialmente dise?adas. Un riguroso??aleatorizado y otras evaluaciones del programa han descubierto que las ni?as a las que se les facilitaba una bicicleta:
- Ten¨ªan un 19?% menos de posibilidades de dejar la escuela;
- Reduc¨ªan en un 28?% el absentismo;
- Reduc¨ªan su tiempo de desplazamiento en un 33?% y ahorraban m¨¢s de una hora al d¨ªa;
- Sacaban mejores notas en matem¨¢ticas;
- Dec¨ªan sentir que controlaban m¨¢s las decisiones que afectan a sus vidas;
- Sufr¨ªan un 22?% menos de acoso sexual o de otro tipo de camino a la escuela.
La asociaci¨®n World Bicycle Relief ya ha conectado a m¨¢s de 200.000?mujeres y ni?as africanas con bicicletas especialmente dise?adas para aguantar las duras condiciones del terreno d¨ªa tras d¨ªa. Estos caballos de batalla est¨¢n hechos de acero, con ruedas resistentes a los pinchazos y un soporte trasero muy resistente dise?ado para llevar 200?kilos de carga. En octubre de 2021, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, en reconocimiento del potencial de las bicicletas para fomentar el crecimiento econ¨®mico inclusivo y el empoderamiento femenino,??dos subvenciones para mejorar el acceso sostenible a bicicletas asequibles en el ?frica subsahariana.
Mientras las bicis ya no son el emblema del empoderamiento y la autodeterminaci¨®n de las mujeres en Am¨¦rica del Norte y Europa, pueden sin duda alcanzar este estatus en los pr¨®ximos a?os ayudando a una generaci¨®n de mujeres y ni?as del ?frica rural a acceder a la educaci¨®n, la atenci¨®n sanitaria y oportunidades de medios de sustento, y permiti¨¦ndoles lograr sus sue?os.
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