El ser humano, al igual que los microorganismos, las plantas y los animales, necesita comida suficiente para sobrevivir. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ del suministro de energ¨ªa y nutrientes esenciales, los alimentos tambi¨¦n deben ser seguros para prevenir enfermedades y la ingesta de sustancias t¨®xicas peligrosas.
, sino que silenciosamente tambi¨¦n nos aporta casi todos los servicios y las funciones de los ecosistemas necesarios para la existencia de la vida sobre la Tierra. Esta fina capa del planeta, que los humanos pisamos a diario, tambi¨¦n es la responsable de limpiar, filtrar y almacenar agua; reciclar nutrientes; regular el clima y las inundaciones; y eliminar el di¨®xido de carbono y otros gases de la atm¨®sfera, todo ello a la vez que alberga cerca de un cuarto de las especies animales que habitan la Tierra.
El principal desaf¨ªo de la gesti¨®n sostenible del suelo es alcanzar un equilibrio entre los muchos servicios ecosist¨¦micos que presta el suelo y la necesidad de aumentar la producci¨®n de alimentos.
Hoy celebramos el noveno?D¨ªa Mundial del Suelo de las Naciones Unidas?bajo el lema ¡°Los suelos: origen de los alimentos¡±. El objetivo de esta celebraci¨®n es concienciar acerca de la importancia de los suelos sanos, adem¨¢s de animar a los ciudadanos de todo el mundo a luchar por el suelo.
La defensa de los suelos es m¨¢s importante que nunca, dado que nos enfrentamos a una crisis de alimentos y fertilizantes debido a los retos de la recuperaci¨®n posterior a la COVID-19, a los conflictos persistentes y al n¨²mero cada vez mayor de datos que se?alan el impacto del cambio clim¨¢tico. Si bien la seguridad alimentaria es un objetivo global que requiere valorar m¨²ltiples factores, el estado de la fertilidad del suelo es la piedra angular en la que se basan todos los sistemas de producci¨®n agr¨ªcola. Y los suelos sanos y bien nutridos son esenciales para alcanzar este objetivo.
Una de las principales dimensiones de la seguridad alimentaria es la producci¨®n de alimentos suficientes, que puede promoverse mediante la mejora de la fertilidad inherente del suelo. Nuestro concepto de fertilidad se ha ampliado con el paso del tiempo y ahora se reconoce como la capacidad del suelo de permitir el crecimiento de las especies vegetales proporcion¨¢ndoles no solo los nutrientes esenciales, sino tambi¨¦n las condiciones qu¨ªmicas, f¨ªsicas y biol¨®gicas como h¨¢bitat para el crecimiento de las plantas.
Los suelos tienen la extraordinaria capacidad de almacenar, transformar y reciclar los nutrientes que todos nosotros necesitamos para sobrevivir, de modo que permiten que la vida contin¨²e. De los 18 nutrientes que son esenciales para las plantas, 15 los proporciona el suelo, siempre que est¨¦ sano. Si las plantas carecen de los nutrientes esenciales ¡ªincluidos macro y micronutrientes¡ª, no se desarrollan como deber¨ªan y disminuyen el rendimiento de los cultivos y el valor nutricional. La carencia cr¨®nica de micronutrientes ¡ªaquella derivada de suelos y cultivos deficientes en nutrientes¡ª provoca?.
Uno de los principales desaf¨ªos para conseguir una fertilidad del suelo equilibrada radica en encontrar un papel sostenible para los fertilizantes en la producci¨®n vegetal. El uso excesivo e indebido de fertilizantes genera excesos de nutrientes da?inos en los campos de cultivo y provoca diversos problemas medioambientales, entre ellos el deterioro de la calidad del agua y la eutrofizaci¨®n de los ecosistemas acu¨¢ticos, el agravamiento del cambio clim¨¢tico ¡ªdebido a un aumento de la liberaci¨®n de gases de efecto invernadero y a la contaminaci¨®n del suelo¡ª y malas cosechas. En otros lugares del mundo, el aporte insuficiente de nutrientes hace que las agoten los existentes, de manera que se reduce el rendimiento de los cultivos y se producen deficiencias de micronutrientes en las cosechas.
As¨ª pues, nuestros suelos est¨¢n en peligro, sobre todo debido a las actividades humanas. Un tercio de los suelos del mundo ya est¨¢n degradados y la tendencia va en aumento, debido a diez amenazas: la erosi¨®n del suelo por el viento, el agua y la labranza; la p¨¦rdida de carbono org¨¢nico del suelo; la gesti¨®n inadecuada de los nutrientes; la salinizaci¨®n y la sodificaci¨®n; la contaminaci¨®n del suelo; la compactaci¨®n; la acidificaci¨®n; la p¨¦rdida de biodiversidad del suelo; y el sellado y el anegamiento el suelo. La gravedad de las amenazas var¨ªa de unas regiones a otras.?;?;?;?;?; y?.
Los suelos se han convertido en uno de los recursos m¨¢s vulnerables del mundo. Su degradaci¨®n genera pobreza, al desencadenar la migraci¨®n de las zonas rurales a las urbanas.?Cuando la poblaci¨®n se ve obligada a desplazarse porque no puede cultivar sus tierras para obtener alimentos o ingresos, se ponen en peligro la seguridad alimentaria, la adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico e incluso el desarrollo sostenible.??
Varias de estas amenazas est¨¢n estrechamente relacionadas con el cambio clim¨¢tico provocado por el ser humano. El suelo constituye el mayor reservorio de carbono terrestre y desempe?a un papel crucial en el balance mundial del carbono, dado que regula los procesos biogeoqu¨ªmicos din¨¢micos y el intercambio de gases de efecto invernadero (GEI) con la atm¨®sfera. El?, lo cual equivale a casi el doble del carbono atmosf¨¦rico (840?000?toneladas) y a m¨¢s del doble del que almacena la vegetaci¨®n (650?000?millones de toneladas).
Si los suelos se gestionan de forma sostenible, este carbono org¨¢nico seguir¨¢ estando almacenado en el suelo y contribuir¨¢ a generar resiliencia y una mayor adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico. Por el contrario, si se gestionan de forma incorrecta, los suelos acelerar¨¢n el cambio clim¨¢tico al liberar no solo di¨®xido de carbono, sino tambi¨¦n otros gases de efecto invernadero a¨²n m¨¢s potentes, como el ¨®xido nitroso y el metano.
La recarbonizaci¨®n de los suelos de todo el mundo constituye una opci¨®n viable para hacer frente a los desaf¨ªos globales de nuestro tiempo. Los suelos gestionados de forma sostenible tienen el potencial para compensar hasta el 34% de las emisiones anuales de GEI a escala mundial, secuestrando hasta 560?millones de toneladas de carbono, o lo que es lo mismo, 2?050?millones de toneladas de CO2 equivalente. Los agricultores pueden ser agentes de cambio si adoptan buenas pr¨¢cticas. Sin embargo, esta tarea no puede recaer solo en ellos, deben facilitarse incentivos y establecerse un entorno propicio para que esto suceda. Debemos ayudar a los agricultores a adoptar pr¨¢cticas de gesti¨®n sostenible del suelo adaptadas al pa¨ªs, que combinen los conocimientos cient¨ªficos y locales. Esto restablecer¨¢ el equilibrio y la armon¨ªa de nuestros suelos.
Invertir en suelos sanos aporta numerosos beneficios, incluidos los relacionados con el clima. Mejorar¨¢ la productividad, la producci¨®n de alimentos m¨¢s saludables, el almacenamiento de agua y la conservaci¨®n de la biodiversidad, aumentando as¨ª la sostenibilidad y resiliencia de los sistemas agroalimentarios.
La defensa de nuestros suelos, nuestros aliados silenciosos, es una tarea que debemos realizar todos los d¨ªas. Aun as¨ª, somos optimistas, porque ahora se han puesto en marcha numerosas iniciativas a escala regional, nacional y mundial para proteger este importante recurso y, a ser posible, mejorar la salud de nuestros suelos.
La Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) ha asumido el liderazgo en la promoci¨®n de una gesti¨®n sostenible del suelo a trav¨¦s de su?. Los miembros y m¨²ltiples partes interesadas colaboran como coalici¨®n por el bien de los suelos. Las iniciativas abarcan las herramientas normativas, el desarrollo de la capacidad, la generaci¨®n de informaci¨®n sobre el suelo, el desarrollo de actividades sobre el terreno, la concienciaci¨®n y la defensa de los suelos. Muchos estudios de s¨ªntesis recientes han demostrado que las t¨¦cnicas de gesti¨®n sostenible que estamos aplicando dan buenos resultados, impiden una mayor degradaci¨®n e incluso regeneran la salud del suelo.
La FAO est¨¢ decidida a catalizar este impulso y garantizar que la gesti¨®n sostenible del suelo aumente con el paso del tiempo. Es hora de incrementar las pr¨¢cticas sostenibles y las inversiones en la gesti¨®n sostenible del suelo.
Es necesario ahora ¡ªm¨¢s que nunca¡ª si queremos que nuestros hijos sigan disfrutando de la extraordinaria gama de servicios que nos presta el suelo. Despu¨¦s de todo, los suelos son inherentes a nuestro origen y, como tales, los suelos sanos deben ser el legado de nuestro futuro.
?Feliz D¨ªa Mundial del Suelo!
Para m¨¢s informaci¨®n sobre el D¨ªa Mundial del Suelo y para registrarse en los actos oficiales, visite:?.
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La Cr¨®nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as¨ª como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art¨ªculos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci¨®n por parte de las Naciones Unidas.?