Para evitar dudas, aclaremos primero el significado del t¨¦rmino "pl¨¢sticos de un solo uso" en el contexto de este art¨ªculo. Hablamos, en concreto, de objetos como botellas de pl¨¢stico y envoltorios de caramelos que est¨¢n dise?ados para ser utilizados una sola vez antes de ser desechados.
Un impactante 91?% de todo el pl¨¢stico es de un solo uso y el ritmo de producci¨®n masiva adoptado desde que el uso del pl¨¢stico se populariz¨® hace aproximadamente seis d¨¦cadas ha resultado en 8.300?millones de toneladas m¨¦tricas de contaminaci¨®n por pl¨¢stico.1 La parte m¨¢s inquietante de todo esto es que la producci¨®n de pl¨¢stico se duplicar¨¢ en los pr¨®ximos 20?a?os a pesar de que est¨¢ aumentando la conciencia respecto a su impacto negativo para el medio ambiente.
Si reunimos todos estos hechos, se hace evidente que estamos plenamente sumidos en una crisis global del pl¨¢stico. El problema es tan grave que las Naciones Unidas han identificado los pl¨¢sticos de un solo uso como uno de los retos medioambientales m¨¢s importantes de nuestros tiempos.
Y efectivamente lo es. Pero ?qui¨¦nes son los culpables? Pues la respuesta depende totalmente de a qui¨¦n se plantee la pregunta.
Los fabricantes sostienen el argumento de la oferta y la demanda. ?Por qu¨¦ dejar de fabricar algo que los consumidores quieren y siguen comprando? Los consumidores se defienden aludiendo a la falta de opciones en los puntos de venta, los exagerados precios de las alternativas sostenibles y las t¨¢cticas de ecoimpostura que provocan confusi¨®n (transmitir deliberadamente informaci¨®n enga?osa que posiciona una marca o un producto como m¨¢s ecol¨®gico de lo que realmente es). Entretanto, el Gobierno del Reino Unido se mantiene a flote proponiendo impuestos, prohibiciones y reformas a los m¨¦todos de producci¨®n y consumo obsoletos.
Mientras sigamos funcionando en un paradigma de evasi¨®n de la responsabilidad, no lograremos reconocer nuestros propios errores y el papel que desempe?amos, tanto individual como colectivamente, en la soluci¨®n de este problema. La verdad es que formamos parte de un sistema y una funci¨®n importante dentro de ¨¦l. Acusar solo sirve para desviar la atenci¨®n del problema real. As¨ª solo lograremos postergar la acci¨®n que conduce al progreso, y el tiempo se agota.
La ¨²nica forma para dejar de depender del pl¨¢stico de un solo uso es que todo el mundo reconozca, entienda y respete los desaf¨ªos que se plantean a todos los niveles y que actuemos en consecuencia para abordarlos. Al igual que en todos los sistemas efectivos, tiene que haber comunicaci¨®n, cohesi¨®n y unidad para que funcionen. Los grupos de consumidores, el sector y el gobierno deben aplicar este mismo enfoque para identificar e implementar soluciones eficaces para la crisis del pl¨¢stico de un solo uso.
Adoptar un enfoque circular
Tanto los gobiernos como el sector privado siguen asumiendo compromisos ambiciosos en la transici¨®n hacia una econom¨ªa circular, un sistema basado en la creaci¨®n de valor econ¨®mico eliminando el desperdicio y la dependencia de los recursos finitos a favor del uso continuado de materiales y recursos dentro de ¨¦l.
Parece bastante f¨¢cil. Se podr¨ªa pensar que el problema se solucionar¨ªa si se consigue que las 79?empresas responsables de m¨¢s del 80?% de los envases de pl¨¢stico de los productos que se venden en los supermercados del Reino Unido adoptaran este enfoque, ?verdad?
Pues no.
El modelo circular, tal y como existe actualmente, no es perfecto. Es progresivo, pero dado que no abarca el seguimiento o la captura de materiales de un solo uso que se salen del sistema circular o que ya se han desechado al medio ambiente, no resulta adecuado. La Uni¨®n Europea prev¨¦ que la contaminaci¨®n marina por pl¨¢sticos aumente hasta las 150?millones de toneladas de aqu¨ª a 2025.2?Es necesario hacer frente a este fen¨®meno en el enfoque circular para que de verdad constituya un modelo efectivo e inclusivo.
Debemos medir el alcance y el impacto del problema de los pl¨¢sticos de un solo uso para entenderlo y gestionarlo en su globalidad. Rastrear y registrar el pl¨¢stico de un solo uso desechado al medio ambiente es una misi¨®n casi imposible, pero eso no le resta importancia. Lo cierto es que se puede hacer.
Exigir transparencia y responsabilidad
, la organizaci¨®n sin fines de lucro que fund¨¦ en 2016, combina activismo de aventura y tecnolog¨ªa disruptiva para recopilar masivamente?datos sobre los desechos de un solo uso a trav¨¦s de una red global de voluntarios. Los ciudadanos participan en actividades de limpieza no remuneradas organizadas tanto oficialmente por nuestro equipo como de forma independiente. Todo lo que se recoge se registra en la aplicaci¨®n de Plastic Patrol, que facilita informaci¨®n sobre la ubicaci¨®n, el tipo, la marca y la cantidad de art¨ªculos recogidos, as¨ª como sobre el comportamiento humano en todo el mundo. Se trata de un enfoque en tiempo real y "siempre activo" sobre la recopilaci¨®n de datos sobre basura.
Los ciudadanos tienen la responsabilidad de controlar y, en ¨²ltima instancia, medir todos los desechos de un solo uso que se escapan del sistema circular y?devolverlos al sistema. Los datos recopilados constituyen una herramienta imparcial y s¨®lida para establecer puntos de referencia para el sector basados en evidencias y fijar objetivos ambiciosos que los gobiernos puedan regular.
Hasta la fecha, m¨¢s de 15.000?voluntarios han formado parte de este proyecto y se han recopilado datos en 80?pa¨ªses. Al p¨²blico general le motiva la acci¨®n, pero no lucha contra el sistema, sino que, al contrario, trabaja para ¨¦l. Registrar la basura de un solo uso y presentar los resultados no es un ataque contra los errores de la industria o del gobierno. Es un recurso fundamental y una herramienta anal¨ªtica que, si todos la utilizamos, puede sacar partido de las acciones positivas de la poblaci¨®n para aportar informaci¨®n valiosa (que, de otra forma, ser¨ªa imposible de obtener) sobre las tendencias y los patrones relacionados con el pl¨¢stico de un solo uso y el comportamiento humano y as¨ª impulsar un cambio significativo desde el principio.
Este enfoque unificado no solo garantiza que se intercepta el pl¨¢stico de un solo uso y se retira del entorno natural, sino que tambi¨¦n se devuelve al sistema circular. Del mismo modo, crea un nivel de transparencia en la rendici¨®n de cuentas sin precedentes, que ser¨ªa adoptado por las empresas que est¨¢n realmente buscando soluciones al problema. El proyecto ofrece a los consumidores, al sector y al gobierno una oportunidad ¨²nica para colaborar y asumir de forma colectiva el problema. Los datos recopilados por el p¨²blico pueden ayudar a acelerar y supervisar la transici¨®n hacia una econom¨ªa circular. Plastic Patrol est¨¢ despertando y guiando el cambio comportamental en torno a los pl¨¢sticos de un solo uso a trav¨¦s de acciones comunitarias y ciencia ciudadana, a la vez que impulsa una acci¨®n de la industria y la pol¨ªtica que sirva para proteger nuestro planeta y nuestra vida silvestre de los efectos nocivos de esta basura.
Apoyar las acciones gubernamentales
En 2019, Plastic Patrol public¨® su , en el que se detallaba el alcance de la basura de un solo uso en Reino Unido. Seg¨²n un an¨¢lisis de 110.614?art¨ªculos de basura recopilados de manera colaborativa por todo el mundo a trav¨¦s de la aplicaci¨®n Plastic Patrol en 2019, los resultados ofrecen un marco para hacer un llamamiento a una acci¨®n firme y urgente del sector, y respaldan los planes gubernamentales que invocan el principio de "quien contamina paga" y que reforman la actual responsabilidad ampliada del productor (EPR, por sus siglas en ingl¨¦s), una pol¨ªtica que ampl¨ªa la responsabilidad de un productor en relaci¨®n con un producto hasta la fase posterior a su uso m¨¢s all¨¢ del punto de venta.
El Gobierno del Reino Unido defini¨® planes para que las empresas obligadas pagaran ¨ªntegramente los costes netos de la gesti¨®n de los residuos de envases, incluida la recogida, el reciclaje, la eliminaci¨®n y la limpieza de la basura.
Para garantizar que la EPR es efectiva, debe estar respaldada por un marco normativo y de supervisi¨®n transparente y basado datos. Los costes deben repartirse de forma justa entre los productores y debe utilizarse un mecanismo s¨®lido para rastrear con precisi¨®n los materiales a lo largo del sistema, incluidas las fugas al medio ambiente. Los datos recopilados de manera masiva sobre los materiales contaminantes ser¨¢n fundamentales para supervisar el progreso y calcular los costes relacionados con dichos materiales, y la tecnolog¨ªa, como la aplicaci¨®n Plastic Patrol, ofrece una oportunidad para respaldar dicho marco normativo y de supervisi¨®n.
Con tantas partes implicadas, puede parecer dif¨ªcil implementar la soluci¨®n. Sin embargo, si todo el mundo se esfuerza por alcanzar el mismo objetivo final, deber¨ªa ser tremendamente simple llevarlo a cabo. Pero tenemos que dejar de se?alar con el dedo y empezar a trabajar juntos.
Notas
1.?Roland Geyer, Jenna R. Jambeck y Kara Lavender Law, "Production, use, and fate of all plastics ever made", Science Advances, vol.?3, n.??7 (julio 2017). Disponible en (solo disponible en ingl¨¦s).
2.?Ben Webster, "Plastic in oceans will triple within seven years, scientists warn", Times, 21 de marzo de 2018. ?
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