Las personas desarrollan su carrera profesional en las Naciones Unidas por razones tan diversas como los pa¨ªses de los que proceden. Muchos aspirantes a funcionarios prev¨¦n que, en alg¨²n momento de su carrera, prestar¨¢n servicio en regiones asoladas por los efectos de la guerra, la injusticia, la mala gobernanza y la pobreza, con la esperanza de aliviar la dif¨ªcil situaci¨®n de las personas m¨¢s necesitadas sobre el terreno. Como ten¨ªa un perfil acad¨¦mico, cuando fui contratado supe que pasar¨ªa alg¨²n tiempo ¡ªtal vez a?os¡ª en un escritorio, inmerso en la enorme burocracia de la Organizaci¨®n, pero tambi¨¦n esperaba que, con el tiempo, me asignaran a una misi¨®n sobre el terreno, en la que pudiera hacer una contribuci¨®n m¨¢s directa a la resoluci¨®n de problemas complejos. Mi primer trabajo en las Naciones Unidas empez¨® en marzo de 2015, cuando fui asignado al Departamento de Asuntos Pol¨ªticos como oficial encargado de Somalia. M¨¢s tarde, en agosto de 2017, me incorpor¨¦ al Departamento de Comunicaci¨®n Global, pero segu¨ªa teniendo un gran deseo de prestar servicio sobre el terreno.
Finalmente, en agosto de 2018, llegu¨¦ al Sud¨¢n para mi primera asignaci¨®n a una misi¨®n de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, lleno de entusiasmo, y tambi¨¦n de ansiedad. Me hab¨ªan destinado a la Operaci¨®n H¨ªbrida de la Uni¨®n Africana y las Naciones Unidas en Darfur (UNAMID), donde deb¨ªa ejercer como Auxiliar Especial del Jefe de Estado Mayor. Trabajaba en el Cuartel General de la Misi¨®n en El Fasher, una ciudad remota situada en plena regi¨®n de Darfur que no pod¨ªa ser m¨¢s diferente de Nueva York. Mi decisi¨®n de solicitar un puesto de trabajo en la UNAMID surgi¨® de un inter¨¦s intelectual por la situaci¨®n de la pol¨ªtica y el desarrollo en el Cuerno de ?frica y Oriente Medio, una parte del mundo que algunos acad¨¦micos y encargados de la formulaci¨®n de pol¨ªticas han denominado ¡°el arco de la crisis¡± .1
Los ¨²ltimos meses de 2018 eran una ¨¦poca interesante para llegar al Sud¨¢n, pues la situaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs gozaba de una relativa estabilidad en comparaci¨®n con la situaci¨®n de cinco o diez a?os atr¨¢s. En Darfur los prolongados e intensos combates entre las fuerzas gubernamentales y los grupos rebeldes se hab¨ªan reducido a escaramuzas de bajo nivel confinadas en la subregi¨®n de Yebel Marra. De hecho, las condiciones de seguridad en Darfur hab¨ªan mejorado, en la medida en que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ya hab¨ªa designado junio de 2020 como fecha de salida para la UNAMID. Sin embargo, la situaci¨®n cambi¨® de forma inesperada en diciembre de 2018, cuando se desataron protestas contra el Gobierno por todo el Sud¨¢n debido al empeoramiento de las condiciones econ¨®micas. Las protestas culminaron con la destituci¨®n, en abril de 2019, del Presidente Omar al-Bashir, que llevaba mucho tiempo en el poder, lo que constituy¨® el primer cambio de Gobierno del Sud¨¢n en 30 a?os. El derrocamiento de Al-Bashir desencaden¨® un turbulento per¨ªodo de cinco meses que se caracteriz¨® por nuevas protestas, la represi¨®n militar de los manifestantes y el espectro de una guerra civil de baja intensidad, que se logr¨® evitar mediante un intenso proceso de mediaci¨®n internacional. Dichos esfuerzos se concretaron en un Gobierno de unidad nacional y la firma de una nueva constituci¨®n nacional en agosto de 2019. Esa sucesi¨®n de acontecimientos describe el Sud¨¢n en el que trabaj¨¦ durante 12 meses.
La realidad de la vida de la misi¨®n en Darfur se hizo evidente a los pocos d¨ªas de mi llegada a El Fasher. El confinamiento en un complejo militarizado, un importante racionamiento de agua que permit¨ªa disponer de agua corriente solo unas horas al d¨ªa, las escasas opciones de alimentos y uno de los climas m¨¢s calurosos del planeta eran solo algunas de las incomodidades con las que tuvimos que vivir all¨ª. Sufr¨ª dos ataques de intoxicaci¨®n alimentaria en mis primeras seis semanas, cuando estaba aprendiendo a desempe?ar uno de los puestos que conllevaban m¨¢s actividad de la misi¨®n, con jornadas laborales que a menudo llegaban a las 80 horas semanales. Para situar los acontecimientos en contexto, en ese momento la UNAMID era la segunda operaci¨®n de mantenimiento de la paz de la Naciones Unidas m¨¢s importante del mundo, con un presupuesto anual de unos 700 millones de d¨®lares, un despliegue de personal uniformado de 4.050 efectivos militares y 2.500 agentes de polic¨ªa y una plantilla de personal civil de m¨¢s de 1.500 miembros.3?En su punto ¨¢lgido en 2012, la UNAMID era la mayor operaci¨®n de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, con un presupuesto anual de cerca de 2.000 millones de d¨®lares y una dotaci¨®n de personal uniformado que superaba los 20.000 efectivos, desplegados en una zona del tama?o de Francia. A pesar de las numerosas dificultades e inconvenientes, finalmente ocup¨¦ mi nuevo puesto de Auxiliar Especial de Jefe de Estado Mayor, lo que me permiti¨® tener una visi¨®n general de las operaciones cotidianas de esta importante misi¨®n. Entre otras cosas, me encargaba de editar toda la correspondencia de salida, procesar toda la correspondencia de entrada y convocar las reuniones del personal directivo superior.
Si tuviera que mencionar mis experiencias m¨¢s memorables en la UNAMID, encabezar¨ªa la lista un suceso que tuvo lugar a las pocas semanas de mi llegada: una operaci¨®n en la que la UNAMID despleg¨® su primera misi¨®n humanitaria en territorio controlado por los rebeldes tras un desastre causado por aludes de lodo que se cobr¨® la vida de muchos civiles. Para llevar a cabo el despliegue hubo que mantener negociaciones con el Gobierno del Sud¨¢n y los grupos rebeldes en relaci¨®n con el acceso por tierra y por aire a la zona damnificada. Reun¨ª al equipo de gesti¨®n de crisis y prest¨¦ apoyo t¨¦cnico mientras el equipo supervisaba los acontecimientos en tiempo real, durante un per¨ªodo de varios d¨ªas. Fue una labor parecida a impartir una sesi¨®n del Modelo de las Naciones Unidas de posgrado, con la salvedad de que, en este caso, lo que estaba en juego era real y la experiencia en s¨ª result¨® fascinante. Tambi¨¦n hubo momentos muy conmovedores, como, por ejemplo, cuando los comandantes de la misi¨®n humanitaria tuvieron que describir la tremenda magnitud de la asolaci¨®n y el sufrimiento humano en el lugar del desastre, que ellos presenciaron de primera mano.
Tambi¨¦n recuerdo de manera especial la participaci¨®n en un ejercicio que es rutinario en todas las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, cuando el Jefe de la misi¨®n tiene que ¡°defender¡± el presupuesto anual de la misi¨®n en una agotadora sesi¨®n de tres horas con un grupo integrado por 14 miembros de la Comisi¨®n Consultiva en Asuntos Administrativos y de Presupuesto (CCAAP). La reuni¨®n, en la que particip¨¦, se celebr¨® por videoconferencia y se organiz¨® de tal manera que los miembros del grupo de la CCAAP, que se encontraban en Nueva York, solo pudieran ver al Jefe de la Misi¨®n y al Director de Apoyo a la Misi¨®n en su pantalla de proyecci¨®n. En representaci¨®n del terreno, otros colegas y yo nos sentamos en la mesa, pero fuera de c¨¢mara, garabateando febrilmente y deslizando notas para ayudar a nuestros dos directores cuando ten¨ªan que abordar cuestiones m¨¢s t¨¦cnicas y minuciosas. Fue un proceso fascinante, en muchos aspectos tan dif¨ªcil como la defensa de una tesis doctoral, y una manera excelente de conocer mejor los entresijos de las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
Una ventaja fundamental que ten¨ªamos en la UNAMID era que, en 2018, el entorno de seguridad en Darfur hab¨ªa mejorado considerablemente. Los altos funcionarios pod¨ªan salir de forma rutinaria de los campamentos de las Naciones Unidas para reunirse con funcionarios gubernamentales, grupos de la sociedad civil y comunidades rurales; visitar los campamentos de desplazados internos; y viajar a lugares donde la UNAMID llevaba a cabo proyectos de infraestructura o de desarrollo de la capacidad. Como miembro ocasional de esas delegaciones, pude formarme una idea de la repercusi¨®n de la UNAMID sobre el terreno y descubrir una din¨¢mica que no habr¨ªa podido captar trabajando como oficial encargado desde Nueva York. Sucedi¨® lo mismo cuando tuvimos que hacer frente al imprevisto cambio de gobierno en Jartum, que oblig¨® a organizar frecuentes reuniones de emergencia dentro de la UNAMID, as¨ª como entre la UNAMID y la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York y entre la UNAMID y el Gobierno del Sud¨¢n sobre el modo de mantener la estabilidad y la salida prevista de la misi¨®n.
Antes de la agitaci¨®n pol¨ªtica de diciembre de 2018, el personal de la UNAMID tambi¨¦n pudo visitar los mercados de las comunidades locales durante los fines de semana. Esta oportunidad a?adida me ofreci¨® la ocasi¨®n de interactuar con los habitantes de Darfur en su vida cotidiana, apreciar su fuerza de car¨¢cter general como pueblo confrontado a la adversidad y experimentar su notorio sentido de la hospitalidad. Un ejemplo memorable fue una excursi¨®n, por cortes¨ªa de los colegas del personal nacional de Darfur en la oficina del Jefe de Estado Mayor, para disfrutar de la cocina local de Darfur en un mercado situado en el cercano campamento de Abu Shouk, uno de los mayores campamentos de desplazados internos de Darfur Septentrional, donde viven unas 80.000 personas. Todas las personas con las que nos encontramos nos brindaron una excelente acogida, a pesar de nuestras insignias de las Naciones Unidas y nuestra indumentaria extranjera.
En definitiva, la asignaci¨®n a mi misi¨®n me pareci¨® muy gratificante. Regres¨¦ a Nueva York m¨¢s convencido que nunca de la importancia que revisten las Naciones Unidas en el siglo XXI, tras haber sido testigo de los cambios humanitarios, pol¨ªticos y de seguridad3 que hab¨ªa logrado la UNAMID en la vida de la poblaci¨®n de Darfur en el transcurso de sus 12 a?os de despliegue. Mi consejo a otros funcionarios que se plantean la idea de prestar servicio en una operaci¨®n de mantenimiento de la paz es que lo hagan si pueden, y lo antes posible en su carrera. Sin duda, trabajar en una operaci¨®n de mantenimiento de la paz o una misi¨®n pol¨ªtica especial de las Naciones Unidas enriquecer¨¢ su carrera y les ofrecer¨¢ la oportunidad de vivir experiencias inolvidables. Tambi¨¦n los ayudar¨¢ a contextualizar su asignaci¨®n en la Sede u otras oficinas de las Naciones Unidas, donde a menudo se pierde de vista la repercusi¨®n de su labor en lugares menos afortunados del mundo.
Al reflexionar sobre mi estancia en Darfur, me viene a la memoria una cita del difunto y gran diplom¨¢tico de las Naciones Unidas Sergio Vieira de Mello, quien dijo: ¡°Nunca olviden que las verdaderas recompensas y los verdaderos desaf¨ªos de servir en las Naciones Unidas est¨¢n ah¨ª fuera, en el terreno, donde las personas sufren, donde las personas los necesitan¡± .4
Notas
1George Lenczowski, ¡°The Arc of Crisis: its central sector¡±, Foreign Affairs, primavera de 1979. Disponible en , consultado el 2 de octubre de 2019.
2Estas cifras eran las vigentes en junio de 2019.
3Para m¨¢s informaci¨®n sobre los logros de la UNAMID en materia de pol¨ªtica, seguridad y ayuda humanitaria, cons¨²ltense el sitio web de la UNAMID () y la p¨¢gina de la UNAMID en el sitio web sobre el mantenimiento de la paz ().
4BBC, Four Storyville, "Fight to save the world: Sergio", 2 de junio de 2011. Disponible en .
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