En 2020 y 2021 se produjo una media diaria de seis ataques contra la educaci¨®n en todo el mundo, seg¨²n se recoge en la publicaci¨®n ?de la?. Estos ataques tan extendidos provocan lesiones, da?os e incluso v¨ªctimas mortales, adem¨¢s de impedir que los estudiantes reciban una educaci¨®n. ??
Durante los conflictos armados, las fuerzas armadas gubernamentales y los grupos armados no estatales bombardean e incendian escuelas y universidades, y estudiantes y docentes son v¨ªctimas de asesinatos, lesiones, violaciones, secuestros, detenciones arbitrarias y reclutamientos en las propias instituciones educativas o en sus inmediaciones. Las fuerzas y grupos armados utilizan asimismo las escuelas y las universidades para fines militares, por ejemplo, para el establecimiento de bases, posiciones de tiro y centros de detenci¨®n.
Hoy celebramos el tercer?D¨ªa Internacional para Proteger la Educaci¨®n de Ataques. Es una fecha para llamar la atenci¨®n sobre los millones de ni?os y ni?as y de j¨®venes que viven en situaciones de conflicto, sin poder acceder a la educaci¨®n. Tambi¨¦n se reivindica la protecci¨®n de las escuelas, los estudiantes y los docentes. En 2020, Qatar y 62 copatrocinadores presentaron la??en la que se insta a respetar esta importante cuesti¨®n.
La GCPEA, el Sistema de las Naciones Unidas y nuestros asociados han tomado medidas importantes para proteger la educaci¨®n en los conflictos armados, incluyendo la aprobaci¨®n de resoluciones relevantes de las Naciones Unidas y promoviendo la adhesi¨®n a la?, respaldada actualmente por 114 Estados Miembros de las Naciones Unidas.
Sin embargo, el D¨ªa Internacional tambi¨¦n sirve para recordar que debemos hacer m¨¢s.? El punto de partida debe ser la pr¨®xima?Cumbre sobre la Transformaci¨®n de la Educaci¨®n que se celebrar¨¢ los d¨ªas 16, 17 y 19 de septiembre de 2022 en la Sede de las Naciones Unidas, donde se anunciar¨¢n nuevos compromisos para proteger las escuelas y las universidades, as¨ª como a sus estudiantes y personal. Debemos, por tanto, intensificar nuestro llamamiento a un mayor respaldo y aplicaci¨®n de la Declaraci¨®n sobre Escuelas Seguras.
Ataques contra la educaci¨®n y uso militar de las escuelas y las universidades
La Coalici¨®n Mundial detect¨® m¨¢s de 5.000 ataques denunciados contra la educaci¨®n y casos de uso militar de las escuelas y las universidades en 2020 y 2021. En dichos ataques, m¨¢s de 9.000 estudiantes y docentes de 85 pa¨ªses sufrieron da?os. A escala mundial, en 2020 y 2021 se incrementaron las agresiones contra la educaci¨®n y el uso militar de las escuelas y las universidades en comparaci¨®n con los dos a?os anteriores. Dos terceras partes de los incidentes correspondieron a ataques a las escuelas, siendo Mali, la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y Palestina los pa¨ªses m¨¢s afectados. La ocupaci¨®n militar de las escuelas y universidades aument¨® m¨¢s del doble. En 11 pa¨ªses, los ataques contra la educaci¨®n iban supuestamente dirigidos a las ni?as y las mujeres por motivos de g¨¦nero.
Las agresiones contra la educaci¨®n y el uso militar de las escuelas se ha mantenido en niveles alarmantes durante 2022. Por citar un ejemplo, m¨¢s de??han sido da?adas o destruidas por los bombardeos y el fuego de artiller¨ªa en Ucrania desde la invasi¨®n rusa el 24 de febrero de 2022, seg¨²n se?ala el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia ucraniano.
Graves consecuencias para los estudiantes
La educaci¨®n es fundamental, tambi¨¦n durante la guerra. El acceso al aprendizaje puede proporcionar a los ni?os y los j¨®venes los conocimientos y las capacidades necesarios para contribuir a sus comunidades y econom¨ªas, as¨ª como las competencias para la resoluci¨®n de controversias y la reconstrucci¨®n tras los conflictos. M¨¢s all¨¢ de impartir ense?anza, las escuelas y universidades pueden brindar un espacio seguro, establecer rutinas para los estudiantes y conectarlos con recursos de supervivencia, como la alimentaci¨®n y los servicios de salud mental.
Los ni?os que viven en zonas afectadas por conflictos y crisis??que aquellos que residen en otros lugares. Los ataques contra la educaci¨®n contribuyen sustancialmente a esta carencia.?
A modo de ejemplo, en un? que realizaron la GCPEA y Palestina se constat¨® que cerca de una cuarta parte de todos los colegios de Gaza sufrieron da?os por los explosivos lanzados desde tierra y aire en mayo de 2021. Debido a los da?os en las instalaciones que provocaron los explosivos, los estudiantes y los profesores perdieron al menos 249 horas lectivas entre enero de 2019 y febrero de 2021. Estos ataques y la destrucci¨®n resultante se traducen en una p¨¦rdida de aprendizaje.
Despu¨¦s de los ataques, puede que los estudiantes no tengan una escuela o universidad a la que regresar.? Adem¨¢s, cuando las instalaciones educativas se reparan o las familias son reubicadas en otro lugar,. En concreto,?. Sus familias son m¨¢s proclives a retenerlas en casa como medida de precauci¨®n. Sin embargo, un per¨ªodo sin recibir educaci¨®n, por corto que sea, hace que las mujeres y las ni?as sean vulnerables al matrimonio infantil o forzoso, y a otros riesgos que dificulten su regreso a la escuela.
Progresos mediante la Declaraci¨®n sobre Escuelas Seguras y otras iniciativas
El lanzamiento de la? en 2015 fue un paso decisivo en la prevenci¨®n y reducci¨®n del impacto de los ataques contra la educaci¨®n. La Declaraci¨®n constituye un compromiso pol¨ªtico para proteger a los estudiantes, los docentes, las escuelas y las universidades durante los conflictos armados. Los gobiernos que respaldan la Declaraci¨®n se comprometen a utilizar?las, que ofrecen orientaciones espec¨ªficas a las fuerzas armadas y grupos armados no estatales sobre la prohibici¨®n del uso de las escuelas para fines militares. La principal recomendaci¨®n de la GCPEA para proteger la educaci¨®n es que los Estados respalden la Declaraci¨®n y apliquen las Directrices.
Otro compromiso fundamental en el marco de la Declaraci¨®n tiene que ver con la supervisi¨®n y la informaci¨®n y, para ello, la GCPEA elabor¨® el?. Este recurso ofrece orientaciones a los gobiernos, las agencias de las Naciones Unidas y los agentes del desarrollo y humanitarios para recopilar y analizar datos a fin de entender mejor los ataques contra la educaci¨®n, prevenirlos y responder a ellos. Gracias a una supervisi¨®n y un an¨¢lisis mejorados es posible identificar a los atacantes y los tipos de ataques ¡ªcomo, por ejemplo, incendios provocados, bombardeos o pillaje¡ª para que gobiernos y escuelas puedan adoptar medidas preventivas. Tambi¨¦n es fundamental depurar los datos para identificar las escuelas y universidades que deben ser reparadas y dise?ar clases especiales para que los estudiantes afectados recuperen el tiempo perdido.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tambi¨¦n ha tomado una serie de medidas importantes para proteger la educaci¨®n frente a los ataques. Entre dichas medidas figura la?, que condena los ataques a las escuelas y la poblaci¨®n civil vinculada a las escuelas, e insta a los Estados Miembros a que formalicen medidas eficaces para prevenir y abordar los ataques, incluido a trav¨¦s de los marcos jur¨ªdicos nacionales.
La pr¨®xima?Cumbre sobre la Transformaci¨®n de la Educaci¨®n, que tendr¨¢ lugar los d¨ªas 16, 17 y 19 de septiembre de 2022, constituye otro paso importante del sistema de las Naciones Unidas. En esta Cumbre, los gobiernos se reunir¨¢n para impulsar medidas para la consecuci¨®n del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 sobre garantizar una educaci¨®n de calidad, tambi¨¦n mediante la reinvenci¨®n de la educaci¨®n para todos los estudiantes y docentes y el abordaje de los efectos de la pandemia de la COVID-19 en el aprendizaje.
Pr¨®ximos pasos: compromisos de la Cumbre y mayor respaldo a la Declaraci¨®n
La Cumbre sobre la Transformaci¨®n de la Educaci¨®n ofrece una oportunidad importante para dotar de mayor protecci¨®n a las escuelas y las universidades durante conflictos armados. Los gobiernos y los donantes deber¨ªan abordar en esta Cumbre sus compromisos y promesas para: a) poner fin a los ataques contra la educaci¨®n y al uso militar de las escuelas y las universidades, b) respaldar y aplicar la Declaraci¨®n sobre Escuelas Seguras y c) priorizar y financiar programas para proteger las escuelas y las universidades durante conflictos armados.?
Para transformar la educaci¨®n debemos proteger la educaci¨®n. La pr¨®xima Cumbre puede servir para recordar a la comunidad internacional que las escuelas y universidades seguras son el eje de los sistemas educativos inclusivos y equitativos. Ese es justamente el siguiente paso que se debe dar.?Para avanzar, todos debemos intensificar nuestro llamamiento a un mayor respaldo de la Declaraci¨®n sobre Escuelas Seguras y a que los pa¨ªses participantes redoblen sus esfuerzos para llevar esos compromisos a la pr¨¢ctica.
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La Cr¨®nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as¨ª como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art¨ªculos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci¨®n por parte de las Naciones Unidas.?