En 2020, el D¨ªa Internacional del Multilateralismo y la Diplomacia para la Paz, celebrado el 24 de abril, result¨® especialmente significativo. La pandemia de COVID-19 golpea a la poblaci¨®n con rapidez y sus efectos no hacen distinciones. La historia es igual para todos nosotros, con la diferencia de que nos encontramos en diferentes cap¨ªtulos del libro. Esperamos que, lentamente, la situaci¨®n se estabilice en Europa y en las dem¨¢s zonas en las que el brote apareci¨® primero, pero somos plenamente conscientes de que a¨²n est¨¢n por ver los efectos mundiales en los pa¨ªses que son mucho m¨¢s vulnerables. Sabemos que nadie estar¨¢ a salvo hasta que todas las personas de todo el mundo lo est¨¦n. El virus ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades que existen dentro de los pa¨ªses y del sistema internacional. Pocas veces ha sido tan crucial la necesidad de una respuesta r¨¢pida, coordinada y realmente mundial.?
Es evidente que los virus no conocen las fronteras nacionales, y la COVID-19, una enfermedad que se adaptado de manera ¨²nica y letal a nuestro mundo interconectado, ha generado una agitaci¨®n mundial sin precedentes. Abordar esta crisis mundial, as¨ª como sus m¨²ltiples consecuencias, pone a prueba nuestra humanidad y exige cooperaci¨®n internacional, soluciones multilaterales y solidaridad.
La Uni¨®n Europea (UE) est¨¢ poniendo todo de su parte para mitigar y superar la crisis. Estamos actuando con determinaci¨®n para proteger a nuestros ciudadanos, fortalecer la salud p¨²blica y evitar una mayor propagaci¨®n. Sin embargo, tambi¨¦n estamos ayudando a paliar las dram¨¢ticas consecuencias que esta crisis tendr¨¢ en todo el mundo.?Estamos trabajando en la elaboraci¨®n de un enfoque internacional com¨²n para combatir la pandemia y ayudar a los m¨¢s vulnerables, sobre todo a las personas que viven en pa¨ªses en desarrollo y zonas de conflicto. Dentro de los pa¨ªses del G20 y el G7 en particular, la UE est¨¢ promoviendo la plena utilizaci¨®n de los mecanismos multilaterales disponibles para compartir pruebas cient¨ªficas, datos y mejores pr¨¢cticas. Hemos tomado importantes medidas para reducir la carga de la deuda de los pa¨ªses m¨¢s pobres. Para hacer frente a esta crisis de manera eficaz, es fundamental la cooperaci¨®n con los agentes internacionales, principalmente el sistema de las Naciones Unidas y, en especial, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), pero tambi¨¦n el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las organizaciones de la sociedad civil.?
Pero no debemos ilusionarnos: si no se aborda de manera eficaz, esta crisis podr¨ªa generar nuevos conflictos. No obstante, tambi¨¦n brinda una oportunidad para que las partes en conflicto abandonen las armas y se centren en las necesidades reales de las personas.
Adem¨¢s, la pandemia constituye una amenaza creciente para la paz y la seguridad internacionales. Algunos conflictos se mantienen en curso y amenazan con elevar todav¨ªa m¨¢s el n¨²mero de v¨ªctimas mortales de esta terrible enfermedad. De nuevo, los m¨¢s vulnerables son los que sufren las consecuencias. Por este motivo, la UE respalda en¨¦rgicamente el llamamiento del Secretario General de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres, a un alto el fuego mundial inmediato. El Consejo de Seguridad deber¨ªa respaldar este llamamiento mostrando unidad y resoluci¨®n. Estamos orgullosos de que los miembros de la UE en el Consejo hayan trabajado de manera incansable para garantizar que este organismo asuma sus responsabilidades. Pero no debemos ilusionarnos: si no se aborda de manera eficaz, esta crisis podr¨ªa generar nuevos conflictos. No obstante, tambi¨¦n brinda una oportunidad para que las partes en conflicto abandonen las armas y se centren en las necesidades reales de las personas. La UE est¨¢ preparada para respaldar activamente esta iniciativa y est¨¢ ayudando de manera proactiva a los mediadores de las Naciones Unidas sobre el terreno a aprovechar todas las oportunidades para resolver los conflictos y consolidar una paz sostenible.?
Aplaudimos el liderazgo del Secretario General durante esta crisis. Los miembros del personal de las Naciones Unidas de todo el mundo est¨¢n demostrando una valent¨ªa y una determinaci¨®n admirables a la hora de salvar vidas, proteger a los m¨¢s vulnerables y garantizar la dignidad humana. La UE y sus Estados miembros est¨¢n respondiendo con generosidad a la petici¨®n del Secretario General de una respuesta humanitaria, al llamamiento urgente para abordar las consecuencias socioecon¨®micas de la pandemia y el d¨¦ficit de financiaci¨®n de la OMS, a su llamamiento a la acci¨®n en materia de derechos humanos y a su mensaje sobre la violencia de g¨¦nero en relaci¨®n con la pandemia. Asimismo, nuestros Estados miembros est¨¢n pagando sus cuotas a las Naciones Unidas, de forma puntual y en su totalidad. Comprendemos la necesidad de unas Naciones Unidas eficaces, ahora m¨¢s que nunca. El apoyo ret¨®rico se agradece, pero no es suficiente. Apagar los incendios en todo el mundo y reconstruir para mejorar cuesta dinero, pero es la mejor p¨®liza de seguros que tenemos.
Ha llegado el momento de demostrar que la solidaridad no es una frase vac¨ªa. No es momento de echarse la culpa ni de tomar medidas unilaterales. La principal prioridad debe ser la de manifestar la solidaridad mundial de la UE a la hora de ayudar a las personas m¨¢s vulnerables de los pa¨ªses en desarrollo y las zonas de conflicto. Entre ellas, se incluyen a los 70 millones de personas en situaci¨®n de desplazamiento forzado en todo el mundo, muchas de las cuales se encuentran atrapadas entre la guerra y la pandemia, as¨ª como los pa¨ªses con sistemas de salud d¨¦biles, en los que no existe acceso a agua limpia para todos ni redes de seguridad en funcionamiento, y en los cuales el conflicto armado ha destruido la infraestructura. En estos entornos, las consecuencias de la pandemia pueden ser devastadoras. Esto es lo que ocurre en concreto en el caso de ?frica.
Mientras que, en los pa¨ªses desarrollados, la crisis sanitaria precede a la crisis econ¨®mica, en muchos pa¨ªses en desarrollo el orden se invierte. De acuerdo con un?, la pandemia ha desencadenado la primera recesi¨®n en ?frica Subsahariana de los ¨²ltimos 25 a?os. Algunos pa¨ªses ya se enfrentan a una fuga de capitales en masa; una ca¨ªda de los ingresos procedentes del turismo o las materias primas, en particular, del petr¨®leo; y una disminuci¨®n de las remesas. En resumen, los efectos combinados de las crisis sanitaria y econ¨®mica ya son una realidad y podr¨ªan ser incluso m¨¢s catastr¨®ficos.?
Por todos estos motivos, la UE, junto con sus Estados miembros y las instituciones financieras, ha puesto en marcha un paquete de 20.000?millones de euros para ayudar a los pa¨ªses asociados a combatir la pandemia por coronavirus y sus consecuencias. El objetivo del paquete del Equipo Europa es ayudar a los pa¨ªses m¨¢s vulnerables y las personas que se encuentran en mayor riesgo, especialmente a las que se encuentran en los pa¨ªses vecinos de la UE, en ?frica y en las regiones de Asia y el Pac¨ªfico y Am¨¦rica Latina y el Caribe. Combina recursos que se han reorientado de programas existentes (aproximadamente, 11.000 millones de euros) con el apoyo de las instituciones financieras, como el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Europeo de Reconstrucci¨®n y Desarrollo (5.000 millones de euros), y de los Estados miembros de la UE (4.000 millones de euros).?
La UE y sus estados miembros ya son el mayor donante de todo el mundo de ayuda humanitaria y para el desarrollo, y nos convertiremos en el mayor donante en lo que respecta a la lucha mundial frente a la pandemia. Asimismo, los dirigentes de la UE han reclamado un enfoque concertado y ambicioso en favor de un alivio considerable de la carga de la deuda de los pa¨ªses en desarrollo.
Aunque seguimos estando en la fase m¨¢s grave de la pandemia, ha llegado el momento de prepararse para el futuro.
Esta crisis tambi¨¦n plantea dificultades espec¨ªficas para el ejercicio y la protecci¨®n eficaces de los derechos humanos, todo ello mientras pone a prueba el funcionamiento de las democracias. Independientemente de la existencia de unos retos sin precedentes, los derechos humanos no son una cuesti¨®n negociable; deben ser una parte fundamental de nuestra respuesta, especialmente en un momento en el que los gobiernos aplican medidas estrictas para combatir la crisis del coronavirus. Por medio de nuestro ambicioso plan de acci¨®n, la UE continuar¨¢ defendiendo los derechos humanos y la democracia en todo el mundo y trabajando mano a mano con las Naciones Unidas y otros asociados, incluida la sociedad civil. Como siempre, las mujeres sostienen nuestras sociedades. Es necesario resaltar su papel, y deben disponer de igualdad de oportunidades. Esperemos que la pandemia pueda abrir los ojos a todo el mundo sobre la necesidad de alcanzar la plena igualdad.?
Aunque seguimos estando en la fase m¨¢s grave de la pandemia, ha llegado el momento de prepararse para el futuro. Debemos asegurarnos de que nos recuperamos mejor, con una mejor preparaci¨®n para combatir crisis futuras similares, una mejor gobernanza y unos sistemas econ¨®micos y sociales m¨¢s sostenibles. Aunque los costos socioecon¨®micos de la COVID-19 ser¨¢n asombrosos, el cambio clim¨¢tico y la p¨¦rdida de diversidad biol¨®gica seguir¨¢n constituyendo amenazas reales para la humanidad, y exigir¨¢n soluciones mundiales y multilaterales. Estoy convencido de que la transici¨®n ecol¨®gica y la transformaci¨®n digital, tanto en Europa como en otros pa¨ªses, son algunos de los mejores ingredientes que debe incluir una estrategia de crecimiento sostenible para ayudar a nuestras econom¨ªas a resurgir de la crisis. Nuestras pol¨ªticas seguir¨¢n centr¨¢ndose en conseguir sociedades m¨¢s resilientes, mediante el respaldo de modelos econ¨®micos y sociales sostenibles, en las que exista una igualdad plena y un respeto de los principios democr¨¢ticos y los derechos humanos, en consonancia con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.?
Despu¨¦s del coronavirus, el mundo ser¨¢ diferente. No obstante, las Naciones Unidas y todos los asociados del mundo pueden contar con el compromiso de la UE para colaborar en el camino para lograr un mundo m¨¢s igualitario, sostenible y pac¨ªfico, en el que se respeten los derechos humanos de todas las personas. Reconstruyamos para mejorar.?
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La Cr¨®nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as¨ª como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art¨ªculos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci¨®n por parte de las Naciones Unidas.?