La pandemia de COVID-19 es una cat¨¢strofe mundial que ha provocado una enorme p¨¦rdida de vidas y medios de subsistencia. Su repercusi¨®n en los pa¨ªses de ingreso bajo es especialmente grave. Ha agrandado a¨²n m¨¢s las desigualdades preexistentes. M¨¢s personas caen en la pobreza, m¨¢s familias pasan hambre y m¨¢s ni?os abandonan la escuela. La violencia contra las mujeres y las ni?as est¨¢ aumentando. La interrupci¨®n de los servicios sanitarios esenciales, como la vacunaci¨®n rutinaria, la atenci¨®n prenatal y la asistencia cualificada en el parto, conlleva que millones de ni?os, ni?as y mujeres de estos pa¨ªses corran el riesgo de contraer enfermedades, sufrir discapacidad y morir.
A pesar de estos desaf¨ªos, muchos pa¨ªses de ingreso bajo han demostrado una capacidad de liderazgo, innovaci¨®n, resiliencia y determinaci¨®n fuera de lo com¨²n para abordar la COVID-19 y proteger a la poblaci¨®n frente la enfermedad, incluso mediante el uso de nuevas tecnolog¨ªas. Se han forjado nuevas asociaciones con el sector privado y la sociedad civil a una velocidad r¨¦cord, y de formas nunca vistas anteriormente. Tenemos mucho que aprender los unos de los otros, y podemos empezar por valorar y respetar la diversidad de nuestras contribuciones para acabar con esta crisis.
Por primera vez desde la creaci¨®n de las Naciones Unidas, casi todos los pa¨ªses y econom¨ªas de la Tierra est¨¢n unidos en la lucha contra un ¨²nico enemigo: la COVID-19. Estamos unidos en nuestro sufrimiento, unidos en nuestro dolor y unidos en nuestras esperanzas de un futuro saludable. Pero para poner fin r¨¢pidamente a la pandemia, tambi¨¦n debemos estar unidos en nuestras acciones. Esto significa garantizar que todos los pa¨ªses tengan un acceso equitativo a herramientas seguras y eficaces para hacer frente a la COVID-19, independientemente de su capacidad de pago.
La vacunaci¨®n es una herramienta crucial para detener la pandemia. Dado que muchos pa¨ªses ricos ya han puesto en marcha la vacunaci¨®n contra a la COVID-19, los pa¨ªses de ingreso bajo deben hacer lo mismo. El Mecanismo se cre¨® para dar respuesta al imperativo m¨¦dico y moral de brindar un acceso equitativo a las vacunas contra la COVID-19.
Codirigido por Gavi, la Alianza para las Vacunas, junto con la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y la Coalici¨®n para la Promoci¨®n de Innovaciones en pro de la Preparaci¨®n ante Epidemias (CEPI), COVAX es una soluci¨®n verdaderamente global. Est¨¢ trabajando con los gobiernos, los fabricantes y los financiadores para adquirir vacunas contra la COVID-19 a trav¨¦s de un mecanismo global y mancomunado, con el fin de que est¨¦n disponibles en todo el mundo para los habitantes de los pa¨ªses de ingreso alto y bajo.
Con la participaci¨®n de 190 gobiernos y econom¨ªas, que representan el 90?% de la poblaci¨®n mundial, COVAX ¡ªuno de los tres pilares del ¡ª permite un acceso r¨¢pido, justo y equitativo a las vacunas. A trav¨¦s del innovador instrumento de financiaci¨®n de la Gavi, el las 92 econom¨ªas de bajo ingreso recibir¨¢n acceso a las vacunas contra la COVID-19 financiadas por los donantes a trav¨¦s de COVAX al mismo tiempo que reciben sus dosis los 98 pa¨ªses de mayores ingresos que se autofinancian.
COVAX ya ha celebrado acuerdos para m¨¢s de 2.000 millones de dosis de varias vacunas candidatas prometedoras, y las primeras dosis comenzar¨¢n a enviarse en febrero de 2021, mientras contin¨²an las negociaciones para asegurar m¨¢s dosis. Aunque al principio los suministros ser¨¢n limitados, se espera que aumenten r¨¢pidamente, de manera que, a mediados de 2021, COVAX habr¨¢ suministrado suficientes dosis para proteger a todas las personas de alto riesgo, incluido el personal sanitario y otros trabajadores y trabajadoras de primera l¨ªnea, as¨ª como a los grupos vulnerables.
Para finales de a?o, COVAX espera haber suministrado, y ayudar a distribuir, al menos 1.300 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 en los pa¨ªses de ingreso bajo del CAM. Para garantizar que estas vacunas se distribuyan de forma adecuada y equitativa, el sistema de gobernanza a medida de COVAX se dise?¨® con la equidad y la transparencia como eje de cada pol¨ªtica y proceso, incluido el nombramiento de representantes de la sociedad civil en los principales grupos de trabajo de COVAX.
Proporcionar dosis financiadas por los donantes a trav¨¦s del CAM de COVAX de la Gavi, junto con el apoyo a la preparaci¨®n y el suministro, contribuir¨¢ a garantizar que los pa¨ªses de ingreso bajo no tengan que reasignar los presupuestos actuales, desviando recursos de otros programas esenciales de vacunaci¨®n rutinaria. Esto es absolutamente esencial para mantener los servicios de inmunizaci¨®n rutinaria y evitar un aumento de las enfermedades mortales evitables por medio de la vacunaci¨®n, como la neumon¨ªa, la diarrea, el sarampi¨®n y la poliomielitis.
Los preparativos, liderados por la OMS, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Gavi, ya est¨¢n muy avanzados para que COVAX suministre vacunas a las 92 econom¨ªas del CAM de COVAX de la Gavi, y este instrumento ha facilitado 150 millones de d¨®lares de su financiaci¨®n b¨¢sica como apoyo inicial y catalizador para fomentar la preparaci¨®n de estos pa¨ªses y el suministro a los mismos. Este apoyo se basa en las inversiones generales de la Gavi para el fortalecimiento de los sistemas de salud y la administraci¨®n de inmunizaci¨®n rutinaria, que han ayudado a los pa¨ªses de ingreso bajo a inmunizar a m¨¢s de 822 millones de ni?os y ni?as con vacunas que salvan vidas desde el a?o 2000, evitando m¨¢s de 14 millones de muertes en el futuro. La infraestructura creada con estas inversiones ¡ªdesde la cadena de suministro hasta el personal sanitario cualificado y la vigilancia de la enfermedad¡ª constituye una base s¨®lida para la distribuci¨®n y el despliegue eficaces y equitativos de las vacunas contra la COVID-19 en entornos con recursos limitados.
Resulta preocupante que en los albores del mayor y m¨¢s r¨¢pido despliegue de vacunas de la historia, algunos gobiernos sigan buscando acuerdos bilaterales. Esto crea una competencia que hace subir los precios y restringe los suministros limitados. Si esto contin¨²a, y si los fabricantes venden primero al mejor postor, con la promesa de suministrar m¨¢s dosis m¨¢s adelante, esto s¨®lo crear¨¢ retrasos en el acceso que prolongar¨¢n la pandemia. Sin un acceso equitativo a las vacunas contra la COVID-19 ¡ªobjetivo de la creaci¨®n de COVAX¡ª la pandemia seguir¨¢ causando estragos. Al fin y al cabo, en un mundo altamente interconectado, nadie est¨¢ seguro si no lo est¨¢n todos los dem¨¢s.
Entretanto, a¨²n quedan retos por superar en cuanto al suministro y la aceptaci¨®n en los pa¨ªses de ingreso bajo: desde la regulaci¨®n y la aprobaci¨®n hasta la priorizaci¨®n de los grupos de alto riesgo y la prestaci¨®n de servicios, as¨ª como las dudas y la desinformaci¨®n sobre las vacunas, los retos son abrumadores. No obstante, en muchos casos, su naturaleza difiere poco de algunos de los desaf¨ªos a los que tambi¨¦n se enfrentan los pa¨ªses m¨¢s ricos. Al igual que con COVAX, si anteponemos la solidaridad mundial al nacionalismo de las vacunas, y la cooperaci¨®n internacional a la competencia, es posible que encontremos soluciones m¨¢s r¨¢pidas, eficaces e innovadoras para proteger tanto a los ricos como a los pobres por igual.
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