En una escena del documental The Forbidden Reel hecho por Ariel Nasr en 2019, Ibrahim Arify, expresidente de Afghan Film, el archivo cinematogr¨¢fico nacional afgano, hojea fotograf¨ªas a color de un anodino complejo inmobiliario. ¡°Todo el lugar estaba as¨ª, lleno de nidos de p¨¢jaros¡±, afirma se?alando a una foto de un parduzco corredor con grandes zonas da?adas pegada en una pared de color turquesa. ¡°Estos son p¨¢jaros que anidan en los lugares abandonados.¡± La pel¨ªcula narra como en 1996 parte de los archivos cinematogr¨¢ficos de Afganist¨¢n fueron salvados de los talibanes por trabajadores que ocultaron pel¨ªculas tras una falsa pared. ¡°Sacad todas las pel¨ªculas. Si se esconda una sola, lo pagar¨¦is con la vida¡±, les dijeron. Los talibanes quemaron todas las pel¨ªculas que los trabajadores no pudieron esconder. Lo m¨¢s significativo de esta historia es que personas comunes pusieran sus vidas en peligro para preservar un acervo de pel¨ªculas que consideraban su patrimonio cinematogr¨¢fico nacional.
La valerosa acci¨®n de los empleados de Afghan Film es solo un ejemplo (si bien uno extraordinario) de lo poderoso e importante que puede ser el cine y de c¨®mo un conjunto de pel¨ªculas puede constituir un ¡°patrimonio cinematogr¨¢fico¡± con un profundo impacto en las identidades e historias culturales, nacionales o institucionales. Desde el punto de vista de la conservaci¨®n, el detalle de los p¨¢jaros anidando en los archivos es un ejemplo extremo de un conocido fen¨®meno: el de archivos expuestos a m¨²ltiples amenazas para su preservaci¨®n y supervivencia a largo plazo, entre ellas el descuido, el deterioro f¨ªsico y los conflictos pol¨ªticos. Las pel¨ªculas y las grabaciones radiof¨®nicas son especialmente vulnerables. Deben custodiarse en entornos de temperatura y humedad controladas y, a diferencia de los archivos en papel, precisan de la intermediaci¨®n de equipos especiales para poder ser visualizadas y escuchadas.
El lema de este a?o para el D¨ªa Mundial del Patrimonio Audiovisual (27 de octubre de 2023), ¡°Tu ventana al mundo¡±, alude a las destacadas cualidades de las grabaciones audiovisuales. En particular, las im¨¢genes en movimiento pueden tener una resonancia de la que quiz¨¢ ning¨²n otro medio es capaz. Desde sus inicios, las Naciones Unidas y la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconocieron el cine como un poderoso medio para la comunicaci¨®n y la educaci¨®n. La UNESCO, cuyo mandato se centra, por una parte, en la preservaci¨®n del patrimonio cultural y, por otra, en lo que llama ¡°comunicaci¨®n de masas¡± (el potencial de medios como la radio, la televisi¨®n, la prensa y el cine para llegar a grandes audiencias), no solo utilizaba los medios de comunicaci¨®n para poner en pr¨¢ctica muchos de sus programas, sino que tambi¨¦n, desde un momento muy temprano, se ocup¨® de la conservaci¨®n del patrimonio audiovisual. La asimilaci¨®n de este empe?o puede apreciarse en la instituci¨®n, en el a?o 2006, del D¨ªa Mundial del Patrimonio Audiovisual, conmemorando la , emitida por la UNESCO en 1980. Tiempo antes, en 1952, la UNESCO hab¨ªa organizado una Conferencia Internacional de Artistas durante la XXVI Bienal de Venecia. El resultado de la Conferencia fue un publicado por el Comit¨¦ Cinematogr¨¢fico, que hoy en d¨ªa sigue estando tan vigente como entonces: ¡°La Conferencia, reconociendo el valor del cine como forma de expresi¨®n art¨ªstica y el valor hist¨®rico de las pel¨ªculas del pasado, [¡] muchas de las cuales desgraciadamente se han perdido para la posteridad o est¨¢n en riesgo de perderse, insta a todos los Gobiernos [¡] a adoptar las medidas para la creaci¨®n de archivos cinematogr¨¢ficos nacionales.¡±
Por su parte, las Naciones Unidas, poco despu¨¦s de su constituci¨®n, establecieron un ¨®rgano espec¨ªfico para el cine, el 51³Ô¹Ï Film Board (UNFB), en 1947. En 1949 el UNFB produjo una serie de documentales, entre ellos uno titulado First Steps, ganador de un Premio de la Academia, en que segu¨ªa a unos ni?os discapacitados mientras nadaban, tocaban m¨²sica, practicaban artes, com¨ªan y se ejercitaban como parte de su terapia ocupacional y f¨ªsica. La UNESCO trabaj¨® con el UNFB y productores cinematogr¨¢ficos nacionales e internacionales para facilitar, financiar o influenciar de otro modo en la producci¨®n de pel¨ªculas dedicadas a la propia UNESCO y su labor, pero no fue hasta 1951 cuando la UNESCO comenz¨® a producir realmente sus propias pel¨ªculas.1?Un ejemplo de pel¨ªcula producida por la UNESCO es el documental de 1954 Tiempo de la esperanza, de Paul Rotha y Basil Wright. La cinta retrata la vida y la lucha de algunas personas de M¨¦xico y Tailandia, describiendo al mismo tiempo los programas de las Naciones Unidas y de la UNESCO y la concepci¨®n humanista de la estabilidad mundial en que se basan. En su d¨ªa, fue elogiada por la cr¨ªtica, en particular por The?New York Times, que,?,?la describi¨® como ¡°una verdadera obra maestra de sensibilidad y de realismo¡±.
Tiempo de la esperanza, junto con las aproximadamente 4.000 horas de im¨¢genes en movimiento de los 12.500 rollos de pel¨ªcula de 16 y 35 mm que albergan los Archivos de la UNESCO, sigue sin estar digitalizada, por lo que resulta de dif¨ªcil acceso. Aparte de las pel¨ªculas, los archivos cinematogr¨¢ficos de la UNESCO contienen v¨ªdeos en numerosos formatos. Parece l¨®gico que el mandato de la UNESCO de preservar el patrimonio cultural y audiovisual comprenda medidas para preservar y hacer accesible su propio patrimonio cinematogr¨¢fico. Se han hecho grandes esfuerzos por digitalizar la colecci¨®n en los ¨²ltimos a?os, con acuerdos con el Institut national de l¡¯audiovisuel de Francia en 2009 y 2015 para digitalizar 70 horas de pel¨ªculas y v¨ªdeos, y la digitalizaci¨®n de casi 200 pel¨ªculas y v¨ªdeos durante el proyecto Digitalizar nuestra historia compartida por la UNESCO (2017¨C2020), financiado por el Jap¨®n. No obstante, en realidad, como sucede con casi todos los archivos, la escasez de recursos dificulta la total accesibilidad del patrimonio cinematogr¨¢fico de la UNESCO e impide garantizar las condiciones ¨®ptimas para su conservaci¨®n a largo plazo.
Desde sus inicios, las Naciones Unidas y la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconocieron el cine como un poderoso medio para la comunicaci¨®n y la educaci¨®n.
Los archivos cinematogr¨¢ficos de la UNESCO, como parte de los archivos generales de la Organizaci¨®n, se custodian en la sede de esta en Par¨ªs. Afortunadamente, todas las pel¨ªculas hechas de nitrato, una sustancia conocida por su alta inflamabilidad, est¨¢n almacenadas en un entorno seguro y controlado en el Centre national du cin¨¦ma de Francia. Con la ayuda de los Estados miembros de la UNESCO, se est¨¢n haciendo esfuerzos por mejorar las condiciones de almacenamiento de las pel¨ªculas en la sede y por elaborar un inventario completo. Sin embargo, a¨²n es necesario un gran volumen de trabajo para digitalizar, describir, publicar y realojar las pel¨ªculas, muchas de las cuales sufren el s¨ªndrome del vinagre, una enfermedad contagiosa que afecta a las cintas de acetato.
Un hecho tan sorprendente como tentador es que los archivos cinematogr¨¢ficos de la UNESCO a¨²n no est¨¢n totalmente documentados ni conocidos. Existe un potencial por explorar de las pel¨ªculas actualmente disponibles y de la documentaci¨®n asociada, como expedientes de producci¨®n y art¨ªculos de prensa, que est¨¢n pendientes de descubrir, estudiar y reutilizar. El personal de los archivos de la UNESCO ha tratado de conseguir fondos para proseguir la labor que ya parti¨® con las iniciativas de digitalizaci¨®n antes mencionadas, con el fin de abrir los archivos para su consulta y utilizaci¨®n (concediendo derechos de autor) y de evitar que se siga deteriorando este poco conocido pero extremadamente valioso patrimonio.?
Al igual que los archivos que mantienen las Naciones Unidas, los archivos cinematogr¨¢ficos de la UNESCO constituyen un registro visual rico y ¨²nico de pa¨ªses, pueblos, culturas y organizaciones de todo el mundo, que documenta experimentos de cooperaci¨®n internacional desde el per¨ªodo de postguerra hasta los a?os ochenta. Las pel¨ªculas abarcan gran amplitud de temas, como la reconstrucci¨®n tras la guerra, el medio ambiente y la sostenibilidad, los derechos humanos, asuntos de g¨¦nero, educaci¨®n, arte y arquitectura, ciencia, tecnolog¨ªa y un largo etc¨¦tera, a menudo con versiones en distintas lenguas. Gran parte del metraje documenta grabaciones, eventos, entrevistas y conferencias. Aparte de las pel¨ªculas producidas o subvencionadas por la UNESCO, en los archivos existen pel¨ªculas producidas por otras entidades como parte de la Filmograf¨ªa de Referencia puesta a disposici¨®n del personal de la UNESCO a lo largo de las d¨¦cadas, pel¨ªculas que han sido proyectadas en el cine propio de la Organizaci¨®n.
Al mismo tiempo, las pel¨ªculas de los archivos de la UNESCO constituyen un importante patrimonio cinematogr¨¢fico internacional que se entrelaza con el de las Naciones Unidas. A diferencia de los heroicos actos de aquellos archiveros afganos, la protecci¨®n de los archivos no constituye peligro alguno para la seguridad de nuestro personal. La intencionalidad inherente a sus esfuerzos por salvar los archivos rara vez se ha manifestado de forma tan clara y dram¨¢tica. Sin embargo, nosotros tambi¨¦n tenemos nuestros propios casos de nidos de p¨¢jaro. El trabajo realizado por proteger los archivos audiovisuales de la UNESCO y de las Naciones Unidas es fundamental para la supervivencia del patrimonio de ambas organizaciones y para que se transmita el legado de sus constantes esfuerzos.
Nota
1 Suzanne Langlois, ¡°And Action! UN and UNESCO Coordinating Information Films, 1945¨C1951¡±, en?A History of UNESCO: Global Actions and Impacts, Poul Duedahl, ed. (Basingstoke, Reino Unido, Palgrave Macmillan, 2016).
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