29 septiembre 2015

Poner de relieve los logros de las Naciones Unidas en los ¨²ltimos 70 a?os exigir¨ªa muchos vol¨²menes y me temo que escribir acerca de mis deseos para las Naciones Unidas en los pr¨®ximos siete decenios llenar¨ªa a¨²n m¨¢s libros.

Pero tal vez dos momentos destacan en la orgullosa historia de nuestra Organizaci¨®n: el primero es la invenci¨®n del mantenimiento de la paz, que realmente permiti¨® a las Naciones Unidas promover la paz mundial a trav¨¦s de un mecanismo que hoy en d¨ªa damos por sentado, pero que es ¨²nico en la historia de las relaciones internacionales. Cuando me convert¨ª en Secretario General, tuvo lugar la primera reuni¨®n en la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Consejo de Seguridad, y su mandato para m¨ª era claro: crear la pr¨®xima generaci¨®n de operaciones de mantenimiento de la paz. De este mandato surgi¨® el Programa de Paz. Me gustar¨ªa que sigui¨¦ramos prestando atenci¨®n a los mensajes de aquella propuesta.

Otro gran momento para las Naciones Unidas fue la Declaraci¨®n Universal de Derechos Humanos, al inicio de la historia de nuestra Organizaci¨®n, y la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993. Ha habido numerosas conferencias para establecer agendas y objetivos mundiales antes y despu¨¦s de Viena, pero al lograr reunir al mundo para definir los derechos humanos y establecer claramente un compromiso mundial para su logro, este fue un momento importante en la historia.

Entonces, ?cu¨¢l es mi deseo para el futuro? Mi deseo es que nos basemos en los logros del pasado y los actualicemos para el mundo moderno. As¨ª como las Naciones Unidas inventaron el concepto de mantenimiento de la paz, ahora debemos modernizar la pr¨¢ctica, y el Consejo de Seguridad ha de servirse de los instrumentos a su alcance para promover la paz y la seguridad internacionales. Necesitamos un nuevo Programa de Paz.

Asimismo, debemos aprovechar el formidable movimiento en favor de los derechos humanos y contribuir a garantizar que se adopten universalmente. Es necesario demostrar la misma valent¨ªa que se tuvo para afirmar la universalidad de estos principios en la Declaraci¨®n y en Viena y aplicarla a los nuevos ataques contra el derecho humano m¨¢s fundamental: el derecho a la vida. Adem¨¢s, necesitamos valor y visi¨®n de futuro para alcanzar un consenso mundial en un acuerdo sobre la definici¨®n del flagelo del terrorismo, y un fuerte compromiso mundial en la lucha contra este mal.

Conf¨ªo en que las Naciones Unidas, nuestras Naciones Unidas, seguir¨¢n a la cabeza en innovaci¨®n para que alcancemos el objetivo de la Carta para la vida ¡°dentro de un concepto m¨¢s amplio de la libertad¡±.

?

La Cr¨®nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as¨ª como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art¨ªculos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci¨®n por parte de las Naciones Unidas.?