El cambio clim¨¢tico ha emergido como uno de los mayores desaf¨ªos ambientales a los que se enfrenta el mundo. Hace veinte a?os, en las Naciones Unidas, Gro Harlem Brundtland, ex Primera Ministra de Noruega y ex Directora General de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, llam¨® por vez primera la atenci¨®n mundial sobre las amenazas planteadas por el cambio clim¨¢tico para la Tierra y sus habitantes.


En la d¨¦cimo quinta sesi¨®n de la Comisi¨®n de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en mayo de 2007, la Sra. Brundtland-- una de los tres enviados especiales para el cambio clim¨¢tico designados por el Secretario General de las Naciones Unidas en abril --dej¨® claro que no cabe seguir dudando de las consecuencias de la actividad humana sobre el cambio clim¨¢tico y sus efectos probables en el planeta.
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En la actualidad existe un amplio consenso en el mundo cient¨ªfico internacional acerca de que las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la actividad humana, en particular por el uso de combustibles f¨®siles y la deforestaci¨®n, han provocado un aumento de la concentraci¨®n de estos gases en la atm¨®sfera. Como resultado de ello, y de acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos Sobre el Cambio Clim¨¢tico (IPCC), la temperatura media de la superficie terrestre ha aumentado en 0,75? Celsius a lo largo del ¨²ltimo siglo, y 11 de los ¨²ltimos 12 a?os (1995-2006) se han situado entre los 12 a?os m¨¢s c¨¢lidos desde 1850. Sobre la base de las tendencias previstas para los gases de efecto invernadero, las temperaturas podr¨ªan aumentar todav¨ªa entre 2 y 5? C, o incluso m¨¢s, para 2100. Cabe esperar que incrementos de tal magnitud tengan consecuencias negativas generalizadas sobre el bienestar humano y los ecosistemas naturales, incluidos efectos econ¨®micos, ecol¨®gicos y sociales de gran alcance.


Es probable que el cambio clim¨¢tico produzca un incremento de la prevalencia de las enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria o el dengue, as¨ª como un aumento de la intensidad de las cat¨¢strofes naturales relacionadas con el clima. Es probable, asimismo, que todo ello genere un aumento del nivel de las aguas y graves inundaciones, causando al mismo tiempo escasez de agua en las regiones ¨¢ridas. Se prev¨¦ que el cambio clim¨¢tico da?ar¨¢ de forma irreversible algunos recursos naturales y ecosistemas. En t¨¦rminos globales, se prev¨¦ que el cambio clim¨¢tico traer¨¢ consigo una combinaci¨®n devastadora de efectos adversos para los pobres del mundo, tanto por su situaci¨®n geogr¨¢fica como por sus bajos ingresos, haciendo que la adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico sea mucho m¨¢s complicada. Mientras los pa¨ªses en desarrollo son los que menos han contribuido a este problema, se espera que sean los m¨¢s afectados por los efectos del cambio clim¨¢tico, que amenaza con poner en peligro muchos de los logros que han alcanzado estos pa¨ªses en materia de desarrollo.


A pesar de que existen abrumadoras pruebas cient¨ªficas que se?alan que el cambio clim¨¢tico se est¨¢ produciendo y que las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por la actividad humana representan una causa significativa y probablemente la m¨¢s importante de ello, sigue existiendo un elevado grado de incertidumbre en relaci¨®n con la velocidad probable del avance del cambio clim¨¢tico. Por ejemplo, ?con qu¨¦ rapidez se producir¨¢ el calentamiento de la Tierra? ?Se situar¨¢ en promedio, seg¨²n las tendencias actuales, entre 2? C y 5? C m¨¢s que los valores actuales para finales del siglo XXI? Existe, asimismo, un debate referente a la importancia de la relaci¨®n entre las emisiones de carbono y el cambio t¨¦rmico: ?deber¨ªa tratarse de mantener la intensidad de carbono entre 450 ¨® 500 partes por mill¨®n si se desea mantener el cambio t¨¦rmico medio por debajo de los 2? C a finales de siglo?


M¨¢s all¨¢ de la discusi¨®n cient¨ªfica acerca de la velocidad y las relaciones causales del cambio clim¨¢tico, existe tambi¨¦n otro debate de naturaleza econ¨®mica centrado en el an¨¢lisis costo-beneficio de las pol¨ªticas encaminadas a mitigar dicho cambio. El Informe Stern de 2006 sobre la econom¨ªa del cambio clim¨¢tico ofrece un an¨¢lisis econ¨®mico general de los costes de las actuaciones pol¨ªticas y las inversiones actuales en comparaci¨®n con los beneficios netos futuros de dichas actuaciones. Algunos de los supuestos relativos al ritmo al que deber¨ªan intercambiarse los gastos actuales por beneficios futuros est¨¢n siendo cuestionados. ?Hasta qu¨¦ punto, por ejemplo, valoramos el bienestar de nuestros nietos? Algunas personas se muestran muy optimistas acerca del progreso de la tecnolog¨ªa y el crecimiento mundial y creen que estos factores har¨¢n que las generaciones futuras dispongan de mucha mayor riqueza que las actuales, permiti¨¦ndoles una adaptaci¨®n m¨¢s sencilla al cambio clim¨¢tico dentro de unas d¨¦cadas (financiaci¨®n, reubicaciones masivas, desalinizaci¨®n del agua, presas y ciudades resistentes a las tempestades, por ejemplo).


Otras, en cambio, opinan que una cat¨¢strofe mundial destruir¨¢ el planeta de todos modos, de manera que no tendr¨ªa sentido pensar en grandes remedios a largo plazo. Asimismo, parecen existir diferencias en la forma en que se valora la biodiversidad. Por estas y otras muchas razones, algunos piensan que se est¨¢ otorgando una importancia excesiva al futuro en comparaci¨®n con nuestra vida inmediata y presente. Este "intercambio" entre el ahora y el despu¨¦s depende de los juicios de valor intr¨ªnsecos (el valor que uno otorga a la supervivencia de determinadas especies o al bienestar de las generaciones futuras), as¨ª como de las proyecciones referentes a la tecnolog¨ªa y la renta (la m¨¢s optimista de las cuales consiste en el eventual descubrimiento de una tecnolog¨ªa que permitiera "arreglar las cosas" cuanto mayores fueran los riesgos que se estuviera dispuesto a asumir). Es probable, por tanto, que este debate prosiga y se centre en los par¨¢metros apropiados para los an¨¢lisis costo-beneficio de las pol¨ªticas relacionadas con el cambio clim¨¢tico. Sin embargo, la incertidumbre acerca de los efectos precisos de este cambio y la discusi¨®n referente a la tasa de descuento apropiada para el futuro no deber¨ªan ocultar los hechos siguientes:


El cambio clim¨¢tico ya se est¨¢ produciendo en la actualidad y a lo largo de nuestra vida percibiremos sus efectos.

Existe la posibilidad de que el cambio clim¨¢tico se acelere de un modo dif¨ªcilmente predecible y de que muchos de los cambios que se produzcan sean irreversibles.

Aunque el cambio clim¨¢tico es un fen¨®meno mundial, sus efectos variar¨¢n de forma significativa seg¨²n los diferentes pa¨ªses y comunidades, siendo los pa¨ªses en desarrollo los que probablemente resultar¨¢n m¨¢s perjudicados.

En algunas comunidades los efectos del cambio clim¨¢tico ser¨¢n muy potentes y negativos a lo largo de las pr¨®ximas dos o tres d¨¦cadas; es posible que algunos pa¨ªses sufran consecuencias catastr¨®ficas.
El enfoque del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) se centra en tratar de resolver el problema de la pobreza y ayudar a los diversos pa¨ªses en sus esfuerzos por avanzar hacia un desarrollo humano sostenible. En vista de los desproporcionados efectos previstos del cambio clim¨¢tico sobre los pa¨ªses m¨¢s pobres, el PNUD est¨¢ trabajando con los pa¨ªses en desarrollo en la adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico y el desarrollo de medidas atenuantes capaces de reducir la vulnerabilidad de estos pa¨ªses y aumentar sus oportunidades de disponer de medios de vida sostenibles.


Por lo que respecta al frente de las medidas atenuantes, el PNUD ha promovido la eficiencia energ¨¦tica y el uso de tecnolog¨ªas (en concreto, de energ¨ªas renovables) que emitan menores cantidades de gases de efecto invernadero. Este enfoque ha incluido el fortalecimiento de la gobernanza y de los marcos pol¨ªticos a fin de crear un entorno favorable a la adopci¨®n y el fomento de las tecnolog¨ªas. La eficiencia energ¨¦tica representa el medio m¨¢s econ¨®mico para reducir la intensidad de las emisiones en las econom¨ªas en desarrollo y para contribuir de manera positiva a la eficiencia econ¨®mica y la seguridad energ¨¦tica. Asimismo, permite a los pa¨ªses ganar tiempo para desarrollar tecnolog¨ªas energ¨¦ticas que afecten en menor medida al cambio clim¨¢tico.


En los ¨²ltimos 15 a?os, el PNUD ha movilizado 2.700 millones de d¨®lares destinados a financiar m¨¢s de 400 proyectos clim¨¢ticos a gran escala y m¨¢s de 1.000 a peque?a escala, principalmente a trav¨¦s del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y aprovechando la cofinanciaci¨®n procedente de otras fuentes. No obstante, las fuentes de financiaci¨®n tradicionales resultar¨¢n claramente inadecuadas para el problema al que nos enfrentamos. Por ello, la estrategia de atenuaci¨®n del PNUD se centra tambi¨¦n en el aumento de la capacidad de los pa¨ªses de acceder al mercado del carbono, en r¨¢pida expansi¨®n, en particular el mecanismo para un desarrollo limpio, que se ha convertido en una fuente de financiaci¨®n multimillonaria para el desarrollo sostenible.


Hasta la fecha, el PNUD ha puesto en marcha actividades de desarrollo del mecanismo para un desarrollo limpio financiados a trav¨¦s de dicha fuente en m¨¢s de 20 pa¨ªses. Adem¨¢s, recientemente ha creado el servicio sobre el carbono en relaci¨®n con los ODM, un novedoso medio destinado a aprovechar los enormes recursos del mercado del carb¨®n para permitir que una mayor proporci¨®n de la poblaci¨®n pueda disfrutar de un desarrollo sostenible a largo plazo. Este servicio tiene la finalidad de incrementar la cartera de proyectos a fin de posibilitar que un mayor n¨²mero de pa¨ªses en desarrollo se beneficien del mecanismo para un desarrollo limpio, as¨ª como de promover proyectos que produzcan beneficios en forma de desarrollo sostenible a largo plazo, incluso m¨¢s all¨¢ de la reducci¨®n de las emisiones de gases de efecto invernadero.


Aunque los programas de atenuaci¨®n ser¨¢n importantes en los pa¨ªses en desarrollo, el PNUD reconoce que la adaptaci¨®n deber¨¢ constituir el principal objetivo de las ayudas a lo largo de la pr¨®xima d¨¦cada. En la actualidad, los fondos disponibles para iniciativas de adaptaci¨®n resultan lamentablemente inadecuados. Es preciso hacer mucho m¨¢s para que los pobres puedan disponer de recursos suficientes que les permitan adaptarse al cambio clim¨¢tico. El PNUD ha ayudado a 29 pa¨ªses a formular sus Programas de Acci¨®n Nacionales de Adaptaci¨®n; asimismo, ha colaborado con 100 pa¨ªses en la preparaci¨®n de las Comunicaciones Nacionales que deb¨ªan enviar a la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico. Asimismo, ha participado activamente en la promoci¨®n de proyectos innovadores de adaptaci¨®n en numerosos pa¨ªses y sectores; hasta la fecha, se han desarrollado 16 proyectos que han involucrado a 40 pa¨ªses con una financiaci¨®n total de 150 millones de d¨®lares. Las principales ¨¢reas de actuaci¨®n son la gesti¨®n de los recursos h¨ªdricos, las zonas costeras, la gesti¨®n de los riesgos de desastres, la salud p¨²blica y la seguridad alimentaria.


Aunque el PNUD ha incrementado notablemente sus actividades en programas de lucha contra el cambio clim¨¢tico en los ¨²ltimos a?os, y lo seguir¨¢ haciendo, una agencia no ser¨¢ capaz por s¨ª sola de responder a las necesidades en r¨¢pido crecimiento de los pa¨ªses en desarrollo m¨¢s pobres. Uno de los objetivos fundamentales del PNUD es colaborar estrechamente con otros organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones asociadas a fin de ofrecer un conjunto de servicios de asistencia t¨¦cnica a los diversos pa¨ªses, a partir de los conocimientos y la especializaci¨®n de todos los organismos de las Naciones Unidas y que garantice que los pa¨ªses reciban un asesoramiento apropiado. Un primer paso de gran importancia en este proceso ha sido el desarrollo formal de una Asociaci¨®n para el Cambio Clim¨¢tico entre el PNUD y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cuya finalidad es combinar su experiencia y sus conocimientos en materia de cambio clim¨¢tico. Sus dos primeras grandes actividades conjuntas son un programa de desarrollo de la capacidad del mecanismo para un desarrollo limpio en siete pa¨ªses del ?frica subsahariana, con una financiaci¨®n de 1,2 millones de d¨®lares, destinado a ayudar a dicha regi¨®n a acceder al mercado del carb¨®n, y un proyecto multinacional de adaptaci¨®n cuyo objetivo es reducir los riesgos del cambio clim¨¢tico y las debilidades de dichos pa¨ªses frente a este fen¨®meno.


Resulta evidente que el cambio clim¨¢tico supone un desaf¨ªo fundamental para la comunidad mundial. El PNUD est¨¢ determinado a desempe?ar su papel en la respuesta a este reto.
*Texto para el mapa
Vulnerabilidad de ?frica frente al cambio clim¨¢tico Norte de ?frica ?frica Occidental ?frica Central ?frica Oriental ?frica Meridional Islas oce¨¢nicas de la India Occidental La oscilaci¨®n del Atl¨¢ntico Norte, un factor clave en la vulnerabilidad frente al cambio clim¨¢tico, con efectos en las industrias pesqueras La variabilidad de las precipitaciones modulada por la din¨¢mica de la vegetaci¨®n, propiedades de la superficie en el Sahel; pruebas emp¨ªricas de los cambios de las especies Elevada proporci¨®n de poblaci¨®n concentrada en zonas costeras de ciudades del ?frica Occidental, como Lagos o Banjul, que son por tanto particularmente vulnerables al aumento del nivel del mar Los modelos experimentales del clima regional muestran que la deforestaci¨®n del ?frica Central afectar¨¢ al clima de otros lugares (teleconexi¨®n) Es probable que la fauna marina costera se vea afectada negativamente por los cambios de la corriente de Bangwuela Efectos duraderos de la sequ¨ªa en las econom¨ªas nacionales de la regi¨®n de la Comunidad del ?frica Meridional para el Desarrollo (SADC) Se prev¨¦ una p¨¦rdida total o un desplazamiento del bioma del Karoo Suculento como consecuencia del cambio clim¨¢tico, as¨ª como la p¨¦rdida de muchas especies en otros biomas Significativo aumento de la intensidad de los eventos extremos en Sud¨¢frica; los cambios en los biomas favorecer¨¢n la horticultura frente a la plantaci¨®n forestal; se prev¨¦ una extensi¨®n hacia el Sur del ¨¢rea de riesgo de la malaria Las inundaciones de 1999 afectaron gravemente a la poblaci¨®n y las infraestructuras costeras presentan efectos duraderos tanto de car¨¢cter econ¨®mico como desde el punto de vista del desarrollo; la adaptaci¨®n y la recuperaci¨®n resultan muy costosas fuera del alcance de los pa¨ªses africanos Los Grandes Lagos y embalses del ?frica Oriental responden a las variaciones del clima con pronunciadas alteraciones en sus reservas de agua La agricultura comercial se adapta a la distribuci¨®n bimodal de las precipitaciones; los cambios en las pautas de precipitaci¨®n pueden tener importantes efectos El Cuerno de ?frica se ve gravemente afectado por las repetidas sequ¨ªas Egipto/El Cairo/el Nilo: Zonas costeras amenazadas por el aumento del nivel del mar; la cuenca del r¨ªo Nilo es sensible al clima, con consecuencias regionales
Vulnerabilidades
¶Ù±ð²õ±ð°ù³Ù¾±³ú²¹³¦¾±¨®²Ô Aumento del nivel del mar Menor disponibilidad de agua dulce Ciclones Erosi¨®n de las costas ¶Ù±ð´Ú´Ç°ù±ð²õ³Ù²¹³¦¾±¨®²Ô P¨¦rdida de calidad forestal Degradaci¨®n de los bosques Blanqueamiento de los corales Propagaci¨®n de la malaria Efectos sobre la seguridad alimentaria
Fuente: Anna Ballance, 2002
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente/GRID-Arendal