El D¨ªa Internacional de la Lengua Materna, que se celebra el 21 de febrero de cada a?o, representa una oportunidad para poner en valor el papel instrumental que desempe?an las lenguas que heredamos en nuestra m¨¢s temprana infancia, ya las llamemos lenguas maternas, idiomas maternos, primeros idiomas o lenguas principales. Constituyen para cada uno de nosotros los cimientos de todo nuestro aprendizaje y nuestros conocimientos. Por este motivo, las lenguas maternas son tan importantes: no podemos absorber lo que no podemos entender. No obstante, se estima que un 40 % de la poblaci¨®n mundial a¨²n no tiene acceso a la educaci¨®n en un idioma que entiendan o hablen, una condici¨®n con efectos negativos multiplicadores sobre la consecuci¨®n de muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los idiomas maternos tambi¨¦n sirven como marco fundacional de referencia que permite la adquisici¨®n de otras lenguas. Por ello, las Naciones Unidas hace tanto hincapi¨¦ en la importancia de que nuestro personal ling¨¹¨ªstico tenga un dominio excelente de su idioma materno, la lengua hacia la que traducen o interpretan, con todos los matices y sutilezas que alberga. Mientras un s¨®lido conocimiento de la lengua materna facilita el aprendizaje de otros idiomas, estos tambi¨¦n informan, a su vez, de nuestros idiomas maternos, sus historias, sus similitudes y diferencias con las lenguas que estamos aprendiendo, y su evoluci¨®n.
La celebraci¨®n de este a?o del D¨ªa Internacional de la Lengua Materna tambi¨¦n llega unas semanas antes del lanzamiento del y representa una oportunidad de destacar hasta qu¨¦ punto est¨¢n interrelacionadas y son interdependientes las lenguas y las culturas. Las culturas encuentran su expresi¨®n a trav¨¦s de las lenguas, a la vez que las alimentan, nutren y enriquecen. Si no existe una lengua en la que recibir, transmitir o expresar una cultura, no existe cultura. En un momento en el que la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) , corremos el riesgo de perder diversidad ling¨¹¨ªstica en un grado al menos equivalente al de la p¨¦rdida de diversidad biol¨®gica, con unas consecuencias que est¨¢n a¨²n por ver. La vulnerabilidad de los idiomas, que tambi¨¦n son un elemento clave de la identidad, genera tensiones entre las minor¨ªas ling¨¹¨ªsticas y los grupos dominantes, por poner un ejemplo. Cuando un idioma desaparece, no solo se aniquila un sistema completo de pensamiento, una visi¨®n del mundo y un marco de referencia, sino tambi¨¦n los conocimientos y las creencias ancestrales que se transmiten a trav¨¦s de esta lengua, que resultan irrecuperables. Se rompe todo un legado, una l¨ªnea geneal¨®gica, y sus descendientes se ven privados de los lazos que los unen con sus antecesores, su historia y sus creencias.
La celebraci¨®n del 21 de febrero tambi¨¦n es la ocasi¨®n de conmemorar, de manera m¨¢s general, la diversidad ling¨¹¨ªstica y el multiling¨¹ismo, as¨ª como su incalculable y demasiado a menudo subestimada contribuci¨®n a la paz en el mundo, la armon¨ªa entre los pueblos y el entendimiento mutuo, que sientan las bases mismas de las Naciones Unidas.
Mientras el monoling¨¹ismo puede dividir los diferentes grupos ling¨¹¨ªsticos y levantar muros entre ellos, el multiling¨¹ismo, por el contrario, nos ayuda a construir puentes entre los diferentes hablantes y crear un entorno propicio para el intercambio, la comunicaci¨®n y el di¨¢logo fluido. En otras palabras, el multiling¨¹ismo puede transportarnos de la incomprensi¨®n a la comprensi¨®n, de lo desconocido a lo conocido y de la duda a la confianza. Lo que es cierto para las personas es tambi¨¦n cierto para las Naciones Unidas: con el fin de entender y ser entendidos por los pueblos, tiene la responsabilidad de servir, as¨ª como el deber de utilizar diferentes idiomas y de alimentar, internamente, las sensibilidades culturales necesarias para asegurar el respeto para todas las partes interesadas.
Teniendo esto en cuenta, el Secretario General Ant¨®nio Guterres ha marcado como prioridad de su mandato el multiling¨¹ismo, que ¨¦l mismo encarna. Para ¨¦l, se trata de asegurar que la Organizaci¨®n tiene una mayor representaci¨®n de la diversidad del mundo en el que opera, partiendo del principio de que un organismo m¨¢s representativo, por ejemplo, que mantenga una equilibrio de g¨¦nero en su plantilla, tambi¨¦n ser¨¢ m¨¢s democr¨¢tico y leg¨ªtimo y, por tanto, m¨¢s efectivo. En el contexto de los idiomas, una organizaci¨®n m¨¢s diversa que est¨¦ mejor situada para asegurar que los recursos ling¨¹¨ªsticos se alinean con las necesidades ling¨¹¨ªsticas tambi¨¦n estar¨¢ mejor equipada, por ejemplo, para interactuar con los Estados Miembros o la sociedad civil, mantener buenas relaciones con las comunidades locales sobre el terreno, difundir mensajes sobre la prevenci¨®n del coronavirus y luchar contra la desinformaci¨®n sobre la COVID-19, comprometerse con las v¨ªctimas cuyos derechos b¨¢sicos se han violado, o recopilar y analizar informaci¨®n que facilite las operaciones de paz para anticipar amenazas y protegernos de ellas.
Las Naciones Unidas cuentan con importantes recursos a su disposici¨®n para lograrlo. En primer lugar, disponen de un marco jur¨ªdico favorable. De hecho, el multiling¨¹ismo se encuentra en el centro de la misi¨®n de las Naciones Unidas: su Carta instaura la no discriminaci¨®n por raz¨®n del idioma como uno de sus m¨¢s altos principios y establece la igualdad de las lenguas oficiales de la Organizaci¨®n. Por otra parte, la Asamblea General, desde la adopci¨®n de su el 1 de febrero de 1946, ha resaltado el concepto de multiling¨¹ismo como norma para cualquier organismo multilateral con vocaci¨®n universal. Desde mediados de los a?os 90, los Estados Miembros tambi¨¦n han tomado medidas para incluir un tema espec¨ªfico sobre multiling¨¹ismo en la agenda de la Asamblea, y, desde entonces, se han adoptado resoluciones sobre esta cuesti¨®n cada dos a?os. Finalmente, en la ¨²ltima d¨¦cada, hemos observado un cambio sem¨¢ntico: el multiling¨¹ismo, adem¨¢s de ser reconocido como principio b¨¢sico de las Naciones Unidas, ha ido adquiriendo gradualmente el estatus de "valor fundamental", facilitador de la diplomacia multilateral que ayuda a mejorar la efectividad de la Organizaci¨®n, sus resultados y su transparencia.
Por otra parte, las Naciones Unidas gozan de una ventaja adicional a la hora de promover la diversidad ling¨¹¨ªstica: inversiones de larga trayectoria en tecnolog¨ªas que han permitido que se hagan avances considerables en procesamiento documental y gesti¨®n de situaciones de emergencia, como la pandemia de COVID-19, la cual provoc¨® el paso repentino de las reuniones presenciales a las virtuales.
Las Naciones Unidas cuentan con otro recurso enorme que a¨²n est¨¢ infrautilizado: su plantilla, formada en su amplia mayor¨ªa por personas multiling¨¹es y multiculturales. Como Coordinador para el Multiling¨¹ismo de las Naciones Unidas, me gustar¨ªa concienciar a todas las partes interesadas respecto a la necesidad de adoptar pr¨¢cticas de gesti¨®n del personal que tengan en cuenta las consideraciones ling¨¹¨ªsticas. El objetivo ¨²ltimo es utilizar mejor, aprovechar y fortalecer a nivel estrat¨¦gico los recursos ling¨¹¨ªsticos internos de la Organizaci¨®n, que representan la piedra angular de un funcionamiento verdaderamente multiling¨¹e, lo que facilitar¨ªa la participaci¨®n igualitaria de todo el personal en nuestros esfuerzos colectivos. Si su plantilla multiling¨¹e, vers¨¢til y creativa saca el m¨¢ximo partido de sus lenguas maternas, las Naciones Unidas estar¨¢n mejor posicionadas para hacer frente a los desaf¨ªos siempre cambiantes orientados hacia la paz y seguridad internacionales, el desarrollo sostenible y los derechos humanos.
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La Cr¨®nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as¨ª como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art¨ªculos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci¨®n por parte de las Naciones Unidas.?