En Tanzania, pa¨ªs de ?frica Oriental, Mar¨ªa, una ni?a de 7?a?os, fue obligada a hacer un par¨®n en sus estudios de manera repentina cuando la pandemia de COVID-19 oblig¨® a cerrar las escuelas de su distrito local de Handeni el a?o pasado. Mar¨ªa es uno de los m¨¢s de??que se vieron privados de su educaci¨®n durante la pandemia.
La combinaci¨®n de los meses que pasaron alejados de las aulas y de la p¨¦rdida de ingresos de sus hogares podr¨ªa desembocar en una generaci¨®n de estudiantes de comunidades de bajos ingresos que abandonan la escuela, especialmente en zonas en las que las infraestructuras locales no facilitan las oportunidades de aprendizaje a distancia. El??concluy¨® que??de los ni?os en edad escolar de todo el mundo no tuvieron acceso a Internet en casa durante la pandemia, y aproximadamente?millones de ni?os no han puesto un pie en un aula en los ¨²ltimos 18?meses.
, como organizaci¨®n mundial sin fines de lucro que trabaja por la alfabetizaci¨®n y la igualdad de g¨¦nero a trav¨¦s de la educaci¨®n, ha sido testigo del poder que la alfabetizaci¨®n puede ejercer en los procesos de recuperaci¨®n globales tras la COVID-19. Priorizando la educaci¨®n de los m¨¢s j¨®venes de las familias y las comunidades y d¨¢ndole un papel destacado en los sistemas p¨²blicos, los pa¨ªses podr¨¢n impulsar la recuperaci¨®n de la crisis que estamos viviendo y facilitar la resiliencia y el progreso generacional.
´³¨®±¹±ð²Ô±ð²õ
Gracias al desarrollo de unos niveles de alfabetizaci¨®n b¨¢sicos, los ni?os de comunidades subatendidas pueden adquirir conocimientos sobre el mundo que los rodea y las realidades de la pandemia de COVID-19, y comprenderlo mejor. La lectura sirve de actividad a trav¨¦s de la cual los ni?os pueden reconocer emociones complicadas y desarrollar estrategias de afrontamiento. La??de Rooms to Read, por ejemplo, ofrece a los j¨®venes lectores t¨ªtulos de libros infantiles en su idioma local de diez pa¨ªses diferentes, como Bangladesh, Sri Lanka y Viet Nam. La colecci¨®n presenta a personajes que tienen que enfrentarse a la ansiedad que les ha producido la incertidumbre de los ¨²ltimos 18?meses en historias que pueden inspirar a ni?os para comprender y expresar mejor sus emociones con sus seres queridos.
Si bien la pandemia nos ha demostrado que no siempre podemos depender de la continuidad de un aprendizaje presencial en las escuelas, tambi¨¦n ha puesto de manifiesto el papel que la lectura desempe?a en el fomento de la autoestima entre los m¨¢s j¨®venes. A trav¨¦s de la lectura, los ni?os pueden desarrollar un sentimiento de pertenencia.
Cuando se trata a los j¨®venes como los heterog¨¦neos pensadores que son y se les ofrece el acceso a materiales de aprendizaje localmente relevantes y de alta calidad, el aliento de sus mentores y los componentes del aprendizaje socioemocional que se integran en la alfabetizaci¨®n, estos experimentan un aprendizaje digno que los lleva por el camino de la consecuci¨®n de mejores logros educativos y vitales.
Familias y comunidades
Al tiempo que la pandemia incrementa los apuros econ¨®micos de las familias y las comunidades, los ni?os, especialmente las ni?as adolescentes, a menudo sufren sus consecuencias negativas, pues asumen el cuidado de sus familiares enfermos para ayudar a su familia y se convierten en un recurso por defecto para sus familiares y la comunidad en general.?UNICEF estima que, por causa de la pandemia,??m¨¢s de ni?as corren el riesgo de contraer matrimonio infantil y??de ni?os est¨¢n en peligro de abandono escolar permanente.
Mientras los padres se enfrentan a sentimientos de impotencia e incertidumbre, pueden encontrar esperanza y resiliencia al observar y compartir el desarrollo de niveles de alfabetizaci¨®n de sus hijos. En Tanzania, Mar¨ªa empez¨® el confinamiento de la pandemia con tres libros que hab¨ªa tomado en pr¨¦stamo de la biblioteca de su escuela el d¨ªa anterior al cierre. La madre de Mar¨ªa, hablante de suajili con poca soltura en la lectura que apenas termin¨® la educaci¨®n primaria, utiliz¨® estos libros para asegurarse de que su hija pasaba un tiempo espec¨ªfico cada d¨ªa leyendo y aprendiendo nuevas palabras. Encontr¨® seguridad en una rutina establecida y observando la mejora continua de la capacidad lectora de Mar¨ªa.
Los ni?os que cuentan con cierto nivel de alfabetizaci¨®n son capaces de ayudar a sus familias y comunidades a sobreponerse a los desaf¨ªos planteados por la pandemia y a acceder a apoyo y recursos. Una juventud alfabetizada tiene??de encontrar trabajo y tener mayores ingresos, que pueden utilizar para ayudar a educar a otros miembros de su familia y levantar sus comunidades.
Sistemas educativos de los gobiernos
?C¨®mo puede una sociedad esperar progresar a su pleno potencial sin una poblaci¨®n alfabetizada? La educaci¨®n siembra las semillas de la prosperidad econ¨®mica y social. Tiene el poder de servir como la herramienta m¨¢s efectiva a la hora de combatir los grandes problemas de la humanidad, pues desbloquea la imaginaci¨®n y las capacidades de millones de art¨ªfices del cambio. El??de la UNESCO se?al¨® que unos mayores niveles de educaci¨®n resultan en unos mayores ingresos y ganancias per c¨¢pita, as¨ª como en una mayor conciencia sobre el medio ambiente, a la vez que reducen el riesgo de conflicto y muerte infantil. Aparte de los resultados positivos observados en m¨²ltiples ¨¢mbitos, la educaci¨®n es un derecho humano fundamental para todo el mundo.
A medida que los gobiernos buscan implementar soluciones que aceleren la recuperaci¨®n de la COVID-19, tienen que establecer formas flexibles y escalables de aprendizaje, de forma que los ni?os puedan ponerse al d¨ªa con oportunidades de aprendizaje que se hayan perdido, incluso en estas circunstancias ¨²nicas y con la posibilidad de que se produzcan futuras interrupciones. Priorizando el aprendizaje b¨¢sico que incluya alfabetizaci¨®n y habilidades para la vida diaria, los gobiernos pueden ofrecen la estabilidad en la que los ni?os puedan confiar para estar siempre orientados a encontrar soluciones y mantener la esperanza sobre el futuro.
En Bangladesh, funcionarios gubernamentales han creado una plataforma de aprendizaje digital llamada ?Ghore Boshei Shikha? o ?Aprendizaje en casa?, que ofrece v¨ªdeos de cuentacuentos y consejos para padres que les permitan ayudar a sus hijos a desarrollar h¨¢bitos de lectura. Bangladesh tambi¨¦n ha puesto el foco en la ayuda que pueden ofrecer las redes sociales para la entrega de recursos, la instrucci¨®n en lectura y la formaci¨®n de ni?os y maestros por igual.
El ¨¦xito es posible. Con la ayuda de su madre o de su hermanastra, y con disponibilidad de materiales de lectura en casa, Mar¨ªa pudo seguir aprendiendo durante la pandemia. A pesar de sacar ceros en los ex¨¢menes de lectura antes del confinamiento, Mar¨ªa volvi¨® a la escuela cuando reabri¨® y consigui¨® las mejores notas, como un 9,8 en lectura y un 10 en escritura, para la sorpresa de su profesora tanto por su rendimiento acad¨¦mico como por su reci¨¦n descubierta confianza y participaci¨®n. Mar¨ªa espera terminar la escuela y convertirse alg¨²n en d¨ªa en doctora. ?
Cuando nos vemos sumidos en la mayor crisis educativa de nuestra generaci¨®n, las intervenciones en materia de alfabetizaci¨®n pueden servir de ant¨ªdoto para los efectos a largo plazo de la pandemia de COVID-19, ayudando a evitar una regresi¨®n de todos los indicadores globales y acelerando el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En Room to Read, creemos que el cambio mundial comienza con ni?os educados. En un mundo que necesita tan desesperadamente recuperarse y sanar, la generaci¨®n en ciernes y sus niveles de alfabetizaci¨®n aportan un rayo de esperanza sobre el futuro. ?
?
La Cr¨®nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as¨ª como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art¨ªculos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci¨®n por parte de las Naciones Unidas.?