El enemigo invisible conocido como coronavirus o COVID-19 que surgi¨® en Wuhan, China, en diciembre de 2019, ya ha llegado a abarcar el planeta entero, matando a miles de personas, poniendo la econom¨ªa mundial patas arriba y sembrando el caos social por todas partes.
Nadie se ha librado de este tremendo enemigo sin precedentes, ni siquiera el personal de paz de las Naciones Unidas. Estas mujeres y hombres trabajan sin descanso para mantener la paz y la seguridad en las situaciones m¨¢s dif¨ªciles, lejos de sus familias y amigos. La pandemia ha agravado a¨²n m¨¢s las condiciones bajo las que este personal de paz trabaja.
Perm¨ªtanme profundizar en la forma en la que yo, personal de paz de las Naciones Unidas de Italia que sirve en el sur del L¨ªbano, me he visto afectado personalmente y la forma en que la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el L¨ªbano (FPNUL) sigue cumpliendo con su mandato a pesar de las duras adversidades que nos ha planteado esta pandemia.
Dado que formo parte de la FPNUL desde agosto de 2019, puedo describirme como testigo de los problemas que han ido apareciendo tras el surgimiento de la COVID-19 en el L¨ªbano.?De la mano de las comunidades anfitrionas, todo lo que hacemos, pensamos o expresamos va orientado a contener la propagaci¨®n del virus, a la vez que llevamos a cabo el mandato de la misi¨®n establecido en la resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas 1701(2006). Durante estos tiempos de coronavirus, todas las tareas relacionadas con el mandato se han realizado con capas extra de precauci¨®n y de conformidad con las pautas del Gobierno anfitri¨®n y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud.
Ser personal de paz de las Naciones Unidas es un honor y, en ocasiones, una tarea dif¨ªcil, especialmente cuando vives lejos de tu familia durante un largo periodo de tiempo.?Se hace incluso m¨¢s duro cuando tambi¨¦n tienes que enfrentarte a este adversario nunca antes visto, un virus que no solo te est¨¢ amenazando a ti, tu misi¨®n y las comunidades anfitrionas para las que trabajas, sino tambi¨¦n a tu familia en tu pa¨ªs de origen. Los retos son descomunales, sobre todo cuando eres de uno de los pa¨ªses m¨¢s afectados.
Superando los desaf¨ªos
Yo me preocupo por el bienestar de mi familia en mi pa¨ªs de origen, pero ellos se preocupan a¨²n m¨¢s por el m¨ªo.?Cuando el n¨²mero de casos de COVID-19 alcanz¨® niveles m¨¢ximos en Italia, comenzaron a vivir en un confinamiento nacional y a salir solamente una vez a la semana para comprar productos b¨¢sicos, situaci¨®n que persisti¨® durante casi dos meses.?Por suerte, comprendieron plenamente mi compromiso aqu¨ª en el L¨ªbano y siguieron apoy¨¢ndome. Gracias a la tecnolog¨ªa, podemos comunicarnos a diario a trav¨¦s de videollamadas, en las que nos damos fuerza los unos a los otros. Esto me ayuda a cumplir con mi misi¨®n en las Naciones Unidas de mantener la paz.
El lado bueno de todo esto es que, en el momento en que se confirm¨® el primer caso de COVID-19 en el L¨ªbano a finales de febrero de 2020, ya se hab¨ªa aprendido mucho de los pa¨ªses m¨¢s afectados, como Italia. Las estrictas medidas aplicadas por el Gobierno y por la FPNUL ayudaron a contener la propagaci¨®n del virus.?En el momento de la redacci¨®n de este art¨ªculo, no hab¨ªa ning¨²n caso positivo de COVID-19 en el campamento en el que vivo, que alberga a unos 900?miembros del personal de paz de las Naciones Unidas. Este es otro factor tranquilizador que ayud¨® a reducir la ansiedad de mi familia.
El apoyo que recib¨ª de su parte y la oportunidad que me dio la FPNUL me empujaron, como personal de paz de las Naciones Unidas, a desempe?ar un papel activo en esta inusual guerra global por el bien de la humanidad.?As¨ª es como me siento: como personal de paz, puedo contribuir a la soluci¨®n.
Contribuyendo a la soluci¨®n
Cuando la FPNUL comenz¨® a apoyar a las comunidades locales, tuve el honor de formar parte presencialmente de la primera donaci¨®n llevada a cabo por la misi¨®n en beneficio del municipio de Naqoura el 31 de marzo de 2020. Suministrar equipos m¨¦dicos y de protecci¨®n con el objetivo de evitar el contagio y salvar vidas me hace sentir orgulloso y m¨¢s cerca de mis camaradas de Italia, que participan en actividades similares para proteger a mis compatriotas.
En la sede de la misi¨®n, coordino y recopilo datos de todas las donaciones de la FPNUL a las comunidades locales antes de compartir esta informaci¨®n con los componentes relevantes de la misi¨®n. Esto sirve de ayuda en nuestra respuesta global y de apoyo a las comunidades anfitrionas para la contenci¨®n de la propagaci¨®n del virus.?Tambi¨¦n contribuyo a la lucha contra la enfermedad mediante mi compromiso continuo en la Secci¨®n de Informaci¨®n P¨²blica y Comunicaciones Estrat¨¦gicas, en la C¨¦lula de Crisis del Coronavirus (CCC) de la FPNUL, un equipo de emergencia centrado en la puesta en com¨²n a tiempo de noticias y planes de emergencia relacionados con la COVID-19. Se trata de un foro en el que se discuten acciones pr¨¢cticas antes de recomendarlas a los directivos.
La pandemia de COVID-19 no solo ha afectado a las actividades operativas de la misi¨®n, sino que tambi¨¦n ha cambiado la esencia de nuestros estilos de vida. Dado que gran parte del personal civil de mantenimiento de paz trabaja desde casa, asumo m¨¢s responsabilidades. Ser¨ªa justo afirmar que los miembros del personal militar nos hemos ?quedado al mando del fuerte? en estrecha coordinaci¨®n con los componentes civiles de la misi¨®n a trav¨¦s de videoconferencias, llamadas de tel¨¦fono y otros medios de mensajer¨ªa. Tengo el honor de representar a mi unidad cuando se necesita presencia f¨ªsica.?Toda esta experiencia ha supuesto para mi carrera profesional una oportunidad de aprendizaje.
Vida en el campamento
Desde el surgimiento de la COVID-19, existen nuevas normas en el campamento que todos nosotros debemos seguir estrictamente. Respetamos rigurosamente la distancia social, incluso durante nuestra pausa para la comida, que ahora se sirve en varios turnos con el fin de reducir el n¨²mero de comensales, y los asientos se organizan siguiendo un patr¨®n de tablero de ajedrez.?Adem¨¢s, todas las oficinas, puestos de trabajo y alojamientos cuentan con desinfectantes.?Se toman estas precauciones para minimizar la posibilidad de contagio.?La CCC ha desempe?ado un papel fundamental a la hora de aplicar estas medidas, especialmente creando canales de comunicaci¨®n oportunos y dando instrucciones para implementar las mejores pr¨¢cticas en la FPNUL.
El personal de la FPNUL lleva mascarilla cuando sale de nuestras bases y cuando atraviesa municipios y pueblos.?Las mascarillas ayudan a proteger a la poblaci¨®n local y a demostrar que los cascos azules de la FPNUL est¨¢n librando la misma batalla que ellos y que tambi¨¦n los ayudan a cuidar de su salud.
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A pesar de las restricciones de emergencia y de estar pensando en lo que mi familia est¨¢ atravesando en mi pa¨ªs sin m¨ª, re¨²no toda la energ¨ªa necesaria para continuar cumpliendo con mi misi¨®n.?Soy un casco azul de la FPNUL que act¨²a en apoyo a la paz del L¨ªbano y no descansar¨¦ mientras este trabajo est¨¦ en marcha.
No renunciar¨¦ a mi misi¨®n con la FPNUL. La poblaci¨®n local ha depositado una tremenda confianza en nosotros, el personal de paz, especialmente durante estos tiempos de COVID-19, pues nos ven como ejemplos que emular durante esta lucha. Trabajar hombro con hombro con nuestros camaradas vence nuestro miedo y deja espacio a la convicci¨®n de que la FPNUL puede ayudar a restaurar el sentido general de normalidad, calma y estabilidad, tal como se prev¨¦ en su mandato.
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La Cr¨®nica?ONU??no?constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, as¨ª como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los art¨ªculos no implican necesariamente un apoyo o una aceptaci¨®n por parte de las Naciones Unidas.?